Primer entrenamiento.

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El Sol terminaba su ruta diaria hacia el horizonte. Teñía el cielo con gracia de un color anaranjado. Su figura se iba escondiendo poco a poco dando paso a la monarquía de la Luna, que replandecía grandiosa en el cielo, argenta y vistosa, como la verdadera reina de la noche.

Una cursiosa silueta interrimpía la armonía del pacífico campo de entrenamiento del 13vo escuadrón a aquellas horas. Una figura doblada, flaca, debil. Blanca como la nieve. Su inexpresivo rostro contemplaba la escena, impasible. Sus manos se extendían hacia delante desde los codos. Sus frágiles manos sostenían dos tazas blancas de procelana todavía humeantes, rellenas de delicioso té de finas hierbas recien cortadas. No muy lejos de él, en una modesta mesita de madera ya esperaba un recipiente de cuello largo con hielo en su interior.

El aroma de la infusión atravesaba las puertas todavía abiertas del edifício principal de la División, que daba directamente al despacho del capitán de éste.

Ambas armas del teniente estaban preparadas, pero todavía sin desenvainar. Éste, lucía un traje cómodo y sencillo que consistía en una simple camiseta sin mangas de color rojo y un pantalón suelto negro que pertenecía al uniforme Shinigami.

Sus ojos miraban fíjamente al frente, con una tonalidad roja que, al contrario de lo que se podría considerar, indicaban la total calma y tranquilidad de Brandon. Esperaba, apaciblemente, la salida de su capitán.

Spoiler:

No muy lejos del lugar, precisamente acercándose a paso lento, una nueva presencia comenzaba a hacerse presente frente a todo ese vasto escenario de aromatizados y suaves rincones. Aquel personaje, detonaba una diferencia muy pronunciada a comparación con aquel que yacía manteniendo la espera bajo un semblante de serenidad; las ropas del aparecido eran más llamativas aunque quizá no al extremo, simplemente, una comparación que por lo general, se hacía presente en todos los miembros del Gotei.

Dió unos últimos pasos más, alejándose por completo de la protección que brindaban los tejados de esos largos balcones. Llevaba puesto un traje típico de Shinigami, con la diferencia que encima de éstos se revestía con un imponente haori blanco, aquellos que eran unicamente usables por los encargados de llevar el rango de Capitán, curiosamente y para no acabar con sólo eso, por encima de la mencionada prenda, se apoyaba un largo saco de color marrón, algo antiguo a simple vista pero presentable y de buen estado...

- Ah, Brandon...¿será acaso eso que llevas en tus manos lo que huele tan delicioso? - interrumpió con voz suave y bonachona mientras dibujaba una media sonrisa -

Llevó luego su mano derecha hacia el ala delantera de su sombrero y con ayuda de sus dedos, lo acomodó un poco para ayudarse a despejar su mirada en el proceso. Le dedicó ésta última al Teniente, aunque por sopresa, parecía encontrarse partida a la mitada ya que uno de sus ojos se hallaba escondido tras la identidad de un negrusco parche. Sus oscuros cabellos brillaban bajo el son de un azulino profundo gracias al resplandor del astro madre, su única pupila en cambio, creaba un tierno destello, como tratando de imitar la superficie de un cristal...

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Oyó unos ligeros pasos que, sin duda, debían ser de la persona que esperaba, pues supresencia era inconfundible. Un ligero movimiento de cuello permitió que la cabeza se girara 90º para que sus ojos pudiesen observar a aquel hombre que claramente merecía su respeto. Sin embargo, manifestar aquel hecho sería inpropio de Brandon. Ni si quiera una sonrisa o cualquier otro tipo de mueca no apareció en su rostro.

- Por supuesto, Taicho. Y le está esperando. - dijo mientras alargaba lentamente hacia fuera la mano derecha con la taza. El vapor de esta pareció atacar directamente el olfato del capitán, incluso ya las pupilas gustativas. EL híbrido de té negro y zumo de melocotón recién hecho parecía estar llamando al capitán, envolvíendolo con sus invisibles manos.

