Primera Gran Reunion de Altos Cargos Shinigamis

Poco a poco la paciencia se me iba agotando pero el silencio era mi virtud mas fuerte por lo que no dije nada, aun cuando tendría que haber estallado ante la falta de cortesía de algunos.

A pesar de que la sala se iba llenando, me sentía algo incómodo al no tener teniente ni tercer oficial en una situación así, pero me habia habituado a no tener ningun apoyo condicional detrás. Aunque lo que si pude hacer fue quedarme con toda la información que pudiese de todos aquellos shinigamis. Mentalmente guardé todas sus apariencias, sonidos de voz y forma de actuar.

Y el resultado fue que tardaría mucho en acostumbrarme a personas de ese calibre. Alborotadores, impuntuales...

Suspiré cerrando los ojos y abriendolos mas tarde lentamente. Que buena impresión, pensé mientrás miraba de reojo a todo el mundo.

-Yare...yare...- murmuré meneando la cabeza.

LeMarc paseaba su vista de manera tranquila por la sala. Las palabras del capitán comandante habían sido pronunciadas y con ellasla reunión acaba de comenzar finalmente. Su comportamiento pareció cambiar ante el iniciar de esta y su atención se torno afilada cuando escuchó la palabra "Espadas". Nuevos integrantes se añadían a la sala.

- Ya estamos de nuevo... - Enunció Ragnarok sin obtener una contestación de su portador. Realmente aquellas no eran buenas noticias pero Marcos sabía que la existencia delos Shinigami y los Hollow no era mas que un ciclo sin fin y, en este caso, pese a la gravedad del asunto por su mente pasó la idea de poner combatir contra nuevos adversarios.

Haciendo caso de las palabras elautonombrado como Geo realizó su presentación añadiendo a esta lo que el peliblanco entendió como un acto de galantería, realmenteno comprendió a que vino tal acción pero tampoco le dio demasiada importancia.

- Pues... bienvenida al Show... - Fue la "recepción" que le brindó Marcos a la capitana que acaba de hacer acto presencia poco después de la presentación del capitán dela octava división

Su acitutd se volvió a tornar relajada ante el climax despreocupado que parecía adoptar la sala por momentos. Sus pupilas iban de lado a lado por las cuencas de los ojos en busca de algún atisbo de nueva presentación o busqueda de avanzar al siguiente tema. No quiso decir nada mas pues realmente no era su turno de hablar, eran los nuevos capitanes quienes debían presentarse antes de que este pudiese alegar algo sobre el tema que mas le había llamado la atención entre los motivos de aquella reunión.

