Primera Gran Reunion de Altos Cargos Shinigamis

Tras salir de la zona de entrenamiento numero 3 donde había hablado con Geo, se dirigió hacia su despacho y redacto un informe que tendría que ser enviado de inmediato a todos los otros doce escuadrones del Seireitei. Tardo unos veintes minutos pero el informe era claro y preciso:



Remitió la carta al centro de distribución y con paso lento y tranquilo, salio de la zona de su primer escuadrón para dirigirse, entre los arboles, hacia la Sala de Reuniones, donde se sentó en una butaca a esperar los demás capitanes, los cuales no tendría que tardar en llegar.

Geo, recibió el mensaje mediante una mariposa cuando iba lentamente a su escuadrón, pero en cuanto recibió la mariposa, su expresión se volvió más animada, y no pueod evitar realizar dos shumpos para llegar a la sala de reuniones lo antes posible.

Legó de su segundo shumpo a la sala de juntas donde solo estaba el comandante. Y con un leve movimiento de su mano de un lado a otro saludo a Alian-sama, tras esto tomo su sitio, de pie.

- Veo que no tardas nada en cumplir tus palabras Ailann-dono, no esperaba menos de usted - Dijo Geo meintras no podía evitar mover todo el rato la punta de su pie derecho, levantandolo y golpeandolo contra el suelo repetidamente.

No era normal ver a Geo nervioso ni activo, pero cuando lo hacía se notaba a la legua.

Por la enorme puerta del salón de reuniones de capitanes ingresa un joven capitán, de pelo corto y alto. Parándose en medio de la sala mirando al Sotaicho, hace una pequeña reverencia en forma de saludo, sin esperar la devolución del saludo, el capitán Hei se para a la izquierda del comandante, en el lugar donde tendría que ir en el momento que empiece la reunión. Luego observando un poco el lugar, se da cuenta que otro capitán se encontraba en el lugar, sin mas le hace una sonrisa en forma de saludo, sin despegar una palabra de su boca, aun estaba recuperando el aire después de la practico que tubo con LeMarc.
Parecía estar muy aburrido el capitán del 7º escuadrón y no sabia de que hablar... ni que hacer, así que esperaría a que los otros llegaran o le hablaran... mientras que solo iba a observar y memorizar todo lo que había en el lugar, como si fuera un niño pequeño jugando solo...

El chico, ya desde lejos, percibía los tres imponentes focos de reiatsu en el interior. Se apresuró en cuanto supo sobre la reunión. ¿Espadas en el mundo humano? Me temo que ese es el trabajo de nuestro escuadrón... Aun que... tampoco sé muy bien qué son exactamente los espada... Cuales son sus "poderes". La segunda parte de la Zampakutoh vibró ligeramente ante aquel pensamiento por razones desconocidas para B. A pesar de ello, el joven fukutaicho empleaba shumpos largos, no muy rapidos pero tampoco pausados. Ya estaba cerca de la Sala.

Pasó velozmente por la gran puerta, colocándose en el centro exacto de la enorme estancia. Rápidamente, dejó su rodilla derecha apollada en el suelo, junto con ambas manos, bajando la vista al suelo y dijo con voz fuerte para que todo el mundo le oyera con claridad:

- ¡Juusanban Tai Fukutaicho [Teniente del decimotercer escuadrón] B Millenium se presenta! - llevaba el kimono de Shinigami habitual, carente de mangas, recogido en el centro cuidadosamente con un cinturón blanco y una banda en el brazo que le identificaba con su puesto, con la flor correspondiente. Su Zampakutoh estaba lista y preparada en su espalda, enfundada, afilada y limpia.

Tras hacer aquello, no tardó en levantar la vista hasta toparse con la del Sotaicho, mirándole directamente a los ojos... Aquellos ojos turquesa que provocan incomodidad en cualquier persona, excepto aquella que carece de sentimientos o expresión, como era el caso de Brandon. Lo único que pudo sentir en aquel momento era respeto. Sus ojos con un leve destello rojo que indicaba total calma, casi fantasmales no vacilaron, no titubearon ni un segundo.

