Era muy temprano, cuando el mensajero llegó. Había atravesado toda la sociedad de almas con el fin de encontrarse con ese Shinigami. Tras encontrar la zona residencial donde debía entregar su mensaje partió veloz y ahora por fin, estaba frente a la puerta. Llamo dos veces, pasó el sobre por debajo la puerta y se fue, ya que tenía más trabajos pendientes.
Estaba dormido cuando escuchó los golpes en la puerta. Se desperezo lentamente y se levantó, apartando las mantas a un lado, sobre la cama mullida. La noche anterior no conseguía dormirse, y tras muchas vueltas en la cama cayó en la inconsciencia. Solo unos pasos le separaban de la puerta y en cuestión de segundos tenia la carta en la mano. Acercó un candelabro para poder leerla bien:
Para Kinshin Clemens:
Se te ha encomendado una misión de bajo rango, la cual consiste en ir al mundo humano y encontrar a una joven llamada Saskia Laforge, que vive en la ciudad de Karakura. Tu tarea consistirá en protegerla y traerla a la Sociedad de Almas. La joven es un alma errante que necesita un guía para cruzar entre los dos mundos. En caso de fallo serás severamente penalizado. Para llegar al mundo humano dirígete a la garganta número 21, cerca de nuestro cuartel general.
Atentamente, Kerjex Kyenraku, capitán del sexto escuadrón.
Kinshin no se lo esperaba, des de su muerte no había vuelto a saber nada sobre el mundo humano, se había concentrado en primero sobrevivir en el Rukongai, para luego ingresar en la academia como Shinigami y entrenar duro, hasta ser aceptado como miembro del sexto escuadrón.
“Parece que tengo trabajo, tendré que vestirme y coger mi espada, además tengo ganas de volver a ver mi antiguo mundo, ver cómo ha cambiado, 43 años son muchos años.” Se acerco al armario, se vistió con el uniforme Shinigami de color negro. Colgó el pijama con mucho cuidado, para que no cogiera arrugas, y de encima la mesa cogió su espada.
“Listo, será mejor no hace esperar a Kerjex ni a la joven alma. Vámonos!” Salió de su habitación, cerró la puerta y se dirigió a la garganta número 21, donde le estaban esperando.
Atravesar la garganta fue de las experiencias más traumáticas hasta el momento. Era una cosa sumamente difícil y dura, que le causó unas nauseas terribles, por suerte no había desayunado. Al levantarse del frio suelo, se dio cuenta de que ya estaba en la ciudad donde debía encontrar su objetivo. Tras mirar a su alrededor, empezó a recordar.
“Como ha cambiado todo, tantos edificios altos, tanta gente en las calles, es muy diferente de cuando yo vivía en Karakura. Antes todo eran casas de cómo mucho una planta, lleno de parques y solares abandonados. La evolución acaba siendo triste. Pero basta de nostalgias, tengo trabajo” Cerca de donde estaba, había una parada de autobús, de la línea 3. En ella había un mapa de los buses de la ciudad, pero Kinshin lo uso para ubicarse y saber que estaba en el barrio de Mashiba, que anteriormente era una zona en las afueras, ahora era el centro mismo de Karakura.
“Otra vez, el tiempo pasa, estoy totalmente descolocado, ¡esto antes eran campos! Bien ahora a encontrar al alma perdida”. Acumulando reiatsu en su cabeza, intento percibir todas las almas de los alrededores. Era un esfuerzo titánico ya que había mucha gente en Mashiba. Tras unos momentos pudo ver su objetivo.
Cruzando la ciudad, Kinshin iba observando como todo los edificios habían cambiado, donde antes había una panadería, ahora se encontraban un banco, donde antes había un parque donde jugaba de pequeño ahora había un enorme rascacielos de oficinas. Tras caminar un par de horas entre los recuerdos, llego a su destino: Komatsu.
Llevaba tres horas ya en la ciudad de Karakura, y estaba harto. La nostalgia era fuerte, estaba triste por el cambio sufrido, y ahora que era Shinigami notaba que ese mundo ya no era el suyo, pertenecía a otro, la Sociedad de Almas. Iba caminando sumido en esos pensamientos tan oscuros cuando chocó con algo. Cayó al suelo, y al levantarse pidió perdón:
-Perdóneme no miraba por donde andaba.
