Yuri Hiwatari Capitán del 9º Escuadrón
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Cantidad de envíos : 488 Fecha de inscripción : 21/07/2009 Edad : 30 Localización : en la iglesia de Barsburg con Frau, Castor y Labrador *O*
Hoja de personaje Nombre del PJ: Yuri Hiwatari Rango: 4 Zampakutou/Poder:
![Ficha de Yuri Hiwatari =3 Empty](https://2img.net/i/empty.gif) | Tema: Ficha de Yuri Hiwatari =3 Sáb Oct 24, 2009 3:26 am | |
| Al fin xDD aquí está mi ficha (diez mil años después de haber pasado el examen xDD)
Jugador: Yuri Hiwatari
Nombre: Yuri Hiwatari
Edad: 17 años (187 años)
Sexo: Mujer
Rango: Capitana del escuadrón 9
Descripción Fisica: Yuri es una joven de tez blanca, delgada y aparentemente frágil debido a su palidez y estatura. Sus ojos son color morado y su cabello de un color lila pálido (la verdad no sé describir el color de sus ojos ni de su cabello, así que les pondré una imagen). Mide alrededor de 1.60 m y pesa 50 kg. El cabello es bastante largo, normalmente lo tiene recogido en una coleta de su lado izquierdo, pero a veces lo puede traer suelto. Porta su uniforme de shinigami y su haori de capitán sin mangas, como accesorio adicional usa unos guantes negros. La zampakuto la lleva a la altura de la cintura atada a ella con un pedazo de tela color morado.
- Spoiler:
Les presento mi edición de la descripción física de Yuri. Es la imagen de Hakuren Oak con algunos cambios medio locos o_O. Si no termina de gustarme a este paso pondré al Hakuren original. - Spoiler:
Descripción Psicológica: Es una joven amable con un gran sentido del humor. Aún en las peores situaciones sonríe para quitar la tensión del ambiente. Siempre está dispuesta a ayudar a los demás. Busca hacerse cada vez más fuerte para poder proteger a sus seres queridos. Piensa que no le importaría morir por proteger a un ser querido. Aunque todo el tiempo se muestre alegre, en el fondo puede estar triste o preocupada, pero sonríe para no preocupar a nadie, en el único momento que no puede evitar eso es cuando la guadaña de Verloren (Verloren’s Scythe, lee la historia y entenderás.) tiene sed de sangre y no puede evitar matar a un alma en estado de depresión o a un hollow si no hay almas así cerca. Al principio es seria, pero ya que uno la conoce se puede dar cuenta de que es alegre y hace todo para proteger a sus seres queridos.
Trasfondo Menores: Suele obsequiar a aquellas personas que estén preocupadas y/o tristes una rosa plateada que sólo crece en los jardines del escuadrón 9, siendo éstos su lugar favorito, por eso se le conoce como la Rosa Plateada. Su color favorito es el azul. En su tiempo libre se le puede encontrar en el jardín. Le gusta hacer té con las flores de su jardín. Sabe cocinar algunos platillos y le gusta escribir. Su reiatsu es de color morado. Muchas veces no duerme en su cama, si no en el jardín que tiene afuera de su habitación. El hielo que controla su zampakuto es del mismo color que el de su cabello, excepto cuando la usa en forma de nieve ya que ahí si es blanca.
Historia:
- Spoiler:
Fue una noche lluviosa en la que la nueva heredera de la noble familia Hiwatari de imperio de Rilect nació. Su nombre era Yuri. La servidumbre estaba más feliz que la propia familia. Por ser una familia noble, no le prestaban mucha atención a su hija pues tenían “muchas cosas que hacer”. El que la cuidaba y velaba por ella era el mayordomo Shin, así que la pequeña Yuri no estaba sola y no le importaba mucho que su familia no estuviera, después de todo tenía a Shin, su mayordomo que apreciaba mucho…
Se puede observar a una niña de aproximadamente 6 años con ojos morados y cabellos de color lila que portaba un bello vestido rojo con adornos de flores en la parte inferior. La pequeña esta trepada en un árbol, gozando de la suave brisa de verano que se sentía.
-Qué bien se siente esto, podría quedarme aquí toda la vida- decía Yuri Hiwatari, la hija de la familia noble Hiwatari. Después un señor de mediana edad de tez blanca, con traje de mayordomo se trepaba al árbol, llevaba consigo una rosa plateada. En su rostro tenía unas ojeras que sólo hacían que se notara más su palidez, pero tenía una mirada que brindaba paz a quien la viera.
-Si se quedara aquí toda la vida, no podría apreciar la belleza de las rosas que tenemos allá abajo, Yuri-sama- dijo el mayordomo Shin, él era el encargado de Yuri.
-¿Qué traes ahí, Shin-san?- preguntaba la niña llena de curiosidad por aquella extraña rosa que cargaba el mayordomo, la acariciaba y percibía su aroma. El mayordomo sólo sonrío…
-Es una rosa plateada, Yuri-sama. Solamente crece en este lugar y se dice que protege a quién la posea-
-Entonces, quiero que te la quedes, Shin-san- dijo la pequeña con una determinación que el mayordomo desconocía.
