Yuri Hiwatari
Capitán del 9º Escuadrón
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Fecha de inscripción : 21/07/2009
Edad : 30
Localización : en la iglesia de Barsburg con Frau, Castor y Labrador *O*
Hoja de personaje
Nombre del PJ: Yuri Hiwatari
Rango: 4
Zampakutou/Poder:
 |  Tema: Re: Examen: capitán del 9º (Yuri Hiwatari) Dom Sep 13, 2009 4:30 am | |
| Era una mañana de un domingo normal en el escuadrón 8. Eran cerca de las siete de la mañana y Yuri Hiwatari, una simple shinigami de tez blanca y cabellos azules, despertaba con mucha flojera lo cual era de lo más normal. Aún medio dormida, se levantó de su cama y se dispuso a arreglarse, pero no contaba con era demasiado temprano. La reunión diaria del escuadrón 8 era hasta las nueve de la mañana. Se puso su uniforme de shinigami y su bufanda color morada pues estaban en invierno, tomó su zanpakuto y abrió la puerta corrediza de su habitación. Al fin veía la luz del día pues su habitación era un espacio completamente cerrado salvo por una ventana que tenía una cortina gruesa encima. El jardín estaba cubierto con nieve la cual seguía cayendo, aunque con menor intensidad que la noche anterior, hacía mucho frío, pero a Yuri le encantaba, tanto como a su adorado teniente.
¡Qué hermoso! Seguramente el teniente Ayanami disfruta del clima del día de hoy.- después de unos minutos de contemplar la nieve y pensar en Ayanami, la chica peliazul salió de sus pensamientos para acordarse que era "tarde" para la reunión matutina -¿Pero qué estoy haciendo? ¡Se supone que debo llegar a la reunión!
Cerró su habitación y corrió por los pasillos resbaladizos del escuadrón 8. La sala de reuniones estaba hasta el otro lado del edificio y Yuri aún no dominaba por completo el shunpo. Siguió su recorrido en su intento de llegar lo menos tarde posible, pero de repente se resbaló y se pegó en la cabeza...
Eso dolió. ¿Y ahora qué haré? Debo llegar pero no creo poder hacerlo así...- dijo para voltear a ver un camino desconocido que al parecer podría ser un atajo -...a menos que tome el camino corto.
Por cada paso que daba en ese camino el ambiente era más pesado, había una neblina que hacía sentir que no ibas a otro lugar más que a tu tumba. Parecía que el camino daba a los límites del escuadrón 8, y eso no era bueno.
Se supone que éste debía ser un atajo pero... siento que no estoy yendo a la sala de reuniones, más bien tengo la sensación de estar cerca de los límites del escuadrón 8, y se dice que ahí esta uno de los portales ocultos hacia otras dimensiones, sin embargo la Sociedad de Almas no quiere que se investigue al respecto.- aún pensando todo eso no podía volver atrás por dos razones, una es que ya no puede ver el camino de regreso, y la otra es que... siente cierta atracción a ese camino que se torna más oscuro.
El ambiente era muy pesado, pero ahora Yuri se daba cuenta de la razón. Debajo de un árbol se encontraba el teniente del escuadrón 8, Ayanami Hikaru, un joven de cabello rubio, tez blanca y ojos azules que podrían conquistar a cualquier chica, y al parecer hablaba con alguien, pero no podía distinguir con quién.
¿Qué hace el teniente Ayanami en un lugar como éste? ¿Será que ve a escondidas a su novia? ¿Tiene novia siquiera? Son demasiadas preguntas que me hago y la única manera de responderlas es preguntarle al mismo teniente.-pensó la peliazul. Dispuesta a enfrentar la verdad, Yuri Hiwatari se acerca a averiguar qué sucede con su teniente, pero se encuentra con algo peor que una novia...
Entonces, ¿vamos a proceder de acuerdo a su plan?- el joven teniente Ayanami hablaba como si fuera a participar en el plan.
Así es, nuestro amo piensa invadir la Sociedad de Almas, pero requerimos de tu ayuda para que nos des los planes de emergencia de todos los escuadrones para que podamos proceder- lo veía y no lo podía creer, el gran teniente Ayanami hablando con un arrancar, y no era uno normal ya que en su cuello se podía ver un tatuaje con el número 1. Era un espada, y era el uno.