Capitanes y tenientes hicieron su aparición luego de que ingresé a la sala. Me sorprendió la cantidad de caras nuevas que se presentaron. Por lo general, la cantidad de ascensos, incluso en un largo tiempo, eran mínimas. Definitivamente en este último tiempo se había superado el promedio lo que significaba que el Seireitei se encontraba en una situación en la que la ocupación de los altos mandos era de suma importancia.
Aún así, y pese a que el tiempo pasaba, quedaban algunos espacios producto de la ausencia de algunos capitanes y tenientes. La tardanza era signo de una fuerte indisciplina y tal comportamiento no podía ser permitido por los cargos más altos del Gotei 13.
Mientras tanto, la situación entre los presentes se comenzaba a tensarse. Muchos caían en la impaciencia y la presencia de los fuertes reiatsu de todos volvía al ambiente mucho más abrumador haciendo que los capitanes y tenientes se alterasen levemente.
Por mi parte, permanecí en mi sitio, callada y serena, ignorando la inquietud de mi alrededor para evitar caer en la misma.
Cole Sou Taicho, finalmente, nos dirigió algunas palabras. Intentó, primero, calmar la ansiedad de quienes habíamos estado esperando y luego dio comienzo a la reunión. Aquello provocó un alivio general. Explicó, entonces, cuáles eran los temas a tratar.
El primero era la presentación de los recién ascendidos. Una de las cosas que me caracterizaba era mi antigüedad en el cargo que ocupaba por lo cual, esta vez, mi deber sólo se limitaba a escuchar y a memorizar los nombres de los mismos asociándolos con su rostro y, por sobre todo, con su escuadrón. El segundo punto consistía en un análisis de las actividades de cada una de las trece divisiones, resaltando, además, sus fallos y necesidades. Nada muy distinto a lo que normalmente se realiza en los informes entregados diariamente. Por último, la actividad de los Espada en el Mundo Humano y nuestra respuesta ante estas. Este punto sin duda era, a mi parecer, el más urgente.
Al poco tiempo de iniciada la reunión, un joven de cabellos rojizos hizo su acto de aparición, presentándose como el teniente del octavo escuadrón y colocándose en su lugar correspondiente. Sentí, por unos segundos, sus ojos posarse en mí. Nuestras miradas se encontraron por breves momentos, pero él terminó por desviar la suya.
Luego de ello, siguiendo con las órdenes del comandante, el capitán de la octava división hizo su presentación, besando, además, el dorso de la mano de cada capitana de allí, incluyéndome. Hice caso omiso a lo sucedido. La caballerosidad en los hombres suele ser de mi agrado, sin embargo, aquél acto había sido completamente innecesario en una situación como ésta.
Una nueva capitana se hizo presente, Shia Azakami del tercer escuadrón. La misma se disculpó por su retraso y se colocó en su lugar.
Volví a sentir que una mirada se posaba sobre el lugar que le correspondía al segundo escuadrón. Observé con discreción toda la sala, encontrándome nuevamente con el teniente del octavo escuadrón. Volví mi mirada hacia el frente, ignorándolo.
Esperé a que los demás capitanes se presentasen para poder pasar, así, al siguiente punto de la reunión.

La rubia veía que eso se empezaba a parecer más a un circo que a una reunión pero bueno igual le gustaba. Si Seiya hubiese estado allí como su teniente o algo así verdaderamente ya haría rato que se revolcaría por el suelo riendo a carcajada limpia. La rubia dio un paso al frente.

- Soy Jeanne Yaboshi capitana de la 5ª División y mi escuadrón se encarga de los hechizos Kidoh - se presentó de nuevo la muchacha- un gusto conocerles, espero que nos llevemos bien - hizo una inclinación ni grande ni pequeña

Brandon, cuyo reiatsu estaba oculto casi al 100%, aun estando en la Sala, intentó pasar lo más inadvertido que pudo, pues no le gustaba ser el centro de atención aunque fuese obvio que justamente él no lo sería acompañado de la élite del Sereitei. Sin embargo, mantuvo su poder espiritual a una raya muy baja, pareciendo una simple alma del Rukongai. Y en parte su objetivo fué cumplido pues ni una sola mirada se posó sobre él a lo largo del encuentro, ni siquiera del curioso teniente del 8º Escuadrón, Asch.

Se vió obligado a alterar aquello, pues Geo Tsuma, estando nervioso, aumentó el nivel de su propio reiatsu, ejerciendo presión en todos los presentes, pero solo para los pocos tenientes de la Sala les importaba. Era algo común para Brandon soportar aquello por parte del vaquero que tenía delante en sus numerosos entrenamiento a lo largo de ciertos años que llevaban en el Sereitei con sus cargos, para ello, solo tuvo que concentrar una pequenísima parte de su reiatsu en puntos vitales e importantes, contrarestando la fuerza... Era algo que controlaba a la perfeccón.
Parecía que algunos no "osaba" a pronunciar palabra, pero el asunto que les esperaba debatir era de suma importancia y no se podía perder tiempo, más siendo responsabilidad de su propio escuadrón.

Su figura empezó a encorvarse como de costumbre, sus ojos con tonalidad rojiza se abrieron brevemente, para observar por primera vez a todos y cada uno de los presentres, sacando sus propias conclusiones sobre el nivel del poder, el comportamiento, las reacciones a la espera...