-Pero, ¿por qué, Yuri-sama? Se supone que se la regalo para que la proteja- preguntó extrañado el pálido señor mayordomo.
-Porque no quiero que te pase nada, Shin-san. Además, yo no necesito de una rosa para estar protegida. Yo puedo cuidarme sola… o en el caso de que no, te tengo a ti, por lo tanto, tú eres el que se debe quedar con la rosa- la heredera de los Hiwatari sonreía para su protector. A pesar de haber sido una niña muy alegre, esa sonrisa nunca fue admirada por su familia, pues ellos nunca estaban para la pequeña. Lamentablemente esa sonrisa se borraría esa misma noche…
Faltaba poco para la media noche. La pequeña de ojos morados caminaba en la oscuridad de la mansión Hiwatari en busca de un vaso de agua. Mientras tanto, unos hombres vestidos de negro se metieron al lugar, llevaban espadas y cuchillos, la razón era sencilla; eran una banda de asesinos que quería asesinar a la familia Hiwatari, y lo logró. Los pasillos se mancharon con sangre de los señores Hiwatari, y faltaba poco para que llegaran a la habitación de la heredera de los Hiwatari. El mayordomo estaba ahí, ya con algunas herramientas para usarlas como armas. Enseguida se escucharon gritos y golpes en aquella habitación adornada con flores. Hubo sangre de ambos bandos, pero al final, Shin, el mayordomo y protector de la pequeña Yuri, fue el que cayó muerto, derramando su sangre en un rosal que estaba en el cuarto. En su regreso del vaso con agua Yuri se encontró una escena traumatizante. Para empezar, los pasillos estaban pintados de un color rojo sangre, aquellas manchas se dirigían a la habitación de la niña. Al llegar ahí, vio a los asesinos con armas en mano, pero eso no era lo peor. En el lado de la ventana, la luna iluminaba el cuerpo sin vida de un hombre vestido de mayordomo, en uno de los bolsillos de su saco estaba la rosa plateada que Yuri no aceptó para que protegiera a Shin. Los ojos morados de la niña se llenaron de lágrimas…
-¡Shin-san! ¡Shin-san! ¿¡Por qué no me respondes?!- sollozaba Yuri Hiwatari, lamentaba más la pérdida de su adorado mayordomo que la de su familia.
Los hombres de negro sólo sentían lástima por la pequeña, aunque fueran asesinos no se atrevían a acabar con la vida de una simple niña…
-Te llamas Yuri Hiwatari, ¿no es así?- dijo el más alto de los hombres de negro.
-S-sí. Pero ya no importa eso, ¡yo sólo quiero a Shin de vuelta!- lloraba desconsoladamente la niña.
-Y lo tendrás, siempre y cuando nos acompañes- dijo el hombre de gran altura que ahora se había descubierto la cabeza para exhibir su cabellera azul y unos ojos verdes.
Entonces la última de los Hiwatari, con una gran herida en el alma, acompaño a aquel hombre de ojos verdes. Se dirigían a un edificio abandonado, en él las ventanas estaban rotas y tenía partes que en las que se podía ver había sufrido un incendio. Subieron unas escaleras que hacían ruidos extraños, después recorrieron un pasillo oscuro que los llevaba a una habitación con un solo rayo de luz.
El hombre de cabello azul le ofreció un asiento a la huérfana, precisamente donde estaba la única luz de la habitación, entonces el hombre empezó a hablar…
-Como te habrás dado cuenta, somos una banda de asesinos, nosotros nos encargamos de desaparecer de la faz de la tierra a aquellas personas que desperdician la vida buscando cosas materiales o aquellas que hacen todo con tal de no manchar el nombre de la familia. Aquellas personas que merecen morir son las que nosotros mandamos por el camino de la muerte. Nosotros no sabíamos que aquel mayordomo era el que te cuidaba, de lo contrario lo hubiéramos dejado con vida. Por lo tanto te ofrecemos un trato- el hombre de ojos verdes habló con una voz seria pero a la vez dulce, pero eso no bastaba para convencer a la pequeña Yuri.
-¿Cómo voy a hacer un trato con alguien del que ni siquiera sé su nombre?- dijo la niña de una manera un poco insolente.
-Es cierto, no me he presentado. Mi nombre es Kei Morikubo. Sólo te advierto que si no aceptas el trato las cosas van a ser peor para ti. Una niña no puede andar por ahí sola, y menos siendo la hija de una familia noble, así que podría decirse que estas obligada a aceptarlo-
Yuri reflexionó lo que dijo el señor Morikubo. Era cierto. Ya no tenía muchas opciones y no podía hacer mucho estando sola…
-¿Qué clase de trato es el que me ofrecen?- preguntó la niña, aún con un tono de inconformidad.