Yuri se quedó sin palabras, sin nada para poder describir la gran decepción que se acababa de llevar...
Descuida, los tendrás, ya que tengo a la persona perfecta que me los va a traer sin preguntar nada, y todo por creerse el teatrito del gran teniente que nunca traicionaría a su capitán.
¿Quién puede ser tan estúpido para adorarte?
Pues es una chica que sé que haría cualquier cosa por mí, incluso matar. Sólo sé que se apellida Hiwatari o algo así, no me acuerdo de su nombre.
Debe ser una chica muy ingenua, bueno, ya que te he traído la información debo regresar al Hueco Mundo.- el espada abrió una garganta y justo antes de cruzarla dijo -Sólo ten cuidado de que no te descubran o tendrás muchos problemas- dicho esto cruzó el portal, se despidió con la mano del shinigami y se cerró.
Yuri estaba aún más desilusionada por lo que dijo Ayanami, a tal grado que descuidó su reiatsu y Ayanami se dió cuenta de su presencia...
Hiwatari-san, ¿qué haces aquí?
Lo mismo preguntaría, pero ya sé la respuesta.- dijo con mucha seriedad mientras sacaba su zanpakuto.
No sé de qué estas hablando.
¿¡Ahora te vas a hacer el inocente?!
Llena de furia, con su katana intentó darle un golpe frontal, sin embargo Ayanami lo pudo esquivar sin ningún problema con su shumpo posicionándose en la cima del árbol en el que hablaban hacía unos momentos el shinigami y el espada. Yuri se dio la vuelta para verlo y seguir gritando y desatando su furia.
¡El capitán confiaba en ti, todos lo hacían, incluso a los que les caías mal! ¡Yo confiaba en ti!
Guiada por la rabia, la chica intentó un ataque aéreo con su katana la cual debía atravesar al shinigami, claro que, por la diferencia de poderes Ayanami bloquea el ataque con su zanpakuto y en ese mismo segundo pronuncia unas palabras…
Ese fue tu mayor error, nunca debes dejarte engañar por las apariencias. Considera esto una lección de vida, porque será la última que aprendas.
Usando la fuerza del ataque que acababa de bloquear, y agregándole el doble, hace un corte en el aire que lanza a la chica a una gran altura, seguido de eso hace un gran salto para poder alcanzar a Yuri en el aire, y le da un puñetazo en el estómago y la arroja al suelo. Ahora la shinigami intenta levantarse, pero Ayanami se para justo enfrente de ella para patearla…
Eres un cobarde, ¿eso te lo enseñaron tus nuevos amigos?
Yuri apenas podía hablar, sabía que debía detenerlo, pero en el nivel en el que estaba eso era imposible. Lo único que le quedaba era intentar hacer un golpe mortal para poder vencerle. Con mucha dificultad, la shinigami se levantó y usó su shumpo para poder desaparecer de la vista de Ayanami, luego usó su katana para impulsarse en el aire y caer en el traidor dándole una patada en la cabeza, el plan casi funciona hasta que el rubio usa un kidou…
Bakudou 9: Geki- de las manos de Ayanami, sale una luz roja que paraliza a la peliazul, haciendole sentir un gran dolor por todo el cuerpo y cae al suelo.
Parece que te encanta sufrir, si te quedaras quieta podría matarte y no tendrías que pasar por todo esto. Como regalo te daré el honor de asesinarte con mi zanpakuto liberada, no suelo hacerlo con simple shinigamis como tú, pero me haz descubierto y has demostrado que no eres tan simple shinigami como creí. Prepárate para morir.- la zanpakuto de Ayanami comienza a brillar -Aliméntate del sufrimiento, Fukai Yami
Yuri estaba levantándose, su cuerpo ya no respondía, sabía que si esa zanpakuto absorbía por completo su sufrimiento sería una ventaja, pero le quedaría poco tiempo de vida. Sin pensarlo dos veces, Yuri se puso a correr, intentaba huir de aquella técnica tan extraña, para su mala suerte se tropezó con la raíz de un árbol seco. Ya tirada en el piso, Ayanami la alcanzó y le apunto con su zanpakuto en el cuello. Le había llegado la hora.
¿Cuáles son tus últimas palabras, Hiwatari-san?