El cuerpo del teniente se giró por completo hacia el capitán, con la mano alargada ahora hacia delante. Sus ojos se clavaron en los del superior. El color rojo de éstos se acentuó gravemente. Una suave brisa meció ligeramente su pelo revuelto y desordenado...

- Todavía esta caliente. ¿Qué tal si calentamos nosotros para que se enfríe el té? El que lo derrame, se quedará sin degustarlo. - aquella proposición era claramente un "reto" a un duelo amistoso, un tanto curioso e inusual.

[Nota: El rojo de los ojos acentúa los sentimientos positivos. El azul los negativos o incluso la aparición de la parte Hollow]

Aquel humeante armamento parecía retocar seductivamente los relajados sentidos del capitán, su cabello se mecía claro al ritmo del viento y eso resaltaba una imágen curiosamente risueña. Creó un delicado puño con su mano derecha elevándolo sin desviar mucho su codo hasta mantenerlo a una distancia prudente de sus labios, seguidamente, un sonido proveniente de su garganta hizo esclarecer que intentaría decir algo en respuesta a las palabras de su pálido teniente quien continuaba observándolo a una distancia con ambas tazas en sus manos...

- Tú si que sabes mantener el día animado... - comentó aclarando el ritmo de su voz y parpadeando con suma tranquilidad, mientras que, su mano se volvía a apartar de su rostro hasta esconderse en la profundidad de uno de los bolsillos de su reconocible gabardina -

Posicionó su mano izquierda, la que mantenía aún intancta, apoyándola en una de las correas que recorría flojamente su cadera y sostenía al mismo tiempo su pequeña wakizashi desde un costado. Perpetuó su vista en la postura del shinigami apuesto, soltó un suspiro de satisfacción y volvió a ilustrar una ligera sonrisa, moviendo su rostro a un perfil no muy notorio con la intención de imitar una expresión de seriedad...

- Oh, permíteme aceptar el reto, pero eso sí, no te prometo piedad cuando el té está de por medio - agregó riendo entre labios y mirando fijamente las oculares esferas de su subordinado, para luego sostener la cabeza de su sombrero acomodándoselo con total cuidado -

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Los ojos rojos de Brandon seguían quietos, clavados en los del capitán. Mirarlos era casi un ritual para B, su estilo, su forma de predecir los movimientos del otro. No tenía esperanzas de ganar, pero sí de mejorar, y ¿con qué persona mejor que con su capitán? Ese hombre todavía podía enseñarle mucho, salvo hacer buen té.

Decidió actuar con doble sorpresa. Era obvio que Kanon dejaría que el más debil empieze, por lo que decidió no perder tiempo. El espacio temporal estaba limitado, puesto que el té no tardaría mucho en ponerse a temperatura agradable.

La ya encorvada figura de Brandon se encogió todavía más para coger el impulso necesario. El movimiento que tenía pensado realizar debería ser rápido y preciso. No dudaba de su propia velocidad, pero la precisión podría no ser del todo la deseada, lo que desencadenaría una tragedia... té en el suelo. El reiatsu que recorría líbremente el cuerpo del teniente empezó a almacenarse en pequeños campos al rededor del codo, muñeca y hombro derecha de éste, al igual que otra pequeña a lo largo de toda la pierna izquieda que permanecía ligeramente atrasada respecto a la otra.

En un abrir y cerrar de ojos, los ágiles dedos de B realizaron un curioso movimiento acompañados de la propia muñeca, lanzando la taza de té ardiente con sumo cuidado por los aires, directamente hacia el capitán manteniendo su verticalidad. El líquido apenas vibró... Mientras tanto, el reiatsu concentrado entró en acción, permitiendo un rapidísimo movimiento del brazo entero para alcanzar la Zampakutoh enfundada en la espalda. Con la celeridad conseguida, consiguió sacar medio filo de ésta mientras la bebida todavía estaba en el aire.