-Ya que tienes ciertas habilidades especiales queremos entrenarte para que nos ayudes con nuestra misión. No te faltará nada, tendrás una vida como la de antes, pero aprenderás a sobrevivir y a luchar, y así podrías hablar con ese mayordomo que has perdido por nuestra culpa. Entonces ¿aceptas?- preguntó Morikubo ahora con más seriedad que antes.
-Está bien. Acepto- respondió totalmente decidida Yuri. Ahora era parte de una banda de asesinos, a los 6 años de edad.
Yuri estuvo entrenando con Kei y ayudándolo en sus misiones por 9 años. Con el paso del tiempo ella se acostumbró a ver sangre y a la tristeza, pero todo eso no le quitó los recuerdos de su infancia a lado de Shin, por lo que hizo crecer un jardín en aquel edificio que era su base. Al poco tiempo rosas plateadas crecieron en ese jardín, alegrando un poco la sangrienta vida que llevaba Yuri.
Al cumplir 15 años los militares descubrieron la banda de asesinos, pero esperaron unos meses hasta que elaboraron un plan sin tanta ciencia…
Una noche aparentemente pacífica de invierno la nieve caía sobre el edificio que ya no parecía tan abandonado, la parte exterior ahora era de un color blanco, las ventanas con cristales y un rosal que había crecido tanto que envolvía una parte del edificio. Afuera de éste se podía ver a un hombre alto de cabello azul y ojos verdes trepado en un árbol para poder adornarlo. En tierra firme se podía observar a una joven de menor estatura de ojos morados que tenía en mano un ramo de rosas plateadas. Todo parecía tan tranquilo…
-Ya baje de ahí, Morikubo-sama. Si no mantiene el equilibrio se va a dar un buen golpe, sin mencionar que va a tirar el pobre árbol- decía la joven Yuri Hiwatari, la protegida de Kei Morikubo, el hombre que estaba trepado en el árbol.
-Descuida, ya puse este último adorno, sólo queda bajaaaaaar…- se resbala el torpe hombre y cae encima de una cama de flores que hizo crecer rápidamente la joven.
-¿Está bien, Morikubo-sama?- corrió Yuri a ayudar a su maestro.
-Sí, o al menos eso creo. Tus flores fueron de gran ayuda. Muchas gracias ^^- se levanta el señor del cabello azul.
En ese momento llegan unos extraños hombres uniformados de negro. Unos se metieron al edificio, matando a todos adentro, otros rodearon al maestro y a la discípula. Uno de ellos habló…
-Tú debes ser Kei Morikubo, ¿no es así?-
-Así es, ¿qué es lo que quieren?- dijo en tono de seriedad Morikubo.
-Tenemos órdenes de ejecutarte a ti y a tu banda de asesinos. No intentes nada que no tienes escapatoria- dijo uno de los uniformados.
Morikubo empujó a Yuri al suelo y sacó una pistola para matar a unos cuantos, pero no sirvió de mucho porque uno de ellos lo apuñalo por la espalda. Yuri sólo veía cómo la primera de sus premoniciones se cumplía.
-¡¡¡Morikubo-sama!!!- gritó en llanto la joven.
-¿Qué hacemos con la chica, capitán?- preguntó uno de los hombres a su superior.
-Sería un desperdicio matarla. Pienso que nos servirá como esclava, además, al parecer está bien entrenada lo cual nos ayudará mucho en el campo de batalla. Llévensela- y así fue como Yuri Hiwatari terminó como esclava de los militares. Ni siquiera pudo darle un buen entierro a su maestro, lo cual generó mucho odio en ella hacia los militares.
Yuri fue utilizada y tratada como un arma más de batalla. Fue el juguete de uno de los subordinados de Haruse Ayanami, uno de los jefes de la milicia. La joven tenía tan corta edad y podía matar a tantos rebeldes como los militares quisieran, esto fue lo que llamó la atención de Ayanami. De alguna manera extraña se las arregló para sacarla de la esclavitud y convertirla en su subordinada…
-De ahora en adelante trabajarás bajo mis órdenes, Yuri- dijo un joven de cabello rubio y ojos azul cielo, así era Haruse Ayanami.
-Pero… ¿por qué me liberó, Ayanami-sama?- preguntó extrañada la joven quinceañera.
-Simplemente porque eres muy habilidosa, y no quiero que ese talento sea explotado por personas abusivas. Ahora eres mi subordinada y lo único que espero de ti es lealtad y que no me decepciones en ninguna misión- dijo con una sonrisa dulce Ayanami.
Como subordinada de Ayanami, Yuri fue reconocida y respetada por sus habilidades, nunca le falló a su superior y con el paso de 2 años se hicieron amigos, o al menos eso creyó… Un día los de mayor rango le asignaron una tarea a Ayanami en la cuál debía infiltrarse a la base rebelde…
-Ayanami-sama, no creo que sea prudente que vaya solo.- le decía Yuri a su superior mientras éste guardaba unas cosas en una mochila…
-No te preocupes, Yuri. No creo que me vaya a tardar mucho, pero antes de irme, quisiera darte algo…- Ayanami se acercó y tomó el brazo derecho de la jóven. Se iluminó la mano del jefe y ésta marcó unos jeroglíficos en el brazo de Yuri.