Se levantó, quedándose quieto unos segundos, mostrando al hacerlo la segunda parte de su Zampakutoh colocada en el cinturón que inspiraría desconfianza en muchos, no por su amenaza, si no por su simple existencia y su extraña forma.

Tras incorporarse del todo, fue andando tranquílamente, con pasos lentos y decididos hasta el sítio que correspondería a su escuadrón, por fin desviando su mirada y cerrando los ojos orientado al frente con expresión serena.

[OFF: Si esto es una reunicón oficial, ¿no debería estar en la Sala de Reuniones del 1er escuadón, y avisado a todos los capitanes, tenientes y 3os al mando por MP o algo?]

LeMarc hizo acto de presencia. Pudo observar que no era el primero pero tampoco el último pues los asistentes en aquellos momentos eran mas bien reducidos. Paseó la mirada por el lugar con calma, fijandose en cada detalle del lugar, realmente llevaba algún tiempo sin visitar aquella sala.

No dijo nada, simplemente se limitó a hacer una leve reverencia a modo de respeto para los presentes para luego, con paso ligero, dirigirse a su respectiva posición en aquella sala.

Su mirada se detonaba seria y se podía notar un deje de frustración en el brillo de sus ojos. Su pelo estaba algo revuelto y su respiración levemente agitada, además de haber sido interrumpido en su combate se había perdido en el camino de ida hacia la sala...

Tomo asiento en aquella silla que le correspondía mientras cruzaba con gesto serio los brazos y cerraba relajadamente los ojos. El capitán del 11º escuadrón estaba en calma pero aquel aire desafiante y agresivo tan característico de los miembros de aquel escuadrón permanecía en el como una fragancia de perfume personal.

Off: Ciertamente. Muevo el tema a la sala de reuniones del primer escuadrón y mandare un mp a los implicados en la reunión. Salu2

Con su silencio habitual, Kimura atravesó las puertas de la sala con una expresión neutral, los ojos vaídos y los labios apretados formando una finísima línea, el unico gesto que denotaba su tensión.

No dijo nada cuando vio a los presentes, si no que tan solo les indicó su reconocimiento con un movimiento de cabeza. No le gustaba demasiado perder el tiempo con palabras inútiles.

Se colocó en su puesto silenciosamente, observando por el rabillo del ojo a cada uno de los presentes.

Le preocupaba tan solo el hecho de que tuviera que afrontar la reunión sin un apoyo, que podría ser crucial en situaciones críticas pero no dio muestras visibles de que fuera eso posible.

El mensaje de la urgente reunión llegó a Jeanne que intentó acabar cuanto antes con sus asuntos para dirigirse a la reunión. Al terminar salió hacia el 1º Escuadrón donde ya habian reunidos algunos de los capitanes y tenientes.

- Siento llegar tarde, soy Jeanne Yaboshi capitana de la 5ª División - dijo la rubia presentandose con una reverencia y colocandose en su sitio

Luego de haber recibido el mensaje de Sou Taicho por parte de la mariposa infernal, salí de mi división y me dirigí velozmente hacia la sala de Reuniones de la primer división, lugar donde normalmente se llevaba a cabo las reuniones de los capitanes y, por lo cual, esta reunión de altos mandos del Seireitei también. Mi teniente, tal como se lo había ordenado, me siguió hasta llegar a la sede del Primer escuadrón, pero antes de poder darle indicación alguna, Drako se me adelantó siendo el primero en entrar a la sala de reuniones.
Suspiré con resignación. Fuertes reiatsus podían sentirse dentro de aquél lugar, algunos me eran familiares y otros no tanto.
Antes de entrar a la sala, escuché como Drako saludaba a los ya presentes de una forma sumamente informal, luego de ello, pareció disculparse por algo y agregó que podía entrar.
Ingresé al lugar con el mismo porte frio de siempre. Observé por un momento a los shinigamis presentes. Había algunas caras nuevas en la sala, shinigamis recientemente ascendidos.
Un polvo de color blanquecino, entonces, cayó cerca de mi rostro. Levanté la mirada casi por inercia, encontrándome con un gran tajo en el techo realizado recientemente. Noté que mi teniente sostenía su zampaktoh de gran tamaño y recodé que, anteriormente, se había disculpado por algo que desconocía... definitivamente él había sido el culpable de aquello.
Le dirigí una mirada casi aterradora a Drako. Esta vez, debido a la presencia de los capitanes y algunos tenientes, evitaría regañarlo aunque aquello no lo dejaba excento de un futuro castigo por su distracción.
Volví mi mirada hacia nuestro comandante e hice una pequeña reverencia.

