Examen 3º espada

bueno, aquí esta, se que lo esperabas con ansias XD:


Eres un shinigami aprendiz y tu mejor amigo muere en uno de los entrenamientos por la falta de profesionalidad de tus entrenadores, esto provoca en ti una rabia irrefrenable que desemboca en el asesinato de tus entrenadores, esto te causa una lucha interna contra tu mitad hollow que ha despertado, que ganas casi al limite de tus fuerzas, al enterarse tus superiores deciden asesinarte, pero ya que dominas los poderes del hollow consigues escaparte de la sociedad de almas malherido.


bueno, pues lo de siempre, tienes libertad para inventarte de todo, pero que concuerde con esa historia, cuenta la longevidad del post, las expresiones, la originalidad para desarrollar la historia y la ortografía, tienes 3 días, mucha suerte

Demasiado pronto… En la mente del joven Roan solo aparecía esa frase. Yacía tumbado en su cama mirando el techo, ¿Por qué demonios tenía que ser tan pronto? A pesar del entusiasmo que siempre tenía el joven aprendiz de shinigami, no toleraba mucho el tema madrugar y eso era algo que ya empezaban a saber los demás. Dos pequeños golpes inundaron la pequeña habitación de Roan mientras este terminaba de acabar de vestirse.

- ¿Quién es?-

Una cabeza con el pelo blanco y corto se asomó por la puerta con una gran sonrisa en la cara. A primera vista se le notaba una pequeña cicatriz encima del ojo derecho que le daba un tono más serio de lo que era, y una nariz bastante grande motivo por el cual Roan se reía de el cuándo le ofendía de alguna manera.

- Joder, he visto tortugas tetrapléjicas mas rápidas que tu ¿Sabes? –

Exclamó Tetsu mientras se reía y salían de la habitación rumbo a la zona acordada mientras Roan le mandaba una mirada de odio antes de ponerse a reírse el también. Tetsu siempre había sido un joven muy positivo y con grandes aptitudes, casi tan grandes como sus sueños, soñaba con que un día serían los mejores capitanes que había habido nunca en la Sociedad de Almas. Roan no tenía en mente llegar a ser tan importante nunca, aquellos tíos eran la elite, los más poderosos de la SS, en cambio ellos eran apenas unos novatos.
Al cabo de un par de minutos llegaron a la zona de entrenamiento donde los 2 instructores estaban esperando junto a otro grupo de aprendices que como ellos querían llegar a ser shinigamis.

- Veo que ha algunos se les han quedado pegadas las sabanas. –

Expresó el instructor más bajo y rechoncho de los 2 de nombre Shota mientras su compañero Ryo, alguien de estatura más normal y de cuerpo más atlético, observaba un poco más atrás.

- Te dije que te dieras prisa ¬¬. -

Susurró en voz baja Roan a Tetsu mientras se reía a la vez que recibía un codazo por su parte y un comentario en voz baja para que no lo escucharan los demás.

- Serás cabrón… -

La voz del rechoncho instructor se abrió de nuevo para expresar un nuevo discurso típico de cada clase que comenzaban en el cual hablaban de simples normas de cortesía y en opinión de Roan mas gilipolleces. En cuanto el discurso finalizó y la gente medio dormida tras un discurso tan soporífero como aquel comenzaba a despertarse, Ryo comenzó a ir juntando a la gente en parejas para que practicaran la lucha cuerpo a cuerpo, aunque como siempre se armaban jaleos al montar los grupos ya que siempre estaban los típicos que querían ir juntos esta vez fue el propio Ryo el que los eligió. A Roan le tocó contra un chico bastante enclenque que se le notaba a la legua que deseaba estar en cualquier otro lado menos ahí. “¿Que hace este inútil aquí si no quiere?” Pensó Roan. Tras un pequeño tanteo realizó una ligera finta que su rival no detecto e intento cubrir, momento en el cual Roan giró sobre sí mismo y descargó su Zampakutoh contra el abdomen de este con la parte sin filo derribándolo.

