Examen de 4º espada

Aqui está tu examen:

Eres un Quincy que esta paseando por las calles de Karakura cuando el 8º espada sale de una garganta en el cielo de la ciudad, después de estar obsevandole decides detenerle y atacarle, tras una gran batalla logras vencerle con el inconveniente que el a ti te mata tambien con su ultimo esfuerzo

Recuerda que se puntúa la longitud del examen y sobre todo la descripción ya sea de los movimientos de ataque o de defensa, como la descripción del entorno o los sentimientos de tu personaje y la ortografía,tienes 3 dias a parti de ya

- Patetico...

Era otro día caminando a casa y "casi" todo estaba normal. Ya que me encontraba mirando por hacia arriba como una garganta se abría en el cielo y de ella salia un arrancar de ropajes blancos, cabello rojo y tez blanca, que tenia los vendados. Volteando a ver mis alrededores, en caso de que alguien estuviera en las cercanías, me encontré con nadie, por lo que volví a ver el cielo en caso de que el Arrancar se hubiera ido. Pero solo vi como este solo flotaba en medio del campus del Instituto de Karakura. Matando la curiosidad que me invadía, decidí que era momento de establecer contacto.

- ¿¡Que te trae a Karakura, Arrancar!?

Levante mi brazo, dejando caer la cruz que me cedió mi padre y apunte al Hollow con el nuevo y resplandeciente arco formado por espiritrones. Pero me encontré con que este ya no estaba en el cielo, sino en frente mio, con los ojos todavía cerrados y calma alrededor. Esto me hizo repensar mi próximo movimiento, era claro que el Arrancar era mas fuerte que yo y no convenía pelear una batalla sentenciada desde el inicio. Dí unos pasos rápidos hacia atrás con hirenkyaku y volví a levantar mi arco pero me encontré con la misma situación de antes. Salvo que el Hollow no se encontraba en ningún lugar visible... o eso creía yo.

- La orden de Arcaón-sama, Quincy, y esa es -escuche un ruido ligero, parecido a un zumbido, atrás mio- Tu muerte!

Lo siguiente que sentí, fue un dolor increíble en mi espalda, un ardor que me quemaba la piel y tocaba mis huesos, dejando un camino sangriento desde mi hombro izquierdo hasta mi cintura. Era un corte diagonal, lastimando mi brazo izquierdo, el cual usaba para disparar mis flechas. Mi boca se abrió dando un grito silencioso, deshaciendo mi arco en el proceso y cayendo de rodillas al suelo frente a mi.

- Solo para que lo recuerdes, mi nombre es Gradore Lorenzame, -viendo sus piernas frente a mi, levante la vista para ver a Gradore arremangando la manga derecha de su chaqueta y mostrándome su tatuaje- Octava Espada...

Escuche como desenvainaba su espada, dándome a entender que el corte en mi espalda no era producto de la misma, dio unos pasos al costado y se posiciono para decapitarme. En ese momento, levante mi brazo, ubicándolo a un lado de las piernas del arrancar. Este no pareció notarlo, pero no quise tentar a la suerte, por lo que libere nuevamente mi arma, lastimando los tendones de mi oponente y aprovechando para ganar distancia entre ambos. El arrancar estaba frenético y aullaba como lobo lastimado, lo cual me asusto pero seguí ganando distancia, alejándome del Instituto y dentro del parque mas cercano. Eso si, debí concentrar espiritrones para hacer ransötengai con mi brazo izquierdo y volver a disparar flechas.

- Este parece un buen lugar, solo espero que me halla seguido...

Dando un alto en medio del parque, voltee para ver detrás mio y no me sorprendí de volver a escuchar el zumbido nuevamente, acompañado de Gradore, quien ya no lucia tan calmado.

- Maldito Quincy! Pagaras por lo que le hiciste a mis piernas!