<<Esta bien... Tendré que hacerlo.>> - realizó un corto y lento Shumpo, solo por el hecho de no tener que salir andando para colocarse a un paso por delante de su capitán, con una leve reverencia con las manos pegadas al cuerpo, totalmente hierático tanto en la expresión de la cara como en el movimiento nulo del cuerpo. Elevando la voz con el fin de ser escuchado por todos con claridad, y manteniendo su nivel de reiatsu cómicamente bajo, pronunció:
- Juuisan-ban Tai Fukutaicho, Brandon Millenium, a las órdenes de Kanon Takeuchi-Taicho. - dijo mientras su mano señaló levemente al capitán situado a su espalda, en su opinión y sin duda alguna, uno de los mejores ahí presentes, además de tener cierta experiencia en su rango. - Escuadrón encargado de los asuntos del Mundo Humano.

Tras varios momentos de cortesía permaneciendo quieto en el sitio, realizó otro lento Shumpo para colocarse de nuevo a su lugar correspondiente, en posición firme de nuevo, cerrando los ojos, listo para proseguir la reunión.

El capitán comandante pareció determinar que la reunión no estaba tomando el rumbo deseado, que era el momento de proseguir o algo similar ya que la poca atención que LeMarc estaba mostrando instantes atrás fue sustituida por una extraña atención.

El Reiatsu del capitán del primer escuadrón se alzo temperalmente, seguramente, en pos de llamar la atención de aquellos mas distraidos y así avisarles de que las decisiones que había tomada iban a ser anunciadas.

- Bien, como parece ser que a la mayoría se le olvida sus modales y que algunos estáis tan y tan cansados, que pasaremos al punto tres directamente, así tendréis la posibilidad de no aburriros - Enunció con un tono que Marcos identificó como ligeramente burlesco e impregnado en una mordacidad muy propia de su superior. Su expresión facial se endurecio, la amabilidad de sus fracciones pareció haberse esfumado siendo sustituida por una seriedad bien propia de tal situación - Como bien sabéis la mayoría, unos espadas penetraron en el mundo humano y fueron atacados por Quincys y Vizards. Mis ordenes son claras y precisas: Kanon, capitán del treceavo escuadrón, junto con tu teniente y Kerjex, capitán del sexto escuadrón os dirigiréis al mundo humano, para contactar con los Ryokas, los Quincys y los Vizards - Comenzó a decir en el tema referente a la visita de los Espada al mundo humano. Las ordenes habían empezado a ser repartidas mientras el orador miraba uno a uno a todos los presentes, incluyendo al peliblanco que se mostraba relajado pero atento a las palabras de Ailan. Podría haberse mostrado arrogante al comienzo de la reunión pero había quedado claro que aquel era ya un momento de seriedad y que no era idoneo el seguir con una actitud descuidada - Espero que podamos llegar a una especie de alianza con ellos, o al menos saber algo de sus intenciones - Una pequeña pausa, seguramente para respirar, precedio a las palabras que incluían el nombre del capitán de la undécima división - Por otro lado: Marcos, capitán del undécimo escuadrón, Natsumi, capitana del segundo escuadrón y Drako, teniente tambien del segundo, os dirgireis también al mundo humano, pero en misión de reconocimiento, quiero saber donde y cuando aparecen los espadas, detalles y demás cosas que podáis ofrecer. Recordar solo que ambas misiones son de carácter infiltraciónal, no quiero nada de grandes batallas. Todos los demás, esperadad a que nuestros compañeros regresen de sendas misiones. Podéis entrenar, pasear, lo que sea, pero estad atentos por si damos la voz de alarma acudir prestos y sobretodo, acudid rápido, no como hoy. Levantó la sesión. - La cosa estaba clara y la suerte parecía haber premiado al peliblanco aunque la orden de evitar batallas de grandes magnitudes habían sido señaladas como un elemento a evitar. Esto no gustó al amante de los combates pero aquello era serio y debía acatar las ordenes, así lo había aprendido y así lo ha estado haciendo desde siempre, lo personal y lo profesional debían ser separadas por una línea bien trazada.

Los segundos pasaban y el primero en actuar tras la charla del capitán comandante fue LeMarc el cual, tras coger un poco de aire y levantarse, se dispuso a despedirse de los integrantes de tal reunión - Con su permiso, me retiro... - Dijo en un primer momento a la par que realizaba una leve reverencia a modo de respeto a los presentes.