-Lamento lo de su techo, Cole Sou Taicho. Espero sepa disculpar la torpeza de mi teniente - dije.

Luego de pronunciar aquellas palabras me dirigí a mi respectivo lugar, esperando a que Drako me siguiera. No deseaba protagonizar una ridícula escena a causa de mi teniente por lo que no hice mayor incapié en el asunto.

Habían pasado ya unos cuantos minutos desde que el entrenamiento en el Escuadrón número trece se había llevado acabo, más concretamente, entre el Taicho y el Fukutaicho. Hacía también poco tiempo en que el mensaje por parte del Comandante General llegaba a oídos de todos los altos cargos de la Sociedad de Almas, Kanon como uno de los tantos, no fue excepción e inmediatamente luego de cambiarse sus atuendos, se dirigió a la sala de reuniones, realizando un sólo shumpo y apareciendo en la entrada del pasillo. Caminó a paso ligero, resguardando ambos brazos flácidos a los costados, con la vista oculta bajo el sombrero y con un rostro sereno. Alcanzó por fin el tan esperado lugar, abriendo las puertas del recinto con una característica tranquilidad, dándo al compás, una oculta mirada para con los presentes. El Decimotercer Capitán, llevaba el hakama reconocible de color negro, común entre los de especie, su haori por encima de su cuerpo, colocado con sumo cuidado, por encima de éste, su típico saco marrón, con las mangas sueltas y aleteándose con placer por la brisa del lugar, las dos correas que decoraban su cadera se mantenían holgadas, dando una leve vuelta alrededor de ésta y por último, faltaba mencionar el tan desbaratado cabello oscuro que presentaba, se ondeaba similar a la gabardina pero de manera más disimulada.

Alzando su mano hasta posar sus dedos delicadamente sobre el ala frontal de su sombrero, lo levantó un poco, lo suficiente para poder tener un mejor panorama ante el escenario. Sugirió un cálido brillo en sus ojos a modo de atención y claramente pudo reconocer muchos rostros, después de todo, él era en sí el Capitán con mayor estancia y recordaba haber participado como testigo frente a sus pruebas de ascendencia, aunque claro, ésto no significaba que los conociera. Giró su rostro hasta divisar a su Teniente y le dedicó una mediana sonrisa, asintiendo al mismo tiempo con el rostro sin llamar mucho la atención.
No pudo evitar reír mentalmente respecto a lo que había sucedido en el techo del salón, había oído algo de ruidos en su ida a la estancia, pero no fue hasta que justo al momento de ingresar se percatara de las palabras que pronunciaba la Segunda Capitana, por lo que vagamente, pudo darse una idea de lo pudo haber sucedido. Deteniendo cualquier otro tipo de pensamiento, caminó hasta quedar firme en su respectivo puesto de estadía, para ser más precisos era el último extremo izquierdo al Comandante, teniendo como único vecino al Onceavo Capitán y compañero por unos escasos pasos más atrás a su llamativo Teniente; Kanon alzó la mirada y se dispuso a mediar palabra, dirigiendo efímeras observaciones a los altivos personajes del momento...