Por muy sorpresivo que fuera aquel movimiento, y por muy inexpresivos e impredecibles que fueran los ojos de Brandon, no sería suficiente para el capitán. Aun así, valía la pena intentarlo... para superarse a sí mismo.

El resto de reiatsu concentrado le ayudó a realizar su movimiento de ataque sorpresa definitivo... La pierna salió disparada del sitio realizando un Shumpo a corta distancia mientras la zampakutoh, ya casi fuera de su fundo, mantenía su trayectoria diréctamente hacia la taza de té con el fin de partirla en dos con un golpe vertical. A la vez, su mano izquierda sosteniendo su propia taza, se apartó ligeramente a un lado, camino de cubrirse tras su espalda, manteniendo el equilibrio...

El comportamiento de su teniente era algo desesperante o mortificante para cualquiera, al punto de ocasionar inpaciencia para con el lado contrario, sin embargo, Kanon no lo tomaba muy a pecho por la sencilla razón que ya le era cosa del día a día. Inició su escasa caminata acercándose un poco más a la escena, manteniendo su mediana distancia ya que, después de todo, un entrenamiento es un entrenamiento y las cosas podrían moverse de manera poco esperada, tal y como en un campo de batalla.

Al momento que se detuvo, vió con un pequeño grado de curiosidad escondida en su mirada, a lo que Brandon daba inicio irradiando esos porcentajes de reiatsu, definitivamente parecía que el ambiente giraría a un extraño ritmo. Sin haber cambiado su postura inicial, el capitán volvió a ser testigo de una nueva hazaña a favor del otro shinigami, ésta vez aquel protagonista se elevaba de un ágil salto y a su vez le lanzaba con increíble precisión, una de las tazas que en un comienzo habían sido sujetados por sus dedos.

Kanon inmediatamente ilustró un rostro de perezosa sorpresa y sin desprender la vista de los movimientos hechos por su subordinado, aceleró firmemente su pie derecho, encorvó imperceptiblemente su cuerpo llevando en el acto su mano izquierda hacia su sombrero, sujetándolo con delicadeza. En ese momento, realizando un firme giro de poco menos a 180 grados, buscó tomar un impulso de fuerza, mientras que, retirando por fin la mano oculta en su bosillo, se ayudó a sujetar aquel lado de su saco para aventarlo contra el otro shinigami a modo de distracción, sin embargo, no todo acabaría sólo en esa jugada. Desapareció realizando un silencioso Shumpo a corta distancia, tal y como el teniente previamente se había trasladado; su objetivo en ésta oportunidad fue reaparecer a escasos milímetros de la taza lanzada, estiró levemente sus brazos y se preparó para recibirla encogiéndolos al mismo ritmo que la porcelana iba acercándose; todo aquello con rapidez, presición y firmeza, haciendo notar que hacer semejantes cosas eras practicamente nada para el que ostentaba aquel cargo de líder.

Habiendo caído ya en el maderoso suelo, sostuvo con firmeza el asa y dirigió velozmente su mirada hacia donde se encontraba cayendo melancolicamente su mencionada prenda de vestir, sorpresivamente, fugó un elegante salto en diagonal hacia adelante y señaló con aquella mano libre de estorbos, rellenándola con una ligera cantidad de reiatsu...

- Hadoh no Ichi... Shou - anunció con voz a ritmo normal y firme -

Una ligera onda de energía salió impulsada desde la yema de sus dedos abiertos en un vagabundo espiral, aquel vendaval impactó con la gruesa capa de tela del saco y lo propulsó con mayor fuerza, guardándose así, la manera de bloquear el rango no sólo de visión sino también de reacción para Brandon. Takeuchi mientras tanto, cayó de pie terminado de ejecutar su diminuta distracción, retornó la extremidad usada para la invocación y, posándola sobre el ala de su sombrero, lo reacomodó...

Momentos antes de ser partida por la mitad, la taza desapareció de su sítio, quedando a salvo.

