- Ficha quincy - Rorschach - Alexander Anderson -

Última edición por Rorschach el Dom Sep 27, 2009 12:22 am, editado 3 veces

Nombre: Alexander Anderson "Justice"

Jugador: Rorschach

Sexo: masculino.

Edad: 16 años (15 años).

Rango : quincy.

Alexander Anderson

"Justice" acompañado de su Destiny of Goddes

H.E: el arma que obtuvo tras la muerte de sus padres le acompaña desde su más tierna infancia, ésta ha sido modificada teniendo en cuenta las necesidades de uso contra entes malignos como los Hollow o los Shinigami. La escopeta se compone de 3 cañones. 2 de ellos se sitán en la primera línea de frente mientras que el último se da bajo los 2 primordiales. El mango del fusil se empela con madera de caoba mientras que el cuerpo de ésta se compone básicamente de titanio. A lo largo de los años Alexander ha podido condesar altas cantidades de riatsu en balas, las cuales producen diferentes efectos contra sus presas. Hasta el momento ha podido crear 4 tipos de balas y por tanto un cuadrante de técnicas con ellas.

-Inquisition (Inquisición): Disparos potentes cuya habilidad reside en que la bala al chocar con el objetivo se abre y libera un polvo especial cuyo contacto con el aire produce que explote en el acto. Precisa de munción del tipo Crusade (Cruzada). 50 balas disponibles.

-Sacrilege (Sacrilegio): Tiro único de gran precisión que en caso de que impacte contra un objetivo lo destroza completamente, en caso de Hollow y Shinigami perderían el miembro dañado por el resto de la batalla. Precisa de munción del tipo Heretic (Hereje). 1 bala disponible.

-Poverty (Mendicidad) : Balazos de gran precisión y alcanze así como gran perforación, causan quemaduras de importancia al llegar a su objetivo, incluso calcinación. Precisa de munición del tipo Samaritan (Samaritano). 70 balas disponibles.

-Protestant (Protestante) : proyectiles de aleación poco densa y pesada. Usados de forma común por el pistolero, no producen ningún efecto especial y si disposición es ilimitada, pues se generan mientras el riatsu del usuario sea constante y su flujo no se altrere por alguna causa. Precisan de munción del tipo Catholic (Católico).

Poderes:

-Kojaku (Arco): Al liberarse la cruz de cuatro puntas de quincy se genera un arco sólido unido a la muñeca y totalmente compuesto por reiatsu de color blanco. Del "mango" del mismo salen unas líneas negras verticales. Para lanzar flechas, se debe tirar de una arilla unida al centro de la cuerda del arco.

-Hirenkyaku (Paso de Dios): usan las partículas espirituales que les rodean para poder desplazarse a gran velocidad. Es el equivalente Quincy al Shunpo de los Shinigami o al Sonido de los Arrancar.

-Guante Sanrei: este es el guante que usa el el primogénito de los Anderson. Según su maestro, con este guante se podría alcanzar el máximo poder de los quincy, pero era necesario estar con el puesto durante una semana entera para dominarlo. Sin embargo, después de eso, jamás se podría quitar. En caso de hacerlo, el portador obtendría la forma final de los quincy, con un poder inmenso, pero durante poco tiempo y perdería sus poderes de quincy.

-Gintō (Tubos de Plata): son unos tubos en los cuales Alexander guardó poder espiritual mientras entrenaba. Con ellos podía usar algunos hechizos similares al kidō de los Shinigami, son:

-Gritz (Barrera de Cinco Estantes): Se crea un escudo del tamaño del tamaño suficiente para proteger a un humano de casi cualquier ataque. Necesita Gintō (Tubos de Plata).

-Wolke (Nube): Técnica usada para disparar una nube de humo. Necesita del uso de Gintō (Tubos de Plata).

-Sprenger (Detonador): Una vez colocados 5 Seele Scheneider en el suelo, creando un pentágono alrededor de algo o alguien, utilizando Gintō (Tubos de Plata), provoca una explosión masiva dentro del mismo, dañando contundentemente el interior.