- ¡Bravo!... Takeuchi Kanon, Juusan-ban tai Taicho - enunció amablemente haciendo un leve gesto con la diestra levantanda, antes de volver a retomar el silencio corporal - (Ah caray... me pregunto, ¿quién será el difunto?) - dijo curioseando en su mente, no era para menos y es que, teniendo en cuenta el ambiente que se podía sentir con tan sólo respirar, si fuera un velorio, a quien habría que darle el pésame era al propio lugar -

La inusual entrada del Fukutaicho hizo llamar la atención de Brandon. Contempló la escena con los ojos ligeramente abiertos y la cabeza ladeada. <<Disciplina... sí señor>> pensó irónicamente al ver la "espectacular" entrada del teniente del segundo escuadrón. Su tonalidad roja de los ojos anteriormente cerrados menguó para tomar un tono ligéramente más azul, tornandose casi violetas. Observó como se presentaba la capitana del 2º escuadrón con total serenidad, dirigió su vista entonces al Sotaicho, para ver la reacción de este. Pero de nuevo, sus ojos rodaron hasta dar con la puerta a la Sala.

Presentía el reiatsu de Kanon antes de acercarse. Era inconfundible.
Le alivió en cierto modo ver entrar la figura de su capitán por la enorme puerta. Al menos ahora no estaba solo para atender asuntos de la índole de su escadrón que por suerte todavía no habían sido empezados a tratar.
A pesar de haber recibido una ligera sonrisa como saludo, no fue capaz de articular otra como respuesta, pues no sería propio de él. Su cuerpo no se movió ni un melímetro, sin embargo sus ojos recuperaron su rojez.

Cuando el capitán ya estaba colocado en su respetcivo lugar, justo delante de él, dió un paso adelante para decir en voz baja: - Llega a tiempo, Kanon-Taicho. No se ha perdido nada que merezca la pena ser mencionado aparte de lo evidente - dijo mientras dirigía otra disimulada mirada a la parte dañada del techo.

Tras eso, volvió a su posición inicial, con postura recta y la mirada fija al frente.

Manteniéndose paciente en todo momento tras tomar el lugar que le correspondía, sintió como su Teniente se aproximaba disimuladamente por su espalda, comentándole que no había pasado nada en lo absoluto a parte de aquella cicatriz en el techo, lo cual identificó luego que Brandon le diera una rápida mirada. Kanon atinó a sonreír levemente, ocultando su mirada bajo el ala frontal del sombrero y girando levemente su cabeza hacia un costado, con la intención de responderle en voz baja...

- Ya veo... en ese caso no hay problema, gracias Brandon - agradeció asintiendo con su rostro, para ser inmediatamente interrumpido por la entrega de un nuevo personaje, sin duda, diferente al resto de presentes, no simplemente porque era mujer sino por el hecho de llevar un porte poco similar al de la Capitana que entró momentos antes que el mismo vaquero, aún así, él la recordaba o al menos su rostro por lo que esbozó una intangible sonrisa soltando un suspiro al paso -

Parecía que las cosas iban bien hasta el momento, lo único que le perturbaba era saber cuanto tiempo más permanecerían mirándose las caras unos a otros. Era cierto que mantener la serenidad era uno de sus fuertes pero teniendo en cuenta sobre qué se llegaría a tratar en la reunión y si bien era cierto que los Espadas habían aparecido en el mundo humano, las cosas tenían un rango de importancia mucho más grande...

Jeanne se limitaba a observar la reunión con calma aunque aún faltaban capitanes y tenientes para muchos de los escuadrones, ella misma no tenía teniente y otros escuadrones no poseian aún capitan. ¿Seguiría mucho tiempo más la situación así?

Geo paro de mover su pie, cuando vio que empezaba a venir gente, así que así eran los capitanes, gente bastante fuerte, bastante sería, algunos demasiado cursis, otros demasiados serviciales y otros simplemente callados. Presto una atención visual a todos, aunque claramente se quedo un poco más mirando a las capitanas, sobre todo a la de las rosas, pues no entendía de donde saco ese florero, sería un poder de su zampakutoh... la zampakutoh de la floristeria, tras estos pensamientos y embobamientos Geo regreso en si, y con un tono gritón y nervioso les dijo a los presentes.