Todo estaba perdido, o al menos eso parecía. De repente dejó de nevar y el sol pudo finalmente brindar una intensa luz a toda la Sociedad de Almas. Milagrosamente Yuri escuchó la voz de su zanpakuto, había esperado mucho ese momento, así que dijo por fin sus últimas palabras…
Brilla más que el sol, Hikari- la zanpakuto de Yuri comenzó a brillar y a dividirse en 2, una tenía la forma de una luna, la otra tenía la forma de un sol. La shinigami pudo liberar su zanpakuto al fin y se levantó, esta vez con mirada desafiante y con la determinación necesaria para terminar con alguien…
¿¡Pero cómo es esto posible?! ¡Se supone que no tenías tu shikai!- la mirada tranquila y confiada que tenía el chico se convirtió en una de confusión y enojo.
Es muy simple, Hikaru- dijo la renovada Yuri, olvidándose de toda formalidad -Tu zanpakuto le quitó el sufrimiento a mi zanpakuto, ayudando a que yo pudiera escuchar su nombre, todo gracias a ti, y no te preocupes que te devolveré el favor.
La verdadera batalla acababa de comenzar. Por una parte, Fukai Yami dejó de absorber el sufrimiento y Hikari empezó a absorber un poco de la luz solar para dar un ataque. Si alguien estuviera viendo la batalla podría decir que ambos bandos tenían posibilidades de ganar, la pregunta sería quién aguantará más.
Hikaru usó su shumpo para lanzar un ataque aéreo con una de las técnica de Fukai Yami -Daga Roja- es un ataque en el cual Fukai Yami produce una luz roja que a su vez se convierte en una daga que contiene gases tóxicos y conforme va cayendo libera gases tóxicos. Yuri no puede hacer mucho por ese ataque, así que en vez de intentar bloquearlo lanza un ataque al rubio con su espada en forma de sol -Lluvia de Luz- son un montón de bolitas que brillan mucho y que al hacer contacto con el oponente le produce unas quemaduras. La shinigami inhala un poco del gas tóxico lo cual la debilita más de lo que ya estaba, mientras que Hikaru grita de dolor por unas quemaduras…
Demonios, una simple shinigami me pudo dar un ataque, tendré que tomar otras medidas- pensaba el traidor mientras intentaba contener gritos de dolor por las quemaduras, pero le resultó imposible. El rubio absorbió su propio sufrimiento con su zanpakuto, y también se redujo su tiempo de vida. Luego de eso el chico decidió usar sus afamadas técnicas como espadachín para deshacerse de la chica. Ahora su estilo era cuerpo a cuerpo, algo nada fácil de dominar para Yuri, y más en la condición en la que se encontraba. Los movimientos de Hikaru se volvieron ligeramente más lentos, pero aún así era inevitable para la peliazul evadir los ataques de espada del joven, por cada 10 golpes que Hikaru daba, 4 eran esquivados por Yuri, o sea que el número de heridas incrementaba dramáticamente. Sin poder pensar, Yuri accidentalmente lanza un rayo de luz que lastima los ojos de Hikaru…
¡¿Qué fue eso?! Sea lo que sea, me ha dado cierta ventaja, ¿verdad, Hikaru?- decía fríamente la chica mientras el rubio abría los ojos, podían verse como dos focos rojos, una escena algo escalofriante, pero al mismo tiempo llenaba de placer a la chica que observaba cómo la persona que más admiró sufría. Hikaru volvió a utilizar su zanpakuto para dejar de sufrir, acortando otra vez su vida, acto seguido cortó el aire que había para lanzarlo junto con una niebla oscura…
Te presentó una de mis técnicas favoritas, el Viento Oscuro.- dijo Hikaru mientras Yuri lo veía con cara de qué clase de técnica es esa, al mismo tiempo que la esquivaba.
¿Qué se supone que hace esa técnica? Me parece un poco ridícula, sigo sin saber en qué demonios pensaba cuando te tuve respeto y te admiré.
No la subestimes, Hiwatari-san. Sólo observa- el viento oscuro de Hikaru rozó un árbol seco que se encontraba por ahí, haciendo que se volviera oscuro y se hiciera polvo, después ese mismo viento volvía en dirección a Yuri.
Entonces, ese viento oscuro desintegra cosas…- pensaba la chica mientras huía de él. Sabía que no podía huir para siempre, y con su espada de luna hizo una pared de nieve que despedía una gran luz que destruyó al viento.