- A mí que no me pongan con inútiles. –

Dijo en voz más que notable para que los instructores lo escucharan y le pusieran algún rival más digno, aunque parecía que nadie estaba prestándole atención, pues un combate estaba captando la atención de todos llegando a hacer un circulo de personas alrededor y si había algo que Roan odiara era no ser el centro de atención.

- ¡Tu!, ¿Quiénes son los del combate? –

No necesitó la respuesta pues al girarse pudo ver por una pequeña rendija pelear a Tetsu y Ryo. Al parecer no habían suficientes alumnos y se había prestado a pelear contra el el mismísimo instructor en persona. Roan observaba pelear a su amigo contra el instructor poniéndolo en serios aprietos delante de todos sus alumnos, lo cual a simple vista denotaba la angustia que estaba causando en este verse superado por un simple alumno. A pesar de todo no era algo que sorprendiera al aprendiz de Shinigami… Tetsu era conocido como un verdadero prodigio, era el mejor de todos los que estaban ahí y ni siquiera Roan había conseguido ponerlo en aprietos nunca.

- ¡Vamos Tetsu, patéale el culo! –

Gritó con entusiasmo Roan al ver la nueva acometida de este contra Ryo. La velocidad, agilidad y coordinación de Tetsu eran impresionantes, descargaba un golpe por el flanco derecho y al instante siguiente la espada ya estaba golpeando por su izquierda. Tetsu recibió un pequeño empujón de Ryo el cual daba a entender que necesitaba algo de aire ante tal combinación de golpes. En un suspiro Tetsu volvió a cargar contra este dando una estocada recta esperando que la rechazara y al instante una fuerte patada golpeó la pierna del instructor derribándolo quedando tendido en el suelo. Un silencio apareció en la sala mientras observaban aquel combate esperando el final. Con una ágil voltereta el instructor se puso de nuevo en pie, su odio hacia Tetsu se le notaba en la cara, algo que extrañó a Roan, se suponía que eran profesionales y no debían de actuar de esa manera. En ese instante ambos contendientes de aquel combate desaparecieron y un sonido de corte limpio se escuchó mientras todos contenían el aliento.
Un cuerpo inerte cayó en medio del círculo de personas que habían parado sus propios combates para ver como un alumno estaba plantando cara al instructor. El color de Roan cambió rápidamente a blanco en cuanto vio el cuerpo de Tetsu tendido en el suelo con una profunda herida en pecho.

- Tranquilos, no es mortal. –

Exclamó Ryo con una sonrisa por haber vencido al final al joven Tetsu. Ignorando las palabras del instructor se acercó al cuerpo de Tetsu para tomarle el pulso, ni rastro de él, no sentía sus latidos, había muerto…

- No es mortal… No es mortal… ¿¿¿¡¡¡NO ES MORTAL!!!??? –

Gritó Roan mirando al instructor al cual le cambiaba la cara por una de preocupación, se suponía que un profesional como él no podía matar a un chico por accidente de esa manera. Roan se puso en pie y miró un momento el cielo, una voz comenzaba a retumbar en su cabeza, no hablaba, no susurraba, solamente gritaba y no sabía otra palabra que venganza.

- ¡Te mataré hijo de puta! –

En esos instantes ni siquiera pensó en coger la Zampakutoh estaba demasiado alejada de él y necesitaba hacerle todo el daño que pudiera. La carrera del aspirante a Shinigami fue impresionante, sus músculos estaban de acuerdo con él, la venganza había que tomársela por su cuenta, su velocidad era fuera de lo normal, no le importaba si le dolían las piernas de forzarlas tanto solo quería llegar rápidamente y matar a aquel cabrón que había jugado a ser dios con Tetsu. Ryo sorprendido por la reacción de Roan apenas pudo reaccionar y recibió el brutal puñetazo cayendo al suelo, este se colocó encima de el cogiéndole por el cuello y comenzando a darle un verdadero recital de golpes.