Agilidad mental era algo de lo que no le faltaba a Brandon, ni tampoco capacidad de observación. Podía predecir cuales serían las derecciones de sus Shumpos, incluso la longitud de estos con ver la postura y la cantidad de reiatsu acumuladas para realizarlos. Sin embargo, tan solo la idea de ser capaz de seguirlos era absurde y etúpida. Tenía que apostar por la certeza de sus cálculos.

En parte fueron ciertos, pero la velocidad fué mayor de lo previsto. La taza acabó en las manos del capitán y el "saco" levitaba en el aire...
"Shou" ... Debía reaccionar rápido. Su taza de té estaba en peligro si perdía el equilibrio repentínamente. Debía aprovechar su ataque fallido para salir de aquella situación.

Siguiendo la trayectoria de la Zampakutoh anteior, clavó la punta de ésta en el suelo. Una voltereta era la mejor opción, pues por la inecria el líquido no se saldría del recipiente. Rápidamente, su brazo pasó a ser el punto de apoyo sobre la Zampakutoh, quedando por unas milésimas de segundo boca abajo complétamente...

Spoiler:

Su pierna izquierda, para mantener correctamente el equilibrio, golpeó el saco que se dirigía hacia él, alejandolo y desviandolo de su trayectoria, enviandolo a la anterior posición del Taicho. En poco más, Brandon se estaba incorporando completamente, quedando sobre sus dos piernas. Sin embargo, al querer quedarse recto, la Zampakutoh clavada resistió al ser estiraba, lo que provocó un brusco movimiento en el cuero de éste, haciendo que algunas gotes del delicioso té salieran despedidas de la taza... Mierda... pensó al ver tal desastre...

Sin perder más tiempo, concentró otra considerable cantidad de reiatsu en sus piernas y en las partículas debajo de éstas para realizar otro Shumpo, apareciendo lo más cerca posible del capitán en posición inclinada ligeramente hacia atrás, propinando una patada lateral dirigida diréctamente a la muñeca de éste. Otras cantidades de reiatsu estaban concentradas en sus rodillas y en la propia espinilla (que era la parte que se encargaría de dar el golpe) para salir repotada, al igual que el resto del cuerpo, hacia atrás al entrar en contacto con cualquier objeto físico. Mantenía su taza de té ocultada ligeramente detrás de la esplada, mientras que la mano con la katana se encargada de mantener el equilibrio quedando a un lado, con el filo hacia arriba ara eviatar heridas tanto en él como en su capitán.

El saco no formaba parte del ataque, pues no conseguiría nada con él. Sin embargo, el hecho de ver que su patada iba a ser parada le obligó forzosamente a emitir una leve sonrisa. Brandon, desde siempre, ha sido dificil de predecir y su "habilidad especial" le ayudaba a serlo todavía menos.

Nada más entrar en contacto ámbos cuerpos y campos de riatsu de la mano y la pierna, la segunda rebotó hacia atrás, al igual que el resto del cuerpo tel teniente. Sus ambas manos estaban estratégicamente colocadas, las dos inclonadas hacia su lado derecho, para poder realizar un giro hacia el mismo lado al completar el rebote. La acción tomó su inicio:

La pierna izquierda tomó impuslo hacia atrás nada más tocar al capitán lo que le ayudó a evaitar completamente el contraataque de éste, su cuerpo realizó un giro de casi 360º hacia la derecha, con una trayectoria de parábola primero alejandose del capitán y de nuevo acercandose por el otro lateral, con una patada giratoria ya preparada con la misma pierna, con la parte opuesta que el golpe anterior. Por suerte para Brandon, el capitán cambió la taza de mano para defenderse, por lo que ahora y de nuevo, el recipiente con la infusión estaba jústamente en el punto de mira de la pierna.

