Examen para Lider Quincy (Riyuu)

Aquí esta tu examen:

Eres un Maestro quincy recién ascendido que al llegar a tu cuarto de la ceremonia de ascenso notas una rara presencia, cuando te acercas a ella ves que es un adjucha y decides combatir sobrepasando tus limites y derrotándolo pero el te deja mal herido

Recuerda se puntúa la longitud del post pero sobre todo la forma de describir el entorno, los sentimientos del personaje y los movimientos, además de las faltas de ortografía. Tienes tres dias para contestar

Suerte!

"Riyuu Shima, por el poder que me concede el sagrado poder de nuestros antecesores, te nombro maestro quincy. Que este nuevo rango te conceda el conocimiento y el poder para proteger a las gentes de Karakura y a tus hermanos y hermanas de las fuerzas de Hueco Mundo."

Aún no me lo podía creer del todo, finalmente tras mucho tiempo esforzándome por mejorar, entrenando diariamente, corrigiendo mis errores y cumpliendo mis labores lo mejor que podía he conseguido ascender otro escalón en la orden. El camino como quincy no es algo fácil, no se basa solo en entrenar para conseguir más poder y ascender rapidamente, hay más.

Estudiar nuestra historia, a nuestros enemigos, nuestros propios poderes y límites. El quincy necesita saber desde como puede ser su enemigo al límite de su propio poder, ese es el quincy definitivo: un guerrero poderoso y sabio al mismo tiempo.

Tras la breve ceremonia decidí retirarme a mi habitación para descansar algo antes de atender mis nuevas labores como maestro, después de todo alguien cansado sea cual sea su rango o potencial no es efectivo en sus labores.

No faltaría mucho para llegar a mi habitación cuando sentí un terrible escalofrío, una sensación de poder espiritual asombrosa que no había captado nunca hasta ahora. Al principio sentí la necesidad de llamar a algun maestro de los presentes en la base, pero no me di cuenta de que ya estaba con uno de ellos.

La sensación de frío pareció disminuir en mi interior cuando esbocé una leve sonrisa y algo más confiado de mi mismo seguí acercándome a la fuente de aquella energía espiritual. Finalmente me detuve en seco delante de una puerta, tras ella parecía estar la fuente de la energía que comencé a sentir hacía ya unos minutos. Pero para mi horror, dicha fuente procedía del interior de mi propia habitación.

Me concentré en mi brazo derecho para invocar mi arco espiritual antes de llevar mi mano libre al pomo de la puerta y girarlo lentamente a la vez que inspiraba profundamente. Antes siquiera de que la puerta se abriera, vi como una gran porción de la puerta quedaba destrozada y una especie de pinza se cerraba en torno a mi cuello antes de lanzarme como un muñeco al interior de la habitación.

Recostado contra la pared y luchando para poder ver a mi atacante intenté incorporarme para por lo menos intentar defenderme de un próximo ataque. Antes de poder volver a invocar mi arma espiritual, vi como algo se movía en la oscuridad y me golpeaba fuertemente en el pecho haciéndome caer a través de la ventana que tenía a mi espalda y llegando así hasta la calle.

Uno, dos..tres

Esas fueron las veces que reboté contra el asfalto antes de con el cuerpo magullado conseguir incorporarme y ahora sí ver al monstruo que había saltado desde mi habitación hasta la fría calzada. Tenía cabeza de toro, sus ojos blancos brillantes me miraban acompañándose de un relamerse continuo, su torso de apariencia humana con un gran agujero en la sección izquierda del pecho me dió la identidad de mi atacante.

¿Un hollow solo en la base?..esto es muy extraño

No me lo pensé dos veces, pese a tener el cuerpo machacado por los golpes consecutivos invoqué mi arco espiritual y comencé a moverme para ponerme en una posición de tiro idónea, realicé un Hirenkyaku para posicionarme en un tejado próximo con la cuerda ya tensada y me dispuse a disparar, pero el hollow ya no estaba allí.

Sin soltar la cuerda comencé a escanear mi alrededor para localizar su energía espiritual, y lo acabé descubriendo encima mia tan solo medio segundo antes de que me cayera encima
y poder apartarme rodando a un lado para que no me aplastara con aquel golpe.

Con dificultad me levanté del suelo y me pasé la mano por la boca para eliminar un pequeño hilo rojo que me caía de ella manchándome la barbilla y parte de mi vestimenta. Ni siquiera invoqué de nuevo mi arma espiritual simplemente se me pasó por la cabeza una sola pregunta.

-¿Qué eres tú para poder internarte tanto tú solo en una base repleta de quincys?

El monstruo flexionó sus extremidades inferiores a la vez que parecía preparar aquella extremidad en forma de pinza para cargar contra mí medio segundo después pronunciando una sola palabra.

-Adjuchas..

Era muy rápido, y eso en alguién de su apariencia y tamaño no podía ser nada bueno, y mucho menos para mí, antes de que pudiera apartarme me habría dado de lleno con aquel golpe, asi que aunque no me hiciera mucha gracia había llegado el momento de usar eso por primera vez en batalla.