Sus pasos en dirección a la puerta resonaron por la habitación. El pomo fue agarrado con firmeza, el giro de este indujo la salida del peliblanco el cual se despidio con un - Così a lungo, benvenuti i capitani nuova, fate attenzione e il capitano, attenderà al cancello nord - en su lengua materna aunque, sabiendo que lo último tenía importancia, añadio una pequeña coletilla - Lo que quiere decir, os espero en la puerta norte - para, nada mas terminar sus palabras, atravesar el umbral y cerrar la puerta tras de si.


Off: Hasta pronto, bienvenida a los nuevos capitanes, tened cuidado y capitana, la esperare en la puerta norte

La joven cappitana escuchó las ordenes y se marchó tan buen punto se dio la orden. Era momento para entrenar y hacerse más fuerte mientras esperaba. Realizó un shun-po hasta el 5º escuadrón.

"-Sería genial tener teniente.."- pensaba la rubia

Luego de presenciar los actos de todos los capitanes y tenientes, quienes algunos eran muy eufóricos y otros tranquilos, un poco de alboroto en la sala, pero el Taicho del escuadrón 7, solo esperaba las ordenes del comandante y hablar si el lo pedía, pero no fue necesario ya que el capitán de la 1º división decidió pasar al ultimo punto de la reunión para finalizarla de inmediato, dándole ordenes a algunos capitanes y tenientes para que vallan al mundo humano, Hei fue uno de los que se tendrían que quedar en la sociedad de almas. Esto no molestaba al muchacho pero seria aburrido, además de que el capitán LeMarc, con quien tenia un combate pendiente se retiraría para ir al mundo de los humanos. Era hora de volver al escuadrón y tratar de hacer algo, o no hacer nada directamente, solo esperar la llegada de los dos grupos y recibir nuevas ordenes, Hei ya no quería encontrarse en ese lugar debería de pensar en como podría mejorar para ser mas útil en las próximas batallas, pero algo mas le preocupaba, la llegada de mas espadas a la ciudad de karakura, esta vez habían sido dos, la próxima vez podrían ser mas y los capitanes que habían mandado podrían estar en problemas si los superaban en fuerza, ya que no se conocía muy bien la fuerza de los espadas, esto es como la guerra, siempre hay que estar atento para la lucha del día a día, entrenado lo suficiente pero sin bajar el ritmo.

- Con el permiso de todos me retiro a mi escuadrón - dice mientras que con un paso firme y algo lento comienza la retirada pero al llegar al medio de la sala, voltea a mirar al comandante para decir - si necesita algo comandante, no dude en llamarme, estaré pendiente de todo, y ahora si, me retiro completamente - al darse vuelta para mirar la puerta, el capitán de la séptima división realiza un shunpo el cual lo manda a las cercanías de su escuadrón, y de ahí emprende su caminata para llegar a su despacho o su habitación... para pensar en lo que haría ahora

<<Por fín.>> Pensó al acabar el discurso de Ailann Sotaicho, estando todavía con los ojos cerrados concentrando sus focos de reiatsu para disminuir la presión del Capitán General.

Al acabar de escucharlo, y las órdenes relacionadas con él mismo, dió un paso adelante para decirle a Kanon-taicho en voz baja:
- Parto al Escuadrón y hacia la puerta. Todo estará listo a su llegada. - tras esto, dedicó una rápida mirada a Kerkex, tan fría como siempre, de tonalidad roja. Realizó una leve reverencia y en cuestión de un segundo, desapareció con un Shumpo de la Sala que le dirigía hacia su escuadrón para dar las indicaciones básicas a los que debían acatarlas y recoger el material básico para partir la mundo humano.

Shia, mientras Ailann daba las órdenes para algunos capianes y tenientes, le llamó la atención aquellas ordenes, parece ser que la situación es mucho más seria de lo que pensaba.