-¿Qué es esto, Ayanami-sama?- preguntó Yuri sorprendida por lo que acababa de pasar.
-Es un regalo mío para ti. Con el tiempo verás que es invaluable, así que cuídalo bien- dijo sonriente Ayanami. Yuri no se imaginaba lo que realmente era, ni quién era en realidad su superior.
Días después la milicia descubrió que Ayanami estaba ayudando a los rebeldes, por lo que mandaron a matarlo. Yuri Hiwatari se sintió traicionada, por lo que pidió aquella misión para deshacerse de Ayanami.
La base rebelde era el edificio de un hotel lujoso. A simple vista no parecía una base rebelde, más bien parecía la base para los de la nobleza. Solamente los más ricos podían hospedarse ahí, se decía que cada piso era una gran suite. Yuri, utilizando el porte de noble que tiene de su familia, logró infiltrarse como huésped en el hotel. De alguna manera logró encontrar el piso en donde residía aquel ex-jefe que traicionó a todos.
En el piso 25 del hotel estaba la suite más lujosa de todas. En ella se encontraba sentado en un sillón de piel Haruse Ayanami, criminal acusado de traicionar al imperio de Rilect. Sin poder esperar más tiempo, Yuri abrió bruscamente la puerta y atacó con su espada a Ayanami, éste sólo se desapareció.
-¿¡A dónde se fue?!- exclamó la joven mientras veía a su alrededor en dónde podía estar Ayanami, el único lugar que no vio fue arriba de ella. Aprovechando esto, Ayanami sacó una de sus dos espadas y atravesó el corazón de la joven apuñalando su hombro izquierdo.
-No puedes vencerme, Yuri. Debiste haber tomado cualquier otra misión menos esta, supongo que sabías que ibas a morir ¿no es así? No importa. Aquel regalo que te dí te acompañará hasta el más allá, y más vale que aceptes sus deseos sin resistencia-dicho esto Ayanami simplemente sacó su espada de Yuri, infringiéndole sufrimiento antes de morir.
-¡Aya…nami! ¡Eres un….!- no pudo terminar la frase ya que su cuerpo no aguantó más tiempo aquel dolor. Así fue como murió Yuri Hiwatari a los 17 años.
Yuri Hiwatari despertó en el distrito 40 del Rukongai en la Sociedad de Almas. No entendía nada, no sabía cómo había llegado ahí, sólo recordaba que el maldito de Haruse Ayanami la había matado. Unos niños la encontraron en un árbol…
-Mira eso, Konatsu. Parece que hay alguien durmiendo en el árbol- decía uno de los niños, tenía el cabello rubio y ojos cafés.
-Tal vez no tiene a dónde ir, Kuroyuri- decía Konatsu, un niño de cabello café y ojos del mismo color.
Los niños se treparon en el árbol y sacaron a la joven de sus pensamientos.
-¿Quiénes son ustedes?- preguntó Yuri con una mirada de confusión. Aún no entendía nada, la vestimenta de los niños le hizo pensar que no era un lugar muy agraciado en el que estaba.
-Yo soy Konatsu, y él es Kuroyuri. ¿Qué haces durmiendo en un árbol? ¿Acaso no tienes un hogar? Bueno, no importa, ya que…-
-¡Te llevaremos a casa!- los dos niños exclamaron y jalaron a Yuri hasta una pequeña casa. Tenía a los alrededores varios árboles y flores, pero la casa estaba que ya se caía si llovía un poco. En el interior de la casa se encontraba una señora bastante grande. Ella le explicó en dónde estaba, que era la Sociedad de Almas y le habló un poco del Seireitei. Los niños le ofrecieron refugio a Yuri, ella simplemente no se podía negar, por lo que se quedó ahí a vivir y ayudar a la señora. Esa tranquilidad no duró mucho tiempo gracias a cierta maldición que le dejó Haruse Ayanami.
50 años después de haber llegado al Rukongai, Yuri tenía una vida relativamente normal para alguien de ese lugar, tenía un hogar, cosas que hacer y comida qué comer, aunque se seguía preguntando por qué ella era la única que necesitaba comida.
Una noche de verano se podía observar por la ventana de una casa a una anciana durmiendo, dos niños jugando y una joven que no parecía tener 67 tomando un sorbo de un té que tenía flores adentro. Era una noche aparentemente normal. De repente, el fuego de las velas se esfumó y en el viento se podía sentir un ambiente bastante pesado, como si algo estuviera apunto de suceder. Hacía mucho que Yuri no tenía premoniciones, parecía que se iba a cumplir una que había tenido hace 25 años, la joven quería evitar que pasara pero ya era tarde. Su mirada se volvió fría y penetrante, combinaba con la luna llena de esa bella noche. Sin decir nada, una guadaña salió de la marca del brazo derecho de Yuri, el arma chilló y entonces comenzó la masacre. El mango de la guadaña era flexible, así que la cuchilla llegó hasta la anciana, y como si fuera comida la guadaña mató a la anciana, su sangre mancho la ventana improvisada que tenía la casa. Los niños gritaron como nunca lo habían hecho en su vida, corrieron hacia la salida de la casa pero fue inútil.