El líquido propio del teniente, mientras tanto, se balanceaba poco a poco en la taza que se encontraba en posición horizontal, a favor del movimiento realizado, pues los movimientos eran demasiado rápidos como para verse afectado por la gravedad. Al concluir su próximo movimienta, fuera cual fuera el resultado, la taza cambiaría drásticamente de posición, de nuevo en horizontal pero justo al lado contrario contrarestando el efecto de la inercia. Mientras tanto, seguía ligeramente oculta por el torso de Brandon.

[BSO de antes: https://www.youtube.com/watch?v=VxRciR3EKIg&feature=related ]
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Como era de esperar, la reacción del capitán fue rápida y precisa. El ataque dirigido a su pierna en movimiento le cogió por sorpresa. Pero era una sorpresa esperada.

Al recibir el impacto antes de acabar su propio ataque, el cuerpo del teniente se vió obligado a dar una especia de voltereta hacia atrás, lo que suponía un peligroso movimiento para el recipiente que contenía la infusión, el cual, inmediatamente se puso en dirección favorable a la inercia. Pero a pesar de ello...

El cuerpo de Brandon experimentó un giro hacia atrás pero no con suficiente velocidad, por lo cual, el líquido, poco a poco se salió de la taza, cayendo lentamente al suelo, al lado del capitán. Al notarlo, el teniente soltó la taza en pleno movimiento, dejando que ésta "saliera por los aires" hacia arriba, mientras él se alejaba de Kanon. Una vez boca abajo, apoyó su mano ahora libre para realizar con éxito un suave empujon y aterrizaje en el suelo con ámbos pies, de cara a su "oponente".
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[BSO a partir de aquí: https://www.youtube.com/watch?v=WzxQeDWZMl0&feature=related ]
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Miró el líquido derramado en el suelo... Puso su Zampakutoh por delante de su cuerpo, apuntando al capitán, con cierto aspecto desafiante pero al mismo tiempo guardando respeto hacia aquella figura. El reiatsu comenzaba a concentrarse tanto en sus piernas, debajo de ellas, y especialmente en las articulaciones del brazo diestro.

La taza de porcelana, en ese momencho, cayó al suelo, rompiendose en varios pedazos, solpicando hacia todas las direcciones los pocos restos de té que aun contenía.

La mirada de Brandon se centró en los ojos de Kanon.

- A pesar de haber perdido, el té todavía no se ha enfriando. Sería una lástima desaprovechar este tiempo. Yo podré servirme luego... - echó una rápida ojeada a la mesita con los demás recipientes - mientras tanto, ¿por qué no continuamos?

Como era esperar de aquel teniente, esa era una pregunta retórica para dar tiempo al capitán a desenvainar su Zampakutoh y dejar la taza en el suelo, pues tras esperar unos momentos y acumular suficiente reiatsu se lanzó con un veloz shumpo (o al menos para él era veloz) hacia el capitán con un única estrategia: dos golpes y retirada. Su cuerpo estaba inclinado hacia delante, lo que supondría un rápido rebote al entrar en contacto con cualquier objeto físico y vuelta al ataque con todavía mas fuerza que el golpe anterior, y una velocidad envidiable. El primero iba dirigido diréctamente al hombro derecho en posición vertical con la hoja enteramente mirando al oponente, y tras el rebote, una estocada directa al estómago...

Era cierto que su estrategia había funcionado, los movimientos de su teniente eran leíbles pero al mismo tiempo impredecibles, era complicado tratar de adivinar en qué consistiría el ataque a menos que lo realice y eso, desde luego, daba un limitado tiempo de reacción, Kanon tenía la experiencia como aliado, por lo que tratar de responder lo más rápido posible era cuestión de lógica. Hasta el momento, el Capitán se había mantenido en una estancia enteramente defensiva, dejando unicamente que el atacante sea Brandon; al momento de bloquear su penúltimo movimiento ofensivo, pudo darse cuenta segundos después de como éste reaccionaba para evitar perder el equilibrio, realizando ágiles movimientos en cuestión de fracciones y sorprendiendo aún más con sus volteretas, sin embargo, eso traería consigo un descuido algo irremediable; la taza que yacía en su posesión, cayó al suelo, rompiéndose en el acto, esparciendo cada gota del tibio Té por los suelos, Kanon al ver ésto, ilustró un gesto de perplejidad iluminando en su visible ojo, un ligero destello.
Brandon ya lo estaba observando, centrando su vista en la del Capitán, quien no se hizo esperar y volviendo en sí, miró a su Teniente de la misma manera, sin detonar expresión alguna pero tampoco, sin mostrar seriedad o frialdad alguna. Al oír con atención sus palabras, el vaquero ya comprendía con suma facilidad lo que quería decir, después de todo, no sería su segundo al mando si no se conocieran lo suficiente...