Espera yo no puedo chocar con nada que sea de este mundo, por tanto, por tanto… Al mirar vio que había topado con una joven. Era preciosa, con unos ojos verdes muy claros, una cabellera rubia, muy larga hasta media espalda. La boca y las mejillas estaban un poco sonrosadas. En conjunto su cara era preciosa. Al fijarse en su cuerpo vio que, tenía unos pechos normales, ni muy grandes ni muy pequeños, unas caderas anchas. Al levantarse pudo ver que era casi tan alta como, alrededor de 1,70cm. Quedo prendada de ella en el momento en que la vio. “
Esta chica es, es preciosa, he descubierto la belleza personificada.” En ese momento la joven para seguir su camino, y al girarse revelo un agujero del cual pendía una cadena. Era la chica que estaba buscando. Reaccionó rápido y le pregunto:
- Perdona, ¿eres Saskia Laforge? Te estaba buscando.- Si, esa soy yo. Dime porque me buscabas, ¿no ves que estoy muerta? Déjame sola con mi dolor, sino es que realmente tu motivo es importante. -
Me llamó Kinshin y soy un Shinigami, estoy aquí para protegerte y llevarte a un lugar donde estarás mejor.Tras ese corto intercambio de palabras, Kinshin estaba expectante de cualquier reacción de la joven. Había escuchado en la SS, que algunas almas se niegan a ir, otras escapaban. Estaba en guardia pero cuando la joven se le echo en brazos y empezó a sollozar, quedo como petrificado. No sabía bien que hacer, pero se sentía muy cómodo con la joven en los brazos, sentía su dolor y su calor, estaba perdiendo la cabeza por ella. Intentaba consolarla como podía:
Venga, venga, no pasa nada, pero si no dejas de llorar no puedo entenderte, tienes que calmarte. Venga, venga…En ese momento, una sombra cruzo el cielo, oscureciendo el sol, por unos instantes. Kinshin y Saskia seguían abrazados cuando el monstruo cayó sobre ellos. Saltaron por los aires, y Saskia fue a golpear una pared quedando inconsciente. Kinshin rodo por el suelo y se encaro a su rival. Era una especie de Hollow, uno pequeño, parecía débil, pero su reiatsu era muy grande. Tenía la piel de un color negro brillante y dos ojos oscuros, con las pupilas rojizas. Cuando habló su voz era profunda y gutural:
- Shinigami, si no quieres morir, vete de aquí y déjame esta joven viva, para mí. Aunque no me vendría mal un poco de diversión! Dime el nombre de mi juguete…Kinshin sin mediar palabra, sabiéndose en desventaja, ya que el rival era más poderoso que él, decidió atacar por sorpresa. Agarrando fuertemente su espada, realizo un shunpo y a la vez lanzó un tajo dirigido a la cara del enemigo. Parecía que funcionaria, ya que este no se movió del sitio. La espada encontró la piel y pensaba que iba a herirle de muerte cuando esta reboto.
- Ja ja ja! Eres patético Shinigami de verdad crees que puedes derrotarme? Soy Herbel, uno de los arrancares más poderosos. Ahora te lo volveré a preguntar, a quien tendré el gusto de asesinar?- Soy Kinshin y no me vas a matar ni a llevarte a la chica. No sé por qué la quieres viva pero no te la dejare para que juegues con ella. Muere demonio!Volvio a atacarle, lanzando estocadas continuas y con mucha energía. Herbel, no hizo nada para defenderse, dejo que Kinshin atacase y atacase. Finalmente cuando la embestida terminó, Kinshin vio que sus torpes ataques no habían ni dejado un arañazo en la piel del Arrancar. No sabía cómo podía ser pero el arrancar le sacó de dudas.
- Los arrancar tenemos una habilidad de piel de hierro, y ahora por ser tu, antes de matarte te diré para que quiero a esta joven: el amo del hueco mundo cree que tiene el potencial necesario para convertirse en una espada de nivel 1 o 2. Estoy aquí para llevármela! Ahora toca morir Shinigami.Kinshin, tras escuchar estas palabras, pensaba ya en darse por vencido. Bajo la vista esperando la sentencia de muerte, el filo de las garras del arrancar sobre su piel para cuando, vio a lo lejos a Saskia, tan indefensa y pura como le parecía, y decidió que por ella no moriría, que lucharía y la protegería para siempre. Ella merecía la redención, no ser una espada despiada, con el propósito de destruir, llena de odio. Esperaba que su amor fuera suficiente.