- ¡Vamos invéntate algo capullo, ves empezando a rezar por qué estás muerto! –

En el momento que el brazo de este se alejaba para darle con toda su fuerza fue parado por Souta y por los demás alumnos, que aunque asustados se habían puesto de parte del instructor a separarlo.

- ¿¡Pero qué coño pasa con vosotros!? ¿Es que no acabáis de ver que acaban de matar a un alumno, aun compañero, ¡¡A UN AMIGO!!? –

Simplemente se callaron aunque no lo soltaron Souta se colocó enfrente y le dijo.

- Mira chico, comprendo cómo te sientes pero… -

Una mirada de odio apareció en la cara de Roan mientras miraba a aquel idiota que se las iba a dar de psicólogo.

- ¿Qué me entiendes dices? No tienes ni puta idea. –

- … esa no es la manera de arreglar las cosas, lo juzgaremos nosotros con leyes no a golpes de puño como haces tú. –

El cuerpo enteró de Roan temblaba de ira mientras las primeras lagrimas comenzaban a surcar su cara, ¿Qué se creía
aquel tío? Tuvo que reprimir las ganas de partirle la cara a el también pues por lo visto estaban comenzando a llegar gente de bastante importancia, ya había llegado un capitán con su teniente correspondiente, los cuales en cuanto escucharon a un par de personas se llevaron a Ryo y el cuerpo sin vida de Tetsu.
Habían pasado 3 días, los 3 días más largos de su vida, no hacía otra cosa que pedir información sobre que había pasado con aquel desgraciado, al parecer de momento no había ninguna noticia sobre el veredicto, aunque no tardaría mucho en saberse. Tras un día mas de espera llegaron a oídos de Roan que Ryo había conseguido salir indemne gracias a una historia que el mismo inventó en la cual decía que había sido en defensa propia y la ayuda del otro instructor el cual simplemente le dio la razón.

- ¿Qué demonios dices? ¿Libre? –

Roan no era capaz de asimilar tal información, como era posible que alguien no recibiera castigo por el asesinato de otra persona. Durante un tiempo el joven Shinigami no salió de casa, apenas podía conciliar el sueño y su cabeza solo pedía venganza, algo que a sus ojos no estaba tan lejos de su alcance. Tras estar durante un largo tiempo consiguiendo información de este encontró un día a la semana que era vulnerable, lo cual no iba a desperdiciar.
Tras salir de casa con su Zampakutoh en la mano comenzó a correr todo lo que podía para llegar rápidamente a aquella zona, al parecer no iba a ser muy difícil infiltrarse y gracias a la rapidez de este y a la falta de gente a aquellas horas no lo fue. Al fin había llegado, era una zona llana y libre de hierba, había algún que otro árbol pero era perfecto para pelear, simplemente clavó la Zampakutoh en el suelo y esperó. Una silueta delgada apareció riendo mientras conversaba con otra bastante más amplia, no eran otros que los 2 instructores a los que buscaba Roan.

- ¿Dando un paseo? –

Dijo sin alzar mucho la voz pero carente de toda emoción, es como si tantos sentimientos a la vez estuvieran bloqueándolo y no le permitieran expresar ningún sentimiento. No les dio tiempo a que contestaran pues ya estaba realizando su primera acometida contra aquel desgraciado. En un rápido movimiento descargo una combinación de 4 golpes sobre ellos aunque la ventaja de un 2 vs 1 era más que clara pues estaban bloqueando sus golpes como si estuvieran jugando con el cosa que aun le enfurecía más, aunque como alguien que ya conocía bastante de los combates sabia que eso no era lo peor, pues después de una defensa correcta llegaba el contraataque. Dos Zampakutoh’s se movieron a la velocidad del pensamiento para intentar asestarle una doble estocada a Roan, el cual se movió cuán rápido podía consiguiendo esquivar una de las 2 espadas aunque la segunda le cortó ligeramente la pierna superficialmente, de la pierna surgieron unas lagrimas carmesí que mancharon el suelo de su color.