Mirando mencionadas partes, note como sangraban ambas piernas a la altura de los gemelos y le imposibilitaban moverse con su rapidez pasada. Ahora que tenia una ventaja en la pelea, debía de eliminarlo lo antes posible o sino usaría su resurrección y regeneraría sus heridas, quedando como nuevo. Levante mi brazo y apunte nuevamente al arrancar, pero esta vez no espere respuesta y comencé a disparar a quemarropa mientras miraba como Gradore corría, con un Sonido forzado, de un lado hacia otro tratando de esquivar mis flechas.

- De esta forma te cansaras, ¿acaso no era tu trabajo no es "matarme"?

Mirando como el arrancar seguia corriendo de un lado a otro, noto que cada vez se acercaba mas a mi y esquivaba mis flechas a la vez, lo cual era peligroso para mi por lo que empecé a retroceder.

- ¿Que te pasa Quincy? -dijo el, ahora cercano, Arrancar- ¿Miedo de morir?

- No, ya que estoy preparado para eso...

Acortando los últimos metros que nos separaban, el Octava dio un salto suicida hacia mi mientras daba una estocada frontal con su zampakutoh, viendo que se pelearía cuerpo a cuerpo, saque un Seele Schneider de mi cinturón y bloquee lo que podría haber sido una estocada a mi hombro derecho. Luego el Espada siguió dando un combo de cortes a varios puntos de vitales de cuerpo, los pulmones, mi cuello, mi estomago y mi cabeza. Como pude, trate de evitar los cortes letales, aun si esto me cansaba mas y gastaba el Seele Schneider que había sacado para defenderme. Ahora nos encontrábamos en punto muerto, presionando el arma de uno contra el oponente, y viceversa, sin dejar de mirar al frente y poner mas fuerza en el choque.

- Estas perdido Quincy, el cuerpo a cuerpo es mi especialidad, -presionándome para atrás siguió diciendo- ¡Ahora morirás!

Me sorprendí por la estupidez de Gradore, pues este no había notado la trampa que le había puesto y cuando lo vi sonriendo victorioso, dí un suspiro y solté una carcajada. El Arrancar me miro como si me hubiera vuelto loco pero siguió sonriendo de todos modos, pues creía en su victoria cercana. Aunque ahora debía bajarlo de su nube de fantasía.

- ¿Porque no miras a tus pies, Lorenzame? -sonriendo confiadamente grite- ¡Wolke!

Cuando el hollow miro el suelo, se encontró con 5 Gintös, que tire al suelo cuando saque la Seele Schneider, y me regocije al ver su rostro de sorpresa, aunque eso no era todo. Pues los Gintös eran de humo y cuando explotaron, me dieron la oportunidad de dar varios cortes al arrancar y dejarlo casi muerto. Terminando de dar los cortes, use Hirenkyaku para alejarme y esperar a que se dispersara la niebla para poder ver mi trabajo y no fui decepcionado. De Gradore solo quedaban solo un brazo, cabeza y torso móviles mientras el resto del cuerpo se encontraba cubierto de cortes. Aunque al hollow todavía le quedaban fuerzas para hablar por lo que me dí la vuelta y reinicie mi camino a casa.

- ¡No me des la espalda Quincy! -grito mientras daba tosidos fuertes- ¡Esto no ha terminado!

- Para mi si, te veré en la otra vida Lorenzame...

- ¡Que no me des la espalda!

Un sonido metálico sonó en el aire y lo próximo que sentí fue un gran dolor en el pecho, en el corazón para ser exactos y cuando baje la mirada para ver de que se trataba, me encontré con la zampakutoh del Octava atravesando mi caja torácica. Cansado y sin fuerzas, mis brazos se movieron para tocar el arma pero mi visión comenzó a nublarse y mi equilibrio a fallar y lo ultimo que recuerdo es haber despertado viendo mi cadáver humano en el suelo con un corte en el centro de la espalda. En el corazón para ser exactos...

- Patetico...

[OFF: Espero este bien... ^^; ]

Ok aceptada