- Buenos dias, me llamo Geo Tsuma y soy el nuevo capitan del 8º escuadron, encantado de conocerles -

Tras esto, rapidamente dirigió la mriada a Alian-dono, y moviendo su muñeca con la palma de su mano mirandole a él, le hizo a el comandante un gesto de que se acercara.

- Alian-dono, por lo visto algunos taichos no son muy rapidos, así que podríamos empezar si usted lo desea, después de todo este mundo es muy rápido * empieza a hacer con dos de sus dedos como si fuesen piernas corriendo * y el que no llega se queda atras - Tras esto, miro el suelo bastante nervioso y avergonzado.

- Estoy de acuedo con geo-taicho. Si se nos ha hecho llamar a todos debe haber alguna urgencia, siempre podemos informar nosotros al resto de capitanes ausentes - dijo la rubia calmada

- De momento la reunión no ha comenzado. Nosotros los capitanes y tenientes tenemos muchos asuntos que resolver y aún faltan unos cuantos por llegar. - la capitana miro al nuevo capitan- por cierto soy Jeanne Yaboshi, capitana del 5º Escuadrón encargado de los kidoh - la muchacha añadió presentandose

La verdad es que la reunion tardaba de verdad en comenzar.

LeMarc se mantenía serio, con los ojos cerrados como si todo aquello no fuese con el. Realmente se podía notar un claro enfado en su rostro el cual procedía de su interrumpido combate y del ahora retraso procedido por algunos capitanes pero sobre todo, por la demora que estaba tomando el capitán del primer escuadrón en iniciar la reunión.

Un ruido sacudió el lugar, sus ojos se abrieron con gesto desganado para luego ser continuados por una fuerte carcajada al ver el estado del techo y la situación - Jajaja - rió Marcos a pleno pulmón sin importarle la situación y el lugar en cuanto vio el estado del techo y una Zampakutoh fuera de su lugar. A los presentes no pareció importarles tal acto y a lo unico que atinó a hacer Marcos fue a decir - Bien hecho chico - en cuanto este cobró su posición en la sala.

La situación parecía cambiar pues mas capitanes hacían acto de presencia pero el capitán del primer escuadrón seguía sin iniciar la reunión y la paciencia del capitán del 11º escuadrón parecía estar en su limite.

- Calmate chico - fueron las palabras enunciadas por la Zampakutoh Ragnarok en la mente del mayor amante de las peleas entre los 13 capitanes. Sus ojos azules fueron cubiertos por el cerrar de sus parpados - Estoy... muy... calmado... - respondió el ojiazul a su compañero de combates de forma mental.

Las conversaciones entre capitanes no tardaron en acerse presentes y él comandante de la SS parecía seguir sin tener intención de iniciar la reunión. LeMarc mantuvo sus ojos cerrados. Sus manos fueron hacía su nuca en claro gesto de aburrimiento mientras que sus dos piernas fueron colocadas sobre la superficie de la mesa de la sala con aire desafiante.

Parecía estar a punto de quedarse dormido y así lo indicaba su suave respiración y el leve movimiento de su pecho al respirar. Sin abrir los ojos las últimas palabras que el capitán tenía pensadas decir en aquel momento, fueron pronunciadas - Si no empiezas tu la reunión, ¿quién esperas que lo haga?, Cesar - en una clara alusión a la patria de la que procedía. Además, estaba bastante claro que no había atendido demasiado a las palabras, presentaciones y demas vocablos enunciados por sus compañeros... realmente aquel comportamiento no era el mas adecuado pero el enfado de Marcos por aquella situación era notable y no tenía demasiadas ganas de ser afable y amable en aquellos instantes...