Cuando la pinza llegó a mi altura un destello azulado chocó contra ella y partió en dos la extremidad como si fuera mantequilla. Herido, el adjuchas se retiró hasta el extremo opuesto del tejado y se llevó su otra mano a la herida mientras me miraba fijamente lleno de ira.

En mi mano portaba un arma brillante de tono azulado, poco a poco me fui acercando al monstruo mientras acompañaba mis pasos firmes con unas sencillas palabras.

-Al contrario que el resto de mi orden, a mi me pareció buena idea dedicar parte de mi entrenamiento a saber manejar una espada, ahora comprobarás el poder de Seele Schneider..

Parece que mi nuevo rango me dió confianza, pero en esa ocasión como en otras muchas antes, pequé de arrogante. Su rapidez pese a estar herido no disminuyó en absoluto, no era capaz de alcanzarle ni siquiera emboscándole con el Hirenkyaku y una vez más mi error sería mi perdición.

Me atrapó, con su extremidad herida bloqueó uno de mis ataques y aprovechó la oportunidad para clavar una larga y afilada garra de su otra mano en mi abdomen. El grito de dolor que exhalé a la vez que dejaba caer la brillante espada hasta la parte más baja del edificio era una muestra suficiente de la dureza del ataque. Me llevé las manos a la herida a la vez que intentaba mantener ambos ojos abiertos cuando el adjuchas alzó su mano hasta su cara y así poder ver su sarcástica sonrisa antes de lanzarme al vacío.

Lo único que recuerdo a continuación, era estar tendido boca arriba en el suelo luchando por tener los ojos abiertos y continuar consciente. Los ojos me pesaban, mi aliento era cada vez más lento, más débil..y sentía como mi corazón iba perdiendo ritmo en sus pulsaciones.

Antes de que mis ojos se cerrasen pude ver como aquella bestia del Hueco Mundo saltaba dle tejado directa hacia mí para rematarme de un solo golpe.

Estaba como en una nube, un espacio vacío y oscuro y el único tramo iluminado era en el que yo estaba simplemente de pie, sin hacer nada de nada. Entonces ante mi vista apareció mi padre, una persona que llevaba años muerta, me di cuenta de que no podía hablar, así que simplemente escuché lo que dijo sin mover un músculo.

-Has llegado muy lejos Riyuu, desde el momento en el que comencé a entrenarte, supe que serías un gran quincy algún día, no dejes que esta bestia finalmente te derrote, demuestrale de lo que somos capaces...demuestrale de lo que tú eres capaz..hijo mio.

Abrí los ojos de nuevo y volví a la realidad, pese a estar muy herido me sentía lleno de fuerzas renovadas, la bestia ya no tardaría en echárseme encima, así que al mirar a un lado vi la Schneider y sin pensarlo la cogó con la mano y realicé un Hirenkyaku para aparecer en un pequeño tejadillo a la espalda del monstruo.

Cuando este tocó suelo, la extremidad que ya tenía herida quedó completamente cercenada y volvió a exhalar un gran gruñido de dolor, fijó su vista en mí a tiempo para ver como me lanzaba contra él de nuevo e interponer su otra mano llena de garras afiladas.

Con otro tajo la Schneider cercenó también gran parte de aquella extremidad e hizo que el monstruo se retirara a unos cuantos metros de donde había estado. Flexionando las piernas y clavando lo que le quedaba de cada brazo en el suelo, abrió su boca todo lo que podía y entonces vi como una gran esfera roja brillante surgía de la nada en esta.

No pensaba quedarme quieto, invoqué mi arma espiritual y puse la Schneider para poder dispararla, en tan sólo unos segundos concentré toda la energía espiritual que pude en ese solo ataque, el final de esta batalla sería un todo o nada.

A la vez que dejé escapar la cuerda de mi arco y el proyectil salió disparado hacia el adjuchas, un terrible cero venía directo a mi con suficiente energía como para hacerme picadillo.

Ambos proyectiles se encontraron a mitad de camino, la Schneider parecía cortar el cero en dos mitades exactas mientras seguía su recorrido hasta el cráneo del adjuchas hasta que finalmente se clavó de lleno en el mosntruo a la vez que el cero ligeramente desviado hacía explosión a tan solo medio metro de donde estaba lanzándome varios metros atrás y hacerme rodar por el suelo magullado y muy herido.

No sé decir cuanto tiempo llevaba ya tirado tal cual había caído después de la explosión, pero si seguía vivo significaba que mi ataque impactó de lleno y destrozó al poderoso Adjuchas.

Comenzó a llover, y las frías gotas que me golpeaban la cara me daban un ligero empujón para poder continuar consciente, pero no podá más, volvería a caer inconsciente en tan sólo unos segundos. Antes de que mis ojos se cerraran del todo y que mis sentidos me abandonaran creí oir pasos de al menos dos o tres personas, si el destino me tenía algo más reservado esos pasos serían mi salvación.

De nuevo en la oscuridad pronuncié dos palabras antes de perder completamente el conocimiento.

-Gracias padre...

Aprobado, felicidades, paso a darte color y rango