-Vuelvan a ser nada- murmuró la joven que no tenía ni idea de lo que hacía. La guadaña hizo lo mismo que con la anciana, trató a esos niños como comida y acabó con sus vidas.
Al día siguiente Yuri despertó bañada con la sangre de los que le habían dado refugio. La gente vio esta horrible escena y se alejaban de Yuri. Ella no entendió bien lo que sucedía hasta que vio lo que había hecho. Su premonición se había cumplido y no lo pudo evitar. No pudo contener unas lágrimas, así que enterró los cuerpos y les explicó a las flores lo sucedido. Posteriormente, dejó el distrito 40 y nunca se acercó a alguien para evitar que una masacre sucediera de nuevo.
30 años después Yuri seguía vagando por los distritos del Rukongai, perdida y sin parar de sentir un gran dolor en el brazo derecho, hasta que un día que estaba caminando en el distrito 38 vio cómo unos shinigamis eliminaban a un Menos. Después de haber terminado el trabajo la joven que no aparentaba sus 97 años se acercó a uno de los shinigamis que tenía un chaleco blanco y le habló…
-Disculpe, ¿qué era eso que apareció? ¿Quiénes son ustedes?- demasiadas preguntas eran las que tenía la chica de ojos morados para el joven de chaleco blanco, cabellera rubia y ojos azules.
-Soy mejor dando la conclusión que la explicación, pero eso era un Menos Grande. Y nosotros somos shinigamis, los encargados de traer las almas del mundo de los humanos hasta la Sociedad de Almas y purificar a los hollow,- dijo sonriendo el rubio -pero creo que no me has entendido por la cara que has puesto ^^U.-
-No, sí he comprendido, pero tengo esta expresión porque quiero ser como ustedes. Quiero hacerme más fuerte para proteger a los demás, no quiero que alguien más muera por mi culpa- dijo la chica de ojos morados.
El shinigami rubio vio la determinación que tenía la joven, la misma que tenía cuando rechazó la rosa plateada de su mayordomo para que ésta lo protegiera. Entonces el alto joven pálido solamente sonrió y acarició el cabello de Yuri.
-Mi nombre es Konatsu Yoshihisa. Soy el capitán del escuadrón 9. Veo que estás decidida a convertirte en una de nosotros, además, tienes un reiatsu bastante fuerte. Vendrás con nosotros, y quiero que me cuentes qué fue lo que te pasó, ¿por qué dijiste “no quiero que alguien más muera por mi culpa”? Bueno, esas son preguntas que responderás después- y así el capitán Yoshihisa se llevó a la joven aspirante a shinigami al Seireitei.
Yuri Hiwatari entró a la academia de shinigamis gracias al capitán del escuadrón 9, Konatsu Yoshihisa. Era una alumna destacada no tanto por su poder físico, sino por el poder del conocimiento. Curiosamente las flores de los jardines de la academia crecieron más y se hicieron más bellas gracias a los cuidados que les daba Yuri en sus ratos libres. Cada día que pasaba su poder incrementaba gracias a los entrenamientos adicionales que le daba el capitán Yoshihisa. Pasaron varios años para que Yuri se graduara y posteriormente fue asignada al escuadrón 9 gracias a las influencias de su capitán. Aunque no fuera su subordinada directa, Yuri era feliz estando en ese escuadrón. Poco a poco fue capaz de evitar que la guadaña matara a alguien más, claro que, no siempre funcionaba, ya que había algunas personas que estaban deprimidas y ésas son la presa favorita de la guadaña. Por suerte, el capitán arreglaba todo para que nunca encontraran al asesino de estas personas, pues ya sabía la situación por la que pasaba Yuri, y también entendía sus razones por las cuales decidió convertirse en shinigami.
Pasaron muchos años hasta que se convirtió en tercer oficial del escuadrón 9, pero eso no duró mucho, ya que el teniente del escuadrón fue transferido a otro, por lo que Yuri Hiwatari ascendió a teniente del escuadrón 9…
-¿Está seguro de que yo seré buena siendo su teniente, Yoshihisa-taicho?- preguntó la recién ingresada teniente a su capitán, estaban sentados en el pasto del jardín principal del escuadrón 9, el clima era cálido y soplaba una suave brisa. Las flores estaban contentas según Yuri.
-Por supuesto que sí, Yuri. Además, ya te dije que no es necesaria tanta formalidad. Por favor dime Konatsu, mejor dicho, te ordeno que me llames Konatsu y que me hables de tú n_n- sonrió de manera traviesa el rubio capitán.