Prosopografía: posee luengos y morenos cabellos cuya disposición se torna desmadejada,sobre su frente recae una cienta con matices carmesí, su piel es completamente pálida y tremendas ojeras nacen bajo sus ojos cuyos iris complementan el color rojizo de la hemoglpobina.Su atuendo es algo peculiar teniendo en cuenta su sede. Una capa de contorno irregular se cierne sobre sus hombres cubriédnolos por completo hasta terminar en sus piernas. Varios botones con forma de cruz cierran la apertura de la capa la cual es bermellón como el alba cada mañana. Su esbelto cuerpo se anexa a ropajes oscuros y ceñidos, similares a los de la sucultura gótica. En su zurda se ubica su guante Sanrei, de aúreos tonos. Una funda para para todo tipo de armas de fuego se encuentra en su muslo derecho. Cadenas brotan por todo su cuerpo indicando hasta unirse a su vestimenta, asimismo no es raro verlo con una Biblia católica entre sus manos.

Etopeya: persigue fielmente los ideales que le fueron inculcados bajo el dogma católico, en las situaciones más beligerantes prefiere usar la palabra a entablar cualquier batalla sin sentido. De carácter afable y sereno gusta de entablar conversación con sus contrincantes, conocer el porqué de su lucha interior así como los valores que siguen. Las alusiones bíblicas están dentro de su vocabulario habitual, en las ocasiones más tensas gusta de hacer gala de ellas para apaciguar los problemas. Cree fielmente en una nueva era, en la cual tanto Hollow como Shinigami puedan convivir sin hostilidad ninguna. Su personalidad incide claramente con el fanatismo religioso, el fundamentalismo guía su existencia. Cree fielmente en las palabras que Dios ha transmitido a su pueblo , jamás dubita en sus acciones y menos aún si conllevan temas sacros que tratar. Interpreta las Sagradas Escrituras de forma literal , sin importarle lo poco ortodoxa que sea su didáctica.

Historia: a día de hoy aún le cuesta hablar del tema al primogénito de los Anderson. Aunque su fe se halla vinculado al corazón de Dios y al misterio de Jesucristo expuesto a la Iglesia católica. Sus padres significaban un “antes y un después” en su vida, ellos fueron quienes le mentalizaron en el dogma cristiano y sus moral ética. Le gustaba recordar como poco a poco en su tierna infancia acogía con cierta incertidumbre esa ideología, pues veía a la Iglesia como una panda de herejes y su “casa” como a una secta sacrílega. Concretamente un veintitrés de abril en plena estación foral comprendía como se entrelazaba a la Trinidad.

Hoy en día hay centros donde educan a los chavalas a ser hipócritas, egoístas y seguidores de los típicos estereotipos que venden en una comunidad tan arraigada por el consumismo. Por desgracia Alexander podía ver los hilos de la Gran Mentira que conformaría su existencia su condición de beato. El mundo era movido por poderosas mentes que deseaban acumular toda la riqueza bajo sus manos, la mentalidad barroca de la existencia no era muy equivocada. El propio Estado era consciente que aportado las respuestas a sus mentiras conseguirían afianzar más la confianza de su “porcino” ganado, pero por desgracia había una oscura venda que tapaba sus ojos en pos de mayores horizontes. El muchacho de luengos cabellos salía de ese tipo de centros, concertado y religioso. No merecía ver lo que le iba a suceder, ni a él ni a nadie.

Las calles de Karakura eran un cementerio donde personas fallecidas caminaban cada día, su vida estaba vacía y carente de sentido, sólo eran útiles del imperio Nipón. Meras herramientas sin sentimientos. Los padres del futuro quincy no eran una excepción aunque había conseguido liberarse de sus cadenas físicas y unirse a espiritualidad de su creencias. Renunciar a ellas suponía morir. Así fue. Veinte minutos bastaban para llegar a los pisos donde se establecían los Anderson. Aquel día iba a ser recordado. Tras superar la hilera metálica de peldaños que conformaban la escalera de caracol del edificio donde moraba el moreno pudo escuchar gritos, fue presa de los nervios y la intranquilidad, la puerta cedió a un contoneo de las llaves en la cerradura.

Ríos de sangre recorrían la estancia, las paredes se teñían con el color rojo de la hemoglobina. El cuerpo inánime de Marianne Anderson se desplomaba ante la estupefacta mirada de su hija, ella le sonreía mientras el impulso nervioso del hipotálamo perdía conexión con los nervios ópticos, un cadáver más entre la utópica “destrucción” mundial alimentaría al brazo derecho de la anarquía; los medios de comunicación. Noticias y reportajes sobre la defunción de una cuarentona fémina.