Al dar por finalizada la reunión, Shia se levantó de su asiento, recogió las estrellitas de papel que logró hacer y las guardó en su bolsillo.

Con permiso-dijo anunciando su ida.

Shia realízó un shunpo haciendo que llegue lo más pronto posible a la División Tres, tenía que hacer algo de provecho mientras se espera una nueva orden por parte del comandante general.

La situación se estaba tornando algo monótona y aburrida. La presentación de los nuevos capitanes había sido efectuada seguida por la de un no tan nuevo Kerjex cuyo último comentario terminó por reanimar la torpeza de mi teniente quien hasta ahora se había mantenido sumamente callado, como correspondía.
Sus palabras hacia el capitán del sexto escuadrón eran totalmente ciertas. Aunque la forma de expresión que había empleado no era la indicada, especialmente por el hecho de que él era un teniente que se estaba dirigiendo hacia un capitán. Su falta de modales llegó a un extremo cuando se dirigió a Sou Taicho recriminándole que la reunión se había tornado sumamente aburrida.
Mi mirada se posó rápidamente sobre él. Fija y penetrante, mis deseos de callarlo mediante un golpe se notó tanto en mis ojos como en el puño que había cerrado a modo de amenaza frente a mi teniente. Podía pasar, momentáneamente, por alto el comportamiento que había tenido hacia el capitán del sexto escuadrón... conociendo a Kerjex dudo mucho que las palabras de Drako lo molestasen lo suficiente para hacérmelo notar. Sin embargo, no podía permitir que se dirija al Comandante de aquella forma tan informal como lo había hecho.
Un potente reiatsu comenzó a sentirse en el sitio que correspondía al líder de la primer división. Su mirada se posó por unos momentos sobre mi teniente, intentanto recordarle su posición dentro de los trece escuadrones de protección del Seireitei. Para mi suerte, la situación no pasó a mayores...
Luego de ello, Cole Sou Taicho comenzó a hablar. Su sabiduría y experiencia como Comandante lo habían llevado a notar la extraña situación que se estaba llevando a cabo entre los presentes, consumidos por las ansias y el aburrimiento. Esto hizo que tomara la decisión de saltear algunos puntos que, en un principio, se había dicho que abordaríamos y comenzó directamente a dar las órdenes, explicando previamente la situación.
Las primeras órdenes fueron dadas hacia los capitanes de la sexto y decimotercer escuadrón, Kerjex y Kanon respectivamente. La misma consistía en buscar apoyo en otras razas como los Vizard, Ryoka y quincy. Me sorprendí un poco ante ello. La rivalidad entre los Quincy y los shinigamis era bien conocida por todos y la relación que teníamos con los vizard no era demasiado estable. Sabía un trabajo duro conseguir el apoyo de ellos.
La segunda misión nos fue encomendada tanto al capitán del undécimo escuadrón como a mi. La misma se trataba de una misión de reconocimento, evitando las batallas importantes en el proceso, un golpe duro para el capitán encargado de la lucha con espadas.
Mientras tanto, los demás escuadrones, debían permanecer en una posición de espera.
Terminada la asignación de tareas, los capitanes y tenientes comenzaron a retirarse de la sala. LeMarc comentó que me esperaría en la puerta norte y luego de ello salió del a habitación. Muchos otros hicieron lo mismo y poco a poco la sala de reuniones terminó por vaciarse.
Me di vuelta observando a mi teniente. Llevar al escandaloso e imperactivo Drako a una misión que requería discreción absoluta sería un inconveniente, pero órdenes eran órdenes y las mismas incluían al segundo al mando en mi escuadrón. Si realmente por algo me caracterizaba como capitana es por seguir fielmente las órdenes de Sou Taicho.

-Nosotros también nos retiramos, Drako- le dije- Con su permiso, Sou Taicho...

Dicho esto último me encaminé hacia la salida esperando a que mi subordinado me siguiera y abandoné, finalmente, el primer escuadrón.

[Off: Bueno como ya saben estuve ausente un periodo de tiempo así que digamos que Geo desapareció de un shumpoo en cuanto el comandante Aliann-dono dejo de hablar ^^]