-Pero Yoshihisa-taicho… digo, Konatsu, waaaaa- el capitán se divertía con la reacción de su teniente. Todo era perfecto. Así pasaron varios años más en el escuadrón 9.
Muchos años después, la tranquilidad del escuadrón 9 llegó a su fin. Yuri tuvo una premonición en la cual vio a su capitán… en un ataúd. Al principio creyó haber visto mal, pero no era así. Entonces habló con Konatsu…
-Konatsu, yo… quiero preguntarte algo- se notaba luego luego la preocupación de la teniente. Konatsu era algo despistado pero sí notó que algo perturbaba a Yuri.
-¿Qué sucede, Yuri? ¿Pasa algo con aquella guadaña? ¿Te sientes mal? ¿Tienes algún problema?- estaba bastante confundido por la actitud seria de su teniente.
-Las flores están intranquilas. Yo estoy intranquila… por una premonición que tuve acerca de ti, Konatsu.- hubo un silencio incómodo. El viento sopló solamente para pone más tensa la situación.
-Konatsu, yo te vi…muerto- los ojos del capitán se llenaron de sorpresa y a la vez de tristeza. La shinigami cortó una rosa plateada y se la ofreció al rubio shinigami. Hubo otro silencio incómodo, Konatsu sólo desvió la mirada y después del paso de otra ráfaga de viento se digno a decirle la verdad a su teniente, pues sabe el por qué de su visión…
-Yuri, todo este tiempo que hemos estado juntos ha sido tan divertido y bello pero,- dijo con más tristeza expresada en el tono de su voz, tomó la rosa plateada y siguió hablando, -no sé cuánto tiempo más pueda estar contigo, así que te pido lo siguiente, así que quiero que te vuelvas más fuerte, por ti y por todos los del escuadrón…-las palabras del capitán confundieron a Yuri, pero no quería creer que eso era una despedida.
-¡¿Por qué hablas como si ya te fueras a ir para siempre?! No será que tú sabes la razón…-los ojos morados de la shinigami mostraban desesperación, no quería pensar que realmente todo se iba acabar en poco tiempo. Konatsu desvió la mirada y continuó hablando…
-Hace algunos años se me detectó una enfermedad muy extraña, los del escuadrón 4 no saben lo que es en realidad, lo único que saben es que esa enfermedad ha ido consumiendo mi cuerpo poco a poco. Es una enfermedad que no tiene cura, algunos piensan que es una maldición pero yo no quiero creer eso. Por lo tanto, cuando llegue el día en el que mis ojos no se vuelvan a abrir nunca más, quiero que seas fuerte.-el capitán sabía que la verdad estaba a medias. La razón de su enfermedad fue una maldición provocada por aquella guadaña, una maldición que surgió gracias al intento de ayuda que el shinigami le dio a su subordinada, pero no le dijo ese detalle porque si se lo decía, se iba a culpar y quién sabe qué clase de estupidez podría cometer en estado de depresión.
Una semana después, encontraron al capitán Yoshihisa muerto en el jardín principal del escuadrón. Yuri evitó llorar su muerte en frente de los demás, ahora ella era la encargada del escuadrón por lo que debía ser fuerte por ellos. Al poco tiempo sacó adelante al escuadrón 9 y los demás capitanes decidieron dejarla como capitana del escuadrón 9. Era difícil ocupar el lugar de su capitán y amigo, pero alguien tenía que guiar al devastado noveno escuadrón. Aunque en el día mostrara una sonrisa para cada uno de sus subordinados, por las noches se le podía encontrar en el jardín su despacho en un estado de depresión que ocultó por bastante tiempo. Posteriormente siguió con su labor de capitana del escuadrón 9, pero ahora recordaba los buenos momentos que pasó con cada uno de sus seres queridos y éstos la hicieron más fuerte y así fue como logró superar la desgracia y seguir su camino.
H.E.: Puede comunicarse con las flores lo cual le ayuda mucho para conseguir información, además, las puede usar en combate como enredaderas y pétalos cortantes estilo Senbonzakura. De vez en cuando tiene premoniciones que se cumplen.
*Verloren’s Scythe: Es el arma que Ayanami le dio a Yuri en su vida humana. Es una maldición ya que esa arma puede descontrolarse e intentar matar al primero que este en frente de Yuri, siempre y cuando tenga una oscuridad dominante en su corazón (o sea, una persona deprimida xD), o bien, cuando tiene demasiada sed de sangre intenta matar al primero que ve. Aunque es una maldición tener esa arma, cuando está bajo el control de Yuri es muy útil, puede usarla cuando está en un gigai. Si la usa más de 3 veces en 24 horas puede descontrolarse e intentar matar a alguien.
Zampakuto: Zehel. Es una katana mediana aparentemente común y corriente, la funda es de un azul marino, al igual que la empuñadura. La hoja tiene escrito algo en jeroglíficos. Es muy ligera.
