Reencuentro inesperado..

La luna llena gobernaba por segunda noche consecutiva el oscuro e inmenso de la tranquila ciudad de Karakura, dicha tranquilidad pese a ser relajante y agradecida para alguien como el líder quincy, no hacia mas que se le pusieran los pelos de punta por la tormenta que podría caer sobre la misma ciudad en cualquier momento y sin previo aviso.

El humo exhalado del cigarrillo que fumaba sin prisa alguna le empañó por unos segundos las gafas impidiéndole ver con normalidad las pocas estrellas que eran visibles del cielo urbano, era curioso ver cuan grande podía ser el universo y más particularmente el planeta en el que vivía, sobretodo al pensar en lo que había al otro lado de aquel manto estrellado.

El joven quincy frunció el ceño con el simple hecho de pensar en la Sociedad de Almas, aplastó el cigarrillo ya consumido contra el bordillo alto en el que estaba sentado y después lo tiró con la mano a una papelera cercana habiendo comprobado que estaba totalmente apagado. Mientras dejaba escapar todo el humo tragado en la ultima calada, le asaltaron pensamientos de toda su vida relacionado con shinigamis; tensas relaciones entre ellos y los quincys durante el mandato de su padre, los renegados que escaparon del Seireitei y la batalla del cuartel quincy, las caras de aquellos tres hombres y esas dos mujeres…unas caras que jamás olvidaría y de las que ya tachó dos en su lista, una de las mujeres y…una de los hombres.

La primera de ellas no fue difícil de encontrar, parecía que pese a ser renegada no podía evitar echar una mano de vez en cuando acabando con algun hollow que otro en alguna ocasión en la que algun alma estuviera en peligro, en una de esas ocasiones el líder observaba tranquilamente desde la parte alta de un puente peatonal como la mujer luchaba contra varios hollows que intentaban devorar el alma de un hombre de mediana edad, cuando la batalla acabó, el lider sin dudarlo un segundo invocó su arma espiritual, y con un certero flechazo apuntando unos 20 centímetros por debajo del cuello hizo que la mujer cayera al suelo de rodillas soltando antes su espada para sujetarse la herida de desconocida procedencia. Cuando el entonces maestro quincy se acercó para comprobar el resultado de su disparo la mujer estaba tumbada boca abajo sobre un pequeño charco de sangre, con uno de sus pies el quincy hizo dar la vuelta al cuerpo para mirar la cara de una de las asesinas de su padre.

La mujer aún vivía y su débil mirada se clavó en el quincy con capucha que la observaba con ira a través de sus gafas, pareció intentar decir algo pero el disparo había alcanzado de lleno su objetivo y la vida de la shinigami simplemente se desvaneció. Antes de dejar el lugar, el joven maestro miró al alma atemorizada que lo miraba con terror, sin cruzar una palabra con él, Riyuu simplemente se dio la vuelta y se marchó del lugar.

¿Acaso soy malvado?..¿Es que no es eso lo que se merecía?..Aunque..si hubiera sabido que me iba a costar el amor de mi vida..quizá..mi padre lo hubiera entendido..

El joven líder notó una presencia espiritual acercándose desde su espalda, al principio extrañado el joven intentó identificar en vano la naturaleza del reiatsu, pero cuando este estaba más cerca a su situación pudo sin esfuerzo alguno identificar la fuente de dicho reiatsu..el quincy simplemente se puso en pie y apretó los puños para intentar retener sus emociones..

Caminando lentamente por uno de los cientos de caminos de los grandes parques de Karakura, iluminada por las luces de las farolas del parque y en los tramos oscuros por los rayos procedentes de la gran luna llena que reinaba esa noche el cielo nocturno de Karakura. Pese al tiempo ligeramente frío de la noche, la ryoka iba ataviada con unos pantalones vaqueros de color oscuro, un top de tirantes de color negro y por encima de dicha prenda, una chaqueta de mismo color que iba a juego con los pantalones.

Manteniendo su cara inexpresiva, la joven siguió caminando hacia una figura de color claro que se encontraba sentada sobre un bordillo alto, manteniendo su reiatsu al nivel mínimo al que podía permitirse y oculta tras un árbol observó como el chico joven al que observaba terminaba de consumir un cigarrillo y después parecía perderse en sus pensamientos momentáneamente.

Tras mantener el contacto visual con el chico de espaldas a ella durante unos segundos, la ryoka se ocultó totalmente tras el árbol a la vez que una pequeña lágrima resbalaba por delicada tez, llevándose una mano enguantada a la cara, secó dicha expresión de sus sentimientos en aquel momento y tras armarse de valor dejó de mantener un nivel de reiatsu bajo en su cuerpo para comenzar a avanzar hacia el chico que después de parecer sentir su presencia, se levantó del sitio en el que hasta ese mismo momento había estado sentado y sin volver la vista parecía esperar que la ryoka se acercara hasta él.

La joven caminó hasta situarse al lado del quincy y tardó un momento para conseguir dirigirle una sencilla frase.

-Veo que..todavía fumas…recuerdo que siempre te decía que no lo hicieras y te echaba la bronca constantemente por no hacerme caso..

En esa posición pudo notar perfectamente que el reiatsu del quincy al que conocía desde hacía varios años se había acrecentado drásticamente desde la última vez que ambos se dirigieron la mirada. Hace unos años, cuando la ryoka tuvo su primer combate con un hollow, Riyuu se interpuso en su camino de vuelta a casa y la explicó todo lo referente al Hueco mundo y la sociedad de almas que él conocía.