Aquellas palabras podrían entenderse como una falta de respeto y, de la mayor parte de formas que se pudiesen entener, así lo serían pero el Shinigami del 11º escuadrón no lo entendió de aquella manera ya que, después de todo, su cultura era muy distinta a la mayoría de personas que pisaban el suelo de aquella sala y el hablar de manera mas correcta no le resultaba demasiado agradable.

Sus ojos se abrieron, sus brazos se colocaron en forma de cruz en la zona del pecho y sus pies volvieron de vuelta al suelo. Su espalda adopto una posición algo curvada tratando de estar mas comdo y adoptar una posición mas relajada.

Ailann estaba sentado cómodamente en su silla, al final de la gran sala de reuniones. Después de enviar el mensaje pertinente a los demás escuadrones se había dirigido con paso calmado hasta la gran sala, donde podría realizar su primera gran reunión. Era partidario de discutir las cosas con sus otros capitanes, los lideres de la SS, pero ya de antemano sabia que habría conflictos: primero no todos estarían de acuerdo con las decisiones tomadas, segundo que algunos no se presentarían.

Al pasar el tiempo los capitanes y tenientes fueron llegando, el primero Geo, su amigo, y fuera el que propusiera la reunión. Poco a poco iban apareciendo los capitanes y los tenientes. Algunos le hacían una reverencia, otros se presentaban, y algunos solo le miraban. Para su desgracia, Drake, el teniente del segundo escuadrón, sin vigilar mucho con su zampakutoh le rasgo todo el techo, dejando caer restos de yeso y pintura por todo el suelo. Le lanzó una mirada fulminante, aunque en verdad no le molestara el techo, sino el simple echo de ser tan imprudente y mas siendo del segundo escuadrón, sigilosos por naturaleza y discretos.

La sala se llenaba pero quedaban sillas vacías. Los capitanes que o no habían recibido la notificación o no querían presentarse. Ailann decidió esperar un poco mas, para darles tiempo. No le molestaba estar sin hacer nada, tranquilamente paciente, observando las reacciones de los demás capitanes, mas jóvenes e impacientes. Algunos hablaban, otros se impacientaban con movimientos de las piernas, otros solo miraban a su alrededor preguntándose que hacían en esa sala, que destino les había traído allí. Pero cuando empezaron a estar de verdad impacientes, lo suficiente como para empezar a preguntar por el inicio de reunión, sobretodo después de las palabras de LeMarc decidió levantarse y con un gesto de la mano les mando callar, para poder empezar a hablar:

- Capitanes, Tenientes, deseo recordaros primero que la paciencia es un don, tanto en esta sala como en un campo de batalla, la precipitación conduce al desastre. - Sus palabras eran formales, serias, con la intención de hacer callarlos y de reponer su autoridad. El tono era tajante, con voz claro y las palabras precias. Prosiguió: - De todos modos, los sucesos pasan y aquí sentados, esperando no resolveremos nada, por tanto, doy por empezada la Primera Gran Reunión.-

Observó con sus ojos turquesas a cada uno de los presentes, una mirada fría, pero a la vez tierna, aquellos hombres y mujeres eran los mas poderosos entre los que se contaba entre la SS y por tanto les tenia respeto y apreció por su trabajo. Una mirada un tanto ambigua de entre superior y amigo. Se volvió a sentar en su cómoda silla de terciopelo marrón y expuso los puntos del día de la reunión, muy claros todos:

- Primero de todo mencionar a los nuevos capitanes recién ascendidos, realizando así una presentación oficial delante de los demás capitanes. Segundo análisis de las actividades propias de cada escuadrón así como sus posibles fallos o necesidades. Tercero y ultimo punto a debatir: espadas y nuestra actuación contra ellos y respecto al mundo humano y sus sucesos. Por tanto si nadie tiene nada que objetar pasamos al punto uno.