Espiritu de la Zampakutou: Es un esqueleto de un color gris intenso encapuchado con una capa negra, a la altura de los hombros tiene alrededor una tela de color azul, en el frente hay una placa que une los dos extremos de la tela. Carga una guadaña. Mide por lo menos 4 m de altura.
- Spoiler:
Mundo Interior: Es un gran campo de flores, la mayoría son rosas plateadas. El clima es caliente cuando Yuri está en paz, tranquila y/o feliz. La nieve cae sobre el campo cuando Yuri está triste, enojada, y/o preocupada. Hay unos cuantos árboles muy altos en los que suele descansar Zehel, siendo éste su lugar de descanso favorito. A Zehel no le gusta mucho la nieve, por lo tanto se pone de mal humor.
Shikai: Corta los lazos con desgracia, Zehel. La katana se vuelve una guadaña, igualita a la que Ayanami le había dado a Yuri. La cuchilla es un poquito más grande que Yuri, mientras que el mango mide 3.5 m, se puede alargar y es flexible cuando se quiere. Además de ser una cuchilla de doble filo que hace ataques tanto a corta como a larga distancia, controla el viento y el hielo.
- Spoiler:
Zehel cuando es liberado (Igual que la guadaña de Verloren)
Técnicas del Shikai:
Glas Tornado (Tornado de Cristal): Consiste en crear pedazos de hielo, posteriormente hacer girar la guadaña y formar un tornado que atrapa al oponente y lo hace girar hasta marearlo. El hielo gira en sentido contrario al contrincante, cortándolo de manera que las heridas se congelen. Cuando desaparece el tornado, el oponente es lanzado por los aires, brindándole oportunidad a Yuri de atacarlo directamente con la guadaña, si es que le da la gana xD.
Windscherung (Viento Cortante): Es un ataque destructivo que consiste en dar un salto y, desde el aire, hacer una gran cortada que jala mucho viento y termina destruyendo todo lo que este a su paso. Si el oponente no lo esquiva, puede lastimarlo mucho, claro que se puede reducir la gravedad de la lesión con intentar bloquearlo.
Blast (Onda explosiva): Técnica que absorbe el ataque del enemigo con la guadaña, posteriormente lo devuelve en forma de remolinos.
Flying Needles (Agujas Voladoras): Son agujas hechas de hielo que vuelan se dirigen al oponente en el lugar que Yuri desee. También pueden ser utilizadas para curar heridas leves. Los movimientos de estas agujas son controlados por los movimientos de la guadaña, sirven también para inmovilizar al oponente al clavarlas en las piernas y brazos del contrincante.
Zaiphon: Es una técnica que toma forma de jeroglíficos alrededor de la guadaña. Consiste en lanzar vientos congelantes (estilo zaiphon de 07-Ghost) al oponente, congelan todo a su paso. Si el oponente no lo esquiva se puede congelar, tal vez no por completo pero si lo suficiente para no poder mover alguna parte de su cuerpo.
Las técnicas anteriores y ataques aleatorios de la zampakuto combinados con un poco de viento forman el shikai.
Bankai: Corta aquellos lazos con desgracia y vuélvelos a nada, Ghost Zehel. En el bankai no hay muchos cambios físicos en la zampakuto, excepto que la vestimenta de Yuri cambia, su traje de shinigami pasa a ser una capucha como la de Zehel, pero de un color morado, además, le salen unas grandes alas de color rosa. En este nivel Yuri puede controlar el clima, para que haya mucho viento o que caiga nieve o una tormenta de nieve.
- Spoiler:
Técnicas del Bankai:
En el bankai Yuri puede utilizar todas las técnicas del shikai con un gran aumento de poder en ellas.
Hurricane (Huracán): Es una técnica que desata una gran cantidad de viento en el campo de batalla. Diminutos pedazos de hielo reflejan la figura del espíritu de Zehel y atacan al oponente desde distintos lugares, aprovechando la poca vista que tiene el oponente. Las únicas maneras de detener este ataque son que Yuri lo detenga, o que el oponente la encuentre entre las figuras del espíritu de Zehel y toque por 5 segundos la guadaña, ya que los pedazos de hielo disfrazan a Yuri del espíritu de Zehel.
Crystal Regen (Lluvia de Cristal): Consiste en crear pedazos de hielo que caen como una lluvia de cristales. Al principio puede parecer inofensivo el ataque, pero si el oponente inhala varios pedazos de hielo, éstos harán que su cuerpo se congele poco a poco y harán sus movimientos más lentos, además, los que no inhale le harán unas grandes heridas. Este ataque no dura mucho, ya que se requiere bastante reiatsu, a lo mucho dura 10 segundos. Para poder evitar este ataque el oponente tendrá que hacerse un escudo o algo así, pero no tendrá la garantía de evitar inhalar los pedacitos de hielo.