Bueno, creo que esa técnica se llamara Pared de Luz.- por un momento sonrió, pero esa pequeña felicidad se disolvió en el momento en el que el gas tóxico hacía efecto en todo el cuerpo de Yuri.
Ahora es mi oportunidad.- con la poca visión que tenía por un ataque que había recibido, utilizó su katana para hacerle una gran herida en la espalda a la chica, luego se dispuso a seguir combatiendo como espadachín. La peliazul estaba medio paralizada por el gas tóxico y con un fuerte dolor por la herida de su espalda. Otra vez se encontraba en desventaja, sus ataques cada vez eran más lentos, pero también los de Hikaru lo eran. El efecto de la absorción de sufrimiento de su zanpakuto estaba debilitando al traidor, entonces se le ocurrió una idea a Yuri. Ahora sus papeles cambiaron, Yuri era la que atacaba y Hikaru el que se defendía, con sus espadas la chica lanzó unos pequeños pero intensos rayos de luz, el de la luna congelaba y el del sol quemaba, acto seguido Yuri saltó y le dio una patada desde el aire al rubio, mismo que se vio obligado a usar su zanpakuto por tercera ocasión para detener su sufrimiento. Las cosas habían dado un giro inesperado, los dos apenas se mantenían en pie, pero uno estaba acortándose la vida para poder seguir la batalla y la chica se recargaba en una de sus espadas. Ambos estaban agotados. Hikaru lanzó una lluvia de dagas negras…
Lluvia Oscura- estas pequeñas dagas negras contenían parte del sufrimiento absorbido por Fukai Yami, haciendo que éste requiera más para seguir peleando, entonces absorbió tanto de Hikaru como de Yuri, misma que lidiaba con las dagas negras de manera desesperada, provocando cansancio. Entonces la chica hizo una “x” en el aire, ésta producía un gran resplendor el cual dejaba marcado al oponente y hacía que el mismo cayera en sus rodillas.
Eso es a lo que yo llamo “Rayo X”- decía la chica mientras se quitaba algunas dagas que llegaron a su cuerpo. Hikaru estaba marcado con una “x” la cual le ardía, por lo tanto volvió a usar su zanpakuto para quitarse el sufrimiento.
El combate volvió a ser de espach’ines pues Hikaru atacó con su espada a Yuri, ella no podía esquivar sus ataques, y apenas los bloqueaba. La pelea estaba llegando a su fin, la chica pensaba que era su fin, el rubio estaba agotado y sus ataques eran lentos pero potentes, y al fin pudo encajarle su espada a Yuri…
No….no puedo terminar así, no hasta que…
¿No hasta que qué?
¡No hasta que termine contigo!- al igual que Hikaru, Yuri le encaja su espada de sol, misma que despide una luz que va quemando la herida. Los dos habían llegado a su límite, pero Hikaru volvió a usar su zanpakuto para quitarse el sufrimiento, pero lo único que logró fue caer y morir lentamente, dejando que su sangre tiñera la nieve de color sangre.
Yuri se quitó la espada de Hikaru, y la puso en la mano de Hikaru…
¿Por qué tuviste que tomar el camino de la oscuridad? ¿Por qué me obligaste a matarte sabiendo que yo te quería mucho? Tal vez fuiste una persona muy solitaria que busco una manera de salir de la soledad, pero… aún así…- las lágrimas recorrían su rostro, su zanpakuto volvió a su forma sellada y volvió a nevar, para cubrir el cuerpo de Hikaru Ayanami.
¿Por qué me traicionaste? ¿Por qué no viniste a mí cuando necesitabas a alguien? ¿Por qué te aliaste con un espada? Nunca sabré la respuesta, al menos hasta que yo muera, y al parecer eso esta cerca a menos que vaya al escuadrón 4- se dignó a caminar hasta el escuadrón 4 el cual quedaba cerca del 8, pero estaba mal herida no solo físicamente, si no también emocionalmente, algo que nunca podrá curar ninguna medicina que le administren, tendrá que pasar mucho tiempo para que olvide a Hikaru Ayanami, y el momento en el lo mató.
(OFF: Ren, me acabas de dar una gran idea para un fic xDD en fin, me deseo buna suerte porque la necesito xDD) | |
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