- Joder. –

Los 2 instructores rieron confiando en su superioridad frente a lo que ellos consideraban un niño sin más. No podía dejar las cosas como estaban, iría con todo, prefería la muerte antes que rendirse y dejar que Tetsu quedará como un trágico “accidente”. Lentamente la consciencia de Roan pareció flaquear momentáneamente apareciendo en un extraño prado verde en el cual había un árbol en medio y un hombre mayor con una manzana tumbado bajo el.

- Veo que por fin has despertado. –

- ¿Despertado? ¿Es que me desmallé peleando contra aquellos desgraciados? –

Preguntó un angustiado Roan ante la posibilidad de haber hecho el ridículo en su venganza.

- No chico, de hecho aun estás peleando contra ellos, me refería a que al fin “Has despertado” -

¿Qué decía aquel tío? No entendía lo que quería decir ni si quiera sabía cómo podía decir que estaba peleando contra aquellos 2 cuando estaba claro que no estaba en la misma zona. De pronto Roan recordó una de las lecciones, el Shikai, la 1ª liberación de la Zampkutoh, algo que confería al shinigami mucho más poder del que poseía en esos momentos y que solo podía conseguir conociendo a su zampakutoh.

- Espera… ¿Tú eres mi Zampakutoh? –

- ¡Bingo! -

- ¿Y supondría mal si digo que estas aquí para ayudar? –

Aquel hombre parecía reírse mientras se ponía la mano en la frente y negaba con la cabeza.

- ¿Lo tuyo no es usar la cabeza no? Cualquier otra persona lo hubiera captado antes. –

- Mira… Como te llames, necesito tu poder si quiero vencer a aquellos dos inútiles y culminar mi venganza, así que o me das tu poder por las buenas… o lo cogeré por las malas. –

- Nada que no lo captas… Estoy aquí precisamente para eso inútil. –

Tras esa última frase el árbol, junto al hombre y todo el prado en sí desapareció y volvió a aparecer delante de Ryo y Souta. El brazo de Roan extendió la Zampakutoh mientras una voz diferente a la suya propia aparecía en su cabeza.

“Llámame Zeromus”

Una gran cantidad de reiatsu comenzó a juntarse alrededor del aprendiz de shinigami mientras cerraba los ojos un instante saboreando todo aquel poder con todos sus sentidos, sentía que con el sí que podría culminar su venganza.

- Estabais condenados desde el día que matasteis a Tetsu. –

El reiatsu pareció desaparecer un instante aunque se había concentrado total y exclusivamente en su Zampakutoh.

- Comparte tu pesar Zeromus. –

Su Zampakutoh resplandeció dando a entender que había aceptado la orden de Roan. Su guardia cambió volviéndose más ancha mientras que la hoja dejaba de ser de Katana pasando a ser de doble filo, una espada creada para atacar sin zona por la que poder golpear sin causar daños y realmente mucho más ligera a su forma anterior. Se agachó como si fuera a salir en una competición de atletismo y cogió un poco de tierra en ese instante y simplemente desapareció de su antiguo sitio, haciendo que chocaran su arma y la de Souta, aunque cuando Ryo iba a intervenir estaba ya preparado, se agachó esquivando el golpe y le tiró arena en la cara para descargar después una patada y lanzarlo a una importante distancia. Souta pareció querer aprovechar aquel instante aunque su forma física no le acompañó dándole tiempo a Roan para girarse y bloquear la espada sin problemas.

- Adiós Souta. –

Sin pensar mucho lo que iba a hacer cogió la espada de este por el filo reteniéndola mientras se cortaba la mano por dicha acción y dio un potente corte seccionándole el brazo y separándolo de su espada, sin esperar el grito de este aunque escuchándolo de todos modos lanzó otro corte cortándole el cuelo y quedándosele el rostro manchado con la sangre de su enemigo que ahora yacía muerto en el suelo.