“si me rindo ahora, perderé la vida, pero también perderé mi honor, dentro del escuadrón, y sobre todo la perderé a ella, la única mujer que ha conseguido en menos de tres minutos que mi corazón se inflamase y se llenase de alegría y felicidad. Tengo que luchar, tengo que vencerle.”
Levanto la vista, de cara al enemigo, y esquivo por los pelos las garras afiladas. Se llevó un corte de regalo en una mejilla, de la cual empezó a manar sangre caliente, hasta caer al suelo. Pese a sus ganas de luchar no bastaban. Tenía que ser más listo o más fuerte. No conocía el nombre de su espada, y menos dominaba el shikai.
El arrancar volvió a atacarle. La espada choco con las garras del arrancar y salió despedida, en dirección a la pared. Kinshin estaba indefenso y acorralado. No tenía salida.
“Perfecto, he luchado y he durado menos todavía que un estudiante. Pare que en verdad me toca morir, dejar a Saskia en manos de esta cosa!Al estar al borde del abismo, le pareció que el tiempo se relentecía. Las garras se aproximaban lentamente, surcando el aire, en dirección a su garganta. Kinshin no estaba preparado para morir, tenía muchas cosas por hacer. Quería moverse, correr y salvarse, pero no reaccionaba. Estaba totalmente indefenso. Estaba casi muerto. Las garras estaban apunto de rozar ya su cuello cuando escuchó una voz y unas chispas le saltaron a la cara.
Abrió los ojos, y vio una espada, su espada, que había detenido las garras. Saskia era la que la manejaba.
- No tan rápido maldito demonio. Yo soy la que guía mis propias acciones, y Kinshin ha sido el único que al menos parece que le interesaban mis sentimientos. Y ahora maldito arrancar vete!Herbel, no esperaba eso. Kinshin reacciono muy rápido, y cogiendo la espada de manos de Saskia, con un leve cantico y apuntando con los dedos dijo:
-Hadoh no Yon: Byakurai (Arte Destructivo número 4, Rayo Blanco). Un rayo blanco impacto en la piel de hierro del arrancar y este no pudo más que reírse y comentarle:
- Parece que no lo entiendes, mi piel es de hierro, este patético ataque tuyo no me matara!Kinshin sin inmutarse, apuntando con su espada en el sitio donde había lanzado el byakurai, se la clavo y noto como perforaba la piel caliente. Causándole un grave corte. Sin sacar la espada le dijo:
- Se que es de hierro, pero el hierro caliente es más fácil de manejar y menos resistente. En el sexto escuadrón no destacamos por nada, pero se nos obliga a trabajar las bases para al menos tener un buen nivel general. Y Ahora desaparece monstruo!Clavando mas la espada, la removió dentro del arrancar hasta finalmente cortarlo en dos, matándolo en el acto. Kinshin, por fin pudo respirar tranquilo.
- Saskia, muchas gracias por tu ayuda. Entiendo que no quiera, pero vendrás conmigo a la sociedad de almas?- Me parece que sí, al menos allí estaré segura no?-Yo te protegeré!Se pusieron en marcha, andando otra vez el camino hacia la garganta numero 21. La cruzaron y llegaron a la Sociedad de Almas. Saskia quedo tan aturdida por el viaje que Kenshin, la tuvo que llevar en brazos hasta delante del capitán Kerjez.
- Mi capitán he cumplido la misión y le traigo a la chica que pidió. Dígame que será de ella, estoy muy preocupado por su seguridad. Parece que los arrancar los querían para ser primera espada.El capitán, un hombre muy veterano, pudo ver el aprecio de su subordinado por la joven alma, y pudo sentir su amor, sus sentimientos estaban a flor de piel y los podía notar, fácilmente también en su reiatsu. Tomo la decisión que mejor le parecía.
- Buen trabajo Kinshin. La decisión es esta. La joven de nombre Saskia será entrenada para convertirse en Shinigami, dado que tiene tanto potencial, llegara lejos y nos puede ayudar mucho. Respecto a otra cosa, si a ella no le importa puede quedarse en tu casa. Puedes retirarte.Después de esa misión, la vida de Kinshin nunca volvió a ser la misma. El y Saskia formaron una de las parejas más poderosas de toda la sociedad de almas, al igual que su amor que también fue legendario.
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