Silber Klingen (Cuchillas Plateadas): Esta técnica consiste en hacer que del suelo salgan unas grandes cuchillas a una gran velocidad las cuales pretenden cortar al oponente desde el suelo, si no lo logran las cuchillas se hacen polvo y se adhieren a Zehel (o sea la guadaña), posteriormente Yuri golpea varias veces y a gran velocidad con la guadaña al oponente (estilo Ren Tao de Shaman King), el hielo adherido a la guadaña va directo al oponente y hacen que la temperatura de su cuerpo baje por lo menos 10 grados. Los golpes que da Yuri duran 5 segundos.
Wing Sword (Alas de Espada): Consiste en concentrar una gran cantidad del aire en las alas de Yuri, posteriormente éste es lanzado como dos grandes ataques de viento que destruyen todo a su paso en forma de Kors.
- Spoiler:
Sólo imaginen que son del color del cabello de Yuri y más grandes xD ![Ficha de Yuri Hiwatari =3 Kor](https://2img.net/h/i690.photobucket.com/albums/vv264/Yu_Jeagerjacques/Imagenes/Kor.png)
Eerie Wind (Viento Fantasmagórico): Es una ráfaga de viento que envuelve al oponente y le hace sentir un gran dolor, lo tortura de tal manera que el oponente desee morir. Claro que no siempre es ésa la reacción del oponente. Entre más intente luchar contra el dolor, más es el sufrimiento. Una manera de quitarse de encima este ataque es cortar el viento, lo cual resulta difícil al estar lidiando con el dolor. Otra manera es usando un kidoh que salga de la ráfaga y que le de a Yuri, o bien, a su zampakuto.
Letzte Traum (Último Sueño): Este es el ataque que Yuri usa para terminar con la vida del oponente. Solamente lo usa cuando ve que el oponente ya no puede más y no tiene más remedio que morir. Consiste en atravesar al oponente con la guadaña, decir “tu último sueño se ha cumplido” y de esta herida mortal nacen una rosa plateada que se encarga de hacer que el oponente duerma y no sienta nada hasta que muere. La rosa plateada muere con el oponente.
Las técnicas anteriores y ataques aleatorios con la guadaña, el viento y el hielo que controla Yuri forman el bankai.
Kidohs:
Hadoh no Gojuuyon: Haien (Arte Destructivo número 54, Llamas de Decadencia): Lanza un disco de fuego morado al impactar puede provocar daños muy severos como amputaciones o destrozar lo atacado.
Hadoh no Gojuuhachi: Tenran (Arte Destructivo número 58, Giro Celestial): Girando la zanpakutoh 180 grados y después agarrándola con la hoja hacia abajo, desde esta sale un tornado de energía en contra del objetivo.
Hadoh no Hachijuuhachi: Hiryuu Gekizoku Shinten Raihou (Arte Destructivo número 88, Furioso Cañon del Rayo Perteneciente al Dragon Llameante): Colocando la palma de la mano recta y en dirección a un objetivo, de esta sale un enorme rayo cuyo poder destructivo es tan alto que es casi imposible de bloquear, reduciendo a cenizas lo golpea.
Hadoh no Nanajuusan: Souren Soukatsui (Arte Destructivo número 73, Lotos Gemelos del Fuego Azul Estrellado): Se colocan ambas manos con las palmas abiertas y las muñecas juntas, con los dedos de una apuntando hacia arriba y los de la otra hacia abajo, se acumula energía similar al Soukatsui, la que es bastante más potente y es lanzada devastadoramente.
Bakudoh no Rokujuuichi, Rikujou Kourou (Arte de Atadura número 61, Prisión de las Seis Barras de Luz): Apuntando al objetivo, surgen cerca de este 6 finas pero anchas superficies de luz que instantáneamente atraviesan al enemigo por el torso, inmovilizándole.
Bakudoh no Rokujuuni, Hyappo Rankan (Arte de Atadura número 62, Cien Pasos del Desorden): Con los puños juntos, se separan creando una barra de energía que lanza otras cien iguales que se dirigen hacia el objetivo, clavandose cerca de este para inmovilizarle.
Bakudoh no Rokujuusan, Sajou Sabaku (Arte de Atadura número 63, Entrelazados del Desierto): Apuntando al objetivo, surgen desde su espalda varias cuerdas muy gruesas de energía similares a la arena que atan al objetivo.
Bakudoh no Nanajuugo: Gochuu Tekkan: (Arte de Atadura número 75, Quinteto de Pilares de Hierro): El usuario junta ambas manos entrecrezando sus dedos, de estos salen cinco pequeñas bolas de energía unidas por hilos de la misma, giran sobre el usuario al levantar este las manos sobre la cabeza, entonces se bajan ambas manos golpeando el suelo, la energía se estrella contra el suelo como pequeñas llamas y desaparecen, trayendo sobre un objetivo cinco enormes pilares de hierro pentagonales unidos entre sí por cadenas en la parte superior.
Cualquier error o algo que no les parezca me dicen n_n
Nota: Si entre los que leen esta ficha alguien sabe alemán, favor de decirme el nombre de las técnicas en alemán que las puse así por el traductor de Google xDD | |
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