[OFF: hasta el martes 20:00 hora española para objetar]

Geo miró a lo que el ya suponía que era su nuevo teniente como delataba su insignia en el brazo, presentandose ante todos con una reverencia, y sin poder ocultar su curiosidad por el agujero del techo. Tras esto Asch se acercó al capitan y se presento., un chico no más mayor que Geo, con el pelo rojo, lo cual el creo una buena impresión, ya que el suyo era naranja, y le encantaba claramente los colores que se parecían al fuego. Geo le miro con su fria mirada durante un rato, como si le diera totalmente indiferencia, tras esto le sonrio mientras se señalaba a si mismo con el dedo.

- Mi nombre es Geo, y no me hables de esa manera Asch me haces sentir un viejo -

Tras acerco su cara a la de su teniente y le susurró al oido tapandose con la mano.

- No te preocupes por eso, es más he oido que cualquiera de estos podría cargarse este escuadrón con liberar solo su shikai, e incluso sin eso, los taichos son gente muy fuerte - Dijo Geo, excluyendose a él de ellos por su condición de recien llegado.

- Que estas haciendo olgazan, levantate de tu sitio y saluda a todos, acaso no oiste a Aliann-sama, además esta reunión fue idea tuya así que debes ser el primero en cumplir - Sono la voz de Flama en la cabeza de Geo.

Geo se levantó poco a poco con su típica expresión fría de siempre, mientras no podía ocutlar su niervosismo y pro culpa de esto su reiatsu color fuego empezaba a elevarse poco a poco en el lugar, algo anda malo para los taichos, pero si un poco más para los tenientes, los cuales muchos sentirían una pequeña opresión en el pecho. Tras esto elevó su mano derecha hacia arriba en señal de saludo.

- Bueno creo ya haberme presentado, pero lo repetire para los que no estaban, mi nombre es Geo Tsuma, soy el encargado de la 8º división, y espero poder llevarnos bien - Tras esto realizó un guiño a todos los presentes, apareciendo a una gran velocidad, dando un beso en la mano a cada capitana que había en la sala, a una velocidad vertiginosa, lo único que se veía era la pequeña imagen transparente del capitan realizando esas acciones.

Tras esto volvió a aparecer sentado, y con su mirada fija y penetrante, que en ese momento mirabba el cielo a traves del hueco en el techo.

- ¡¿PERO QUE HACES?! Te crees que estas en el bar del seiretei, por favor ahora eres un taicho comportate... me estas avergonzando - Dijo con una voz reprochiva y gritando Flama a Geo.

- Perdon... perdon... pero ya sabes nunca puedo evitar tratar bien a las chicas lindas... no es mi culpa, tengo un problema vale... - Dijo con voz de niño reprochado Geo a Flama en su interior, meintras se sonrojaba con su mirada fija, esperando a que con suerte Aliann-dono no le recriminara su acto, no al menos en público, y esperando a que alguién más quitase tensión a la situación, que al menos el sentía.

No muy lejos de la División Uno, se podían escuchar unos apresuraados pasos de una joven de larga cabellera oscura, cuyos ojos color miel se encuentran concentrados en el camino, Se le podía identificar que es una capitana por el haori que porta, de la División Tres para ser más exacto.

Gran día que elegí para quedarme dormida, sin tener teniente, ni tercer oficial-se quejaba en el camino, sin embargo, sabe muy bien que fue por descuido de ella lo de quedarse dormida. Continuó con su camino dando shunpos para acelerar el paso.

Shia Azakami logró llegar a la División Uno, y en el camino para llegar a la sala donde se esté llevando la reunión, podía sentir varios reiatsus mezclados, unos ya conocidos, sin embargo había otros que son nuevos para ella, en ese momento no le importaba ello, le importaba llegar a la Reunión.

Con un paso más del shunpo, la capitana llegó a la Reunión abriendo de golpe a la puerta, y con una pequeña sonrisa apareció ante los presentes diciendo:
Discúlpen la tardanaza, Shia Azakami, capitana de la División Tres al fin ha llegado.-Y la capitana se dirigió a su puesto.