- Tal y como te dije aquella vez… Ves rezando lo que sepas porque estás muerto. –

El Shinigami se lanzó en una acometida directa sin fijar una guardia simplemente un ataque el cual repelió Ryo y le perforó el hombro con su espada, lo cual hizo que este exhalará un grito como nunca.

- ¿Y qué me vas a hacer? –

- ¡Esto! –

Roan se acercó a este para que no pudiera sacar la espada y le perforó la cabeza desde la parte baja de la barbilla hasta la superior de la cabeza. Mientras Ryo caía en el suelo sin vida Roan se quitaba la Zampakutoh que tenía clavada en el hombro sonriendo, lo había conseguido, había acabado con aquellos dos, aun así en su cabeza no paraba de escuchar la voz que pedía venganza, aunque ahora parecía que lo único que quería era ver más muertos. Roan cerró los ojos y puso todo su ser en frenar aquel instinto asesino que estaba tomando el control de su cuerpo siendo él un mero espectador en las gradas de un teatro que a menos que cambiará algo daría la obra más sangrienta de la historia.

- Tic, tac, tic, tac, tic, tac… O bien haces algo o creo que voy a tomar tu cuerpo con mucha rapidez. –

Al abrir los ojos para ver quien le estaba hablando se vio de nuevo en aquel extraño prado pero esta vez no estaba Zeromus, aquel viejo había sido reemplazado por una versión de Roan en blanco y negro.

- ¿Quién eres? –

- Yo soy tu, bueno mejor dicho soy tu parte hollow. –

- ¿Pero qué demonios me cuentas, desde cuando se supone que tengo una parte de hollow? –

- Desde siempre, todos poseen una parte maligna en su interior que simplemente espera una ocasión como dios manda para tomar el control. –

- No es posible que seamos lo mismo… ¿Quién coño eres? –

- Joder… Tu lo de escuchar no lo dominas ¿no? ¿Estás sordo o qué? O a lo mejor… Te has quedado sordo de la ostia que te voy a meter. –

Aquel ser desapareció y apareció enfrente de Roan desenfundando a Zeromus y descargando un corte que golpe de lleno en Roan. “Es rápido” pensó mientras observaba la herida, un ágil movimiento en el último segundo le había salvado de una muerte segura.

- Relájate, no eres el único que tiene una Zampakutoh. –

La mano de Roan fue bajando hasta a llegar a donde debería estar Zeromus, aunque esta al parecer había desaparecido.

- ¿No lo entiendes canijo? No existen dos Zeromus y yo la tengo en la mano, ¿Como piensas utilizarla? -

Roan abrió los ojos de par en par, ¿Como se suponía que iba a pelear contra alguien armado y tan veloz desarmado? El Hollow se lanzó contra él con la Zampakutoh preparada y realizó un corte vertical el cual el shinigami esquivó a duras penas. El combate pintaba realmente mal para Roan, no podía hacer otra cosa que evadir los golpes y seguir retrocediendo y ese no era un estilo que dominará.

- ¡No bajes la guardia! -

Grito el Hollow dándole un potente corte en el abdomen mientras veía como Roan se desplomaba en el suelo casi inconsciente. Al parecer ese iba a ser su final, cayendo ante alguien sin plantarle cara, simplemente retrocediendo, justo cuando había culminado la venganza iba a llegar aquel ser y acabar con su vida… No, así no iba a acabar su historia, no podía dejarse vencer por alguien sin plantarle cara, no podía dejarse vencer justo cuando acababa de cumplir su venganza, simplemente… No podía dejarse vencer. El cuerpo de Roan palpitó como si todo él fuera un gran núcleo de energía, poco a poco se levantó sin ningún tipo de prisas y fue andando hacia el Hollow el cual lo miraba extrañado como avanzaba y ponía la espada en guardia. Roan levantó ambas manos como si estuviera empuñando una espada invisible y descargó un brutal golpe sobre este, del cual comenzó a surgir grandes cantidades de sangre de un corte que tenía desde el cuello hasta el muslo de la pierna izquierda.