El corazón del adolescente se batía en duelo con su coraje e ímpetu, sus venas estaban heladas como témpanos. No creía que lo veía. Su padre empuñaba el arma que dio la victoria a los japoneses en la Guerra Mundial. Una escopeta del tipo “Hydra”. El militar Kotaro Hibiki estaba siendo controlado por un extraño titiritero. Un Arrancar que por pura diversión se había introducido en el Mundo Real a cometer homicidios sin par. Sólo era un juego. El ligero movimiento del índice, el corazón y el meñique de la diestra del Hollow hicieron destellar otro disparo de la carabinera asesina. Sin saber el porqué de su acción su hijo gritó la palabra “Gritz”. Era lo primero que se le vino a la mente. Sus ojos encharcados entre lágrimas contemplaron como un denso muro de azulados matices cubría el cuerpo del japonés. Era un técnica de los ancianos quincy. Ahora numerosos comandos de esta raza surcaban su mente. Defender, atacar y proteger. Las tres balas se pulverizaron al entrar en contacto con el riatsu de la barrera. Ahora el sorprendido era el Arrancar, respondía al nombre de “Trimurti Brahma”.
Podía ver como el sufrimiento fluía a través de su víctima, quería humillarla al igual que hizo la comunidad científica con la eclesiología. La cabeza degollada del miliciano de ojos rasgados calló como las cabezas de los ateos judíos en tiempos de la Inquisición.

De la boca del creyente sólo salían más y más blasfemias e improperios hacia el ejecutor de sus padres, no podía soportarlo. Ardía de rabia y odio, llegó a plantearse si su fe era la correcta a la par de sus creencias. Momentos dolorosos y humillantes estaban siendo sucedidos. Poco a poco el hombre de blancos hakamas se aproximó a su presa. El cazador cazado. Quién podría pensar que un niño sin conocimiento sobre las partículas espirituales acabase con un integrante del ejército de Hueco Mundo. Fueron instantes tras recitar las vocales del “Heizen”.
Cinco tubos metálicos se materializaron y penetraron en el cuerpo del arrancar ciento diecinueve. Pedazos de carne se estrujaron contra el rostro del empalidecido Alexander, vísceras bañaban el salón oriental. Éstas desaparecieron tras una púrpura humareda. Las últimas palabras de aquel homicida resuenan hoy en día en la mente del huérfano. Varios meses pasaron hasta que el comportamiento del jovenzuelo se estabilizó y comenzaba a actuar como antes, con el contrayente de que ahora conocía los orígenes quincy. En el funeral de sus padres conocía a un veinteañero llamado Riyuu Shima, con él pareció entablar cierta amistad. Cada vez sus encuentros eran más frecuentes y reconfortantes. Él animaba al futuro quincy a seguir adelante a pesar de la adversidad. Le narró la existencia de la orden aunque en un principio se mostró escéptico su “discípulo” pasó a creer en ellos e incluso convertirse en uno de sus integrantes. Duro entrenó hasta convertirse en el que es hoy, compaginando sus estudios y defensa de Karakura contra entes malignas. Ya no era Alexander Anderson si no “Justice” y no cabía duda que salvaguardaría los ideales de su Padre, Dios. Extender el reino de su Santidad era una tarea reconfortable y purificante. Nunca había tenido que emplear la violencia en sus combates pero deseaba hacerlo aunque fuese en contra de su religión. Sólo contra “ÉL”.

“Señor Arcaooooooooooooooooon, ayúdeme, ayúdeme. Me prometió que libraría de todo dolor al unirme a usted y ahora, míreme, soy presa de uno de esos renegados. Yo le serví con todo. Hurra, hurra, hurra, hurra. Señooooooor Arcaón”.

Al parecer ese Arcaón manejaba como muñecos sin vitalidad a sus fieles y como no había asesinado de forma indirecta a los padres de “Justice”. Era hora de tomar cartas en el asunto, era hora de encontrarlo y encararlo. Debía ser eliminado.

Falta arco ya se que tienes como habilidad especial una escopeta pero todo quincy lleva un arco, transfondos menores, y la historia, tambien a edad real me refiero a la edad real por ejemplo como los shinigamis que algunos tienen 200 años, a los quincy eso no le afecta

Ren ya he introducido los elementos que me faltaban, el arco y la historia. También dijiste narrar los transfondos menores pero no lo ví necesario pues dada la religiosidad de mi personaje no destacaría nada más. Si fuese relamente imprescindible los crearía, gracias por todo. A cuidarse.

aceptada, te pongo rango y color

» [Torneo] Ren Kimura vs Rorschach
» [Torneo] Rorschach vs Tabo Ibayashi
» Mi Ficha :D
» Mí Ficha :)
» Ficha de Hei