- ¡Bravo!... siempre teniendo una razón única en tus palabras, Brandon - comentó en son de respuesta, apoyando su mano izquierda sobre el cuello de su zampakutou y la derecha elevando suavemente el ala frontal de su sombrero con ayuda de dos de sus dedos, mientras los otros se ocupaban de sostener la taza - Sin embargo, hagámoslo un poco parejo... - agregó como última dedicatoria, regresando su diestra hasta la proximidad de su rostro y dirigiendo lentamente el borde de la porcelana hasta sus labios, gustando del exquisito Té que yacía en el interior -

Cuando terminó, dejó la taza sobre el suelo, a una distancia un poco prudente de cualquier alcance físico que ellos pudieran dar. Para cuando retomó la postura, su pálido Teniente ya había movido los músculos, viéndolo desaparecer de un rápido shumpo, Kanon posó su mano derecha sobre el mango de la wakizashi y con un veloz movimiento la desenvainó, haciendo un leve corte en el aire en señal de poderío. Sorpresivamente, dejó la zampa estirada diagonalmente hacia su costado derecho y con rapidos giros, enrolló la manga zurda de su haori haciendo una contextura un tanto más gruesa, acto seguido, con un leve esquive hacia su izquierda, realizó un velóz y completo giro al mismo sentido del reloj, golpeando con concentrada fuerza la enderezada hoja de la katana contraria, al menos, lograría nuevamente desorbitarlo más que anular su ataque una vez más, aunque eso le costara un corte en el ropaje.
Repentinamente, cuando estaría a punto de girar también su brazo libre, ondeando su pequeña katana de tal manera que como una manecilla propinara un corte en el torso de Brandon, una mariposa negra como la misma noche interrumpió frente a su vista, obligando al Capitán a detener su movimiento y realizando un cortado salto hacia atrás. Sostuvo al dichoso insecto en su dedo índice y sin más suspiró, realizando un leve movimiento de cabeza, asintiendo y miranfo de reojo a su encorvado Teniente...

- Lo tendremos que dejar por hoy, al parecer, las cosas en el Seireitei se han empezado a mover y nos invocado a una reunión, adelántate Brandon, en cuanto termine de cambiarme te daré el alcance... - le dijo con voz amable y sonriéndole, haciendo presencia de una orden bien intencionada. Tras eso, emprendió su camino hacia el interior de la residencia, pasando por delante de su mencionado subordinado, antes que diera un paso más y se alejara por completo, volvió a detenerse - Mantén tu característico porte ante el resto de Capitanes, he oído que muchos de ellos son nuevos y no estaría mal mostrarles confianza a primera vista, sé que tratándose de ti no habrá problema... Oh sí, antes que me olvide, si llegan a tocar algún tema de importancia, me lo chismeas disimuladamente, sino es nada que te llame la atención, lo dejaremos para cuando regresemos, adelante, ya te puedes ir - finalizó con una bonachona sonrisa en su confianzudo rostro, ésta vez, desapareciendo de un inmediato e imperceptible shumpo -

- Hai. - Dijo tras haberse marchado el capitán, para nadie, agachando la cabeza como solía hacer. Su rostro delimitó la serenidad de siempre.

Con un veloz Shumpo, desapareció del campo de entrenamiento dejando el juego de té justo ahí. Era mejor no perder tiempo. Seguramente fuera algo importante...