- ¿Pero cómo? –

Susurró en su último suspiro, Roan señaló a las manos de este las cuales ya no tenían a Zeromus, que estaba en manos de su verdadero amo.

- ¿No lo entiendes canijo? No existen dos Zeromus y yo la tengo en la mano, ¿Como piensas utilizarla? -

Dijo repitiendo la frase que antes le había dicho el hollow mientras lo veía desaparecer lentamente. Poco a poco los ojos del joven se abrían observando el cielo nocturno, un aire frio entraba directo a sus pulmones mientras sentía el dolor de las heridas que recibió en su batalla contra los instructores, todo había terminado, aquellos 2 estaban muertos, aquel hollow había desaparecido tras su derrota y no sentía ningún peligro cercano, aunque se equivocaba, pues aquella tranquilidad sería solo momentánea. Un shinigami al escuchar potentes ruidos se había acercado para ver el mismo que es lo que pasaba y había visto toda la escena incluso había sentido como una energía procedente de reiatsu de hollow emanaba de su cuerpo y no dudó en enviar una mariposa infernal informando de todo lo ocurrido. En su camino de vuelta a casa de Roan pudo escuchar una voz murmurando.

- Hadoh no Yon: Byakurai. –

Un haz de luz traspaso el cuerpo de Roan haciendo que cayera de rodillas al suelo sujetándose la zona herida, tenía demasiadas heridas y no creía que pudiera tener otro combate en esos momentos.

- Da la cara capullo, tengo ganas de chafarla. –

- ¿Tu y que ejercito? –

Dijo un hombre de pelo largo y vestido como un capitán, si no se equivocaba diría que era el del 2º escuadrón, tenía claro que un combate contra alguien tan poderoso acabaría en derrota inmediata pero… ¿Qué demonios podía hacer? El capitán por lo visto no tenía ganas de perder el tiempo y simplemente se desvaneció apareciendo delante de Roan con su espada clavada en la pierna de este.

- Es imposible que puedas escapar, ríndete y te prometo que no sufrirás, lo haré rápido. –

La angustia tomo el control del cuerpo de Roan, necesitaba un plan y lo necesitaba ya, después de haber pasado por tanto no estaba dispuesto a perderlo todo ahora, si solo pudiera hacer algo. La espada del capitán fue sacada de la pierna de Roan mientras se preparaba para una nueva y final estocada. Roan hizo lo único que le dijo el cuerpo, por instinto se cubrió usando las manos de escudo y deseó con todas sus fuerzas poder lanzar a aquel capitán lejos de él y poder escapar de aquel fúnebre destino que le aguadaba si se quedaba y afrontaba el golpe. En el momento que la Zampakutoh debería de golpear las manos de Roan sesgándolas como si mantequilla fueran una máscara muy parecida a la de un hollow apareció y una onda energía llamada Cero surgió de sus manos al encuentro de la acometida de la espada lanzando la Zampakutoh y el confiado capitán lejos de él. Roan se levantó a duras penas, tantas heridas le estaban pasando factura, volvió a apuntar a aquel capitán y deseó que aquella onda volviera a surgir aunque un deseo más profundo se cruzo, escapar de ahí y poder vivir en tranquilidad de una vez por todas. Un extraño portal apareció delante de él, no sabía donde le iba a llevar, aunque una cosa era clara, cualquier sitio era mejor que en el que ese momento estaba. Sin dudar se lanzó dentro rezando para que le llevará a un lugar lejos de ahí.

Bueno, si fuera por lineas, deje de contar cuando superaste los 300.....XD, estas aprobado, me gusta mucho la historia, quizás el final lo acortaste un poco, pero comprendo que estés cansado después de escribir tanto...XD felicidades, paso a darte rango y color