Con el tiempo, ambos se convirtieron en buenos amigos, y el dia que menos se lo esperaban y antes de darse cuenta, ambos comenzaron una relación sentimental que no duró demasiado tiempo…

La Ryoka apretó uno de sus puños con fuerza y su mandíbula parecía que podría explotar en cualquier momento por la presión que la chica ejercía al mantener ambas apretadas fuertemente una contra la otra, sin poder contenerse más, la chica dejó escapar un terrible grito lleno de rencor y rabia a la vez que arremetía con uno de sus puños contra la cara de Riyuu.

Tras el fuerte golpe, la ryoka apretó ambos puños con fuerza y su cuerpo entero comenzó a ser rodeado por una pequeña red de pequeños rayos blanquecinos que chispeaban en el aire con angustia. Trish se llevó la mano al parche de su ojo izquierdo y con un tirón se retiró este de la cara dejando ver un ojo totalmente azul brillando en medio de aquel lugar, poniéndose en guardia la chica gritó con fuerza.

-¡¿Por qué?! ¡Tú tienes la culpa de todo, muere!!

6 meses atrás…

El ruido del chocar del acero inundaba el ambiente en el descampado que posee el instituto de Karakura. Tendido en la arena, Riyuu sujeta en su mano una brillante Schneider, el agotamiento y las heridas que tiene en el cuerpo le hacen respirar entrecortadamente intentando no perder de vista a su rival..uno de los shinigamis que mataron a su padre. El Shinigami de rasgos occidentales, manejaba con gran destreza su zampakutou, o mejor dicho la primera liberación de esta, un florete plateado con elaborados detalles en el guardamanos y el mango. El shinigami se había presentado de buenas a primeras en aquel lugar cuando el quincy esperaba a Trish, la que entonces era su pareja.

Sin intercambiar palabras el hombre arremetió contra él con su espada y Riyuu no hizo más que defenderse y seguir el combate con la intención de acabarlo antes de que la chica apareciera, pero no pudo ser así, cuando tras un choque de espadas el quincy estaba tratando de incorporarse, una corriente continua de rayos blanquecinos apareció de la nada directa hacia el Shinigami.

El hombre sin dificultad interpuso un escudo de artes kidoh entre él y el ataque eléctrico repeliéndolo sin dificultad alguna, seguidamente desapareció de la vista del quincy para aparecer al lado de Trish, arrodillada en el suelo por el cansancio que le produjo el poder puesto en el ataque miraba con los ojos como platos al shinigami que tenía ante ella.

Riyuu desde su posición tan sólo veía como el shinigami podía matar a la ryoka con tan sólo un tajo de su espada, asi que se terminó de incorporar y realizando varios desplazamientos rápidos con el Hirenkyaku pretendía acabar con su rival de un solo golpe, pero cuando se puso a la altura de su enemigo, su cara se dió de bruces contra una palma abierta que sostenía apuntando hacia él una enorme esfera roja.

-Hadoh no Sanjuuichi… Sakkahou..

A esa distancia le fue imposible esquivar el ataque, la esfera cargada de reiatsu le dió de lleno haciéndolo caer hacia atrás y después rodar por el suelo arenoso varios metros, quedando completamente inconsciente con la espada espiritual aún en su mano.

El quincy no sabría decir cuanto tiempo permaneció fuera de combate, pero en un momento dado de su letargo notó como algo terriblemente frío le tocó ligeramente la mejilla y su reacción a tal estímulo fue abrir los ojos para ver al shinigami justo a su lado y sin pensarlo clavar la Schneider en el abdomen de este. El hombre se puso en pie y retrocedió varios pasos con el arma atravesándole el vientre antes de retirarla como pudo, pese al dolor pudo mantenerse de pie y mirar con un ojo como el quincy le apuntaba amenazador con su arma espiritual preparada.

-Chico..es…espera no lo entiendes..no..

-Es tarde para ti shinigami…dale recuerdos a tu compañera asesina donde quiera que vayais cuando morís.

Y Riyuu simplemente dejó escapar la cuerda del arco de su mano para que la flecha saliera disparada contra el hombre y que al atravesarlo hiciera que este cayera hacia atrás con una pequeña sonrisa en los labios.

En la actualidad

Nunca olvidaré el día..en el que condené a la persona que más quiero a la desgracia..

El líder quincy se comenzó a incorporar tras salir disparado varios metros después de recibir el directo de izquierda de la ryoka en la cara, totalmente erguido escupió un pequeño hilo de sangre que le salía por los labios y no se molestó en volver a ponerse la capucha mientras observaba a la furiosa joven cargada de electricidad y dispuesto a matarlo si le daba la oportunidad.

Cabizbajo, el joven quincy invocó su arco espiritual y concentró un poco de reiatsu en la mano con la que sujetaba el arma, no tenía intención de herir a la ryoka..no, no es que no tuviera intención simplemente no podía hacerse a la idea de poder hacerle más daño a la amenazante chica que tenía ante ella.

-Por favor..no me hagas pelear, sé que pedirte perdón no valdrá nada como no lo valió en su momento..pero no me hagas esto..

Riyuu simplemente esperó la respuesta de la ryoka mientras muy desganado trataba de mantenerse firme para evadir la más que segura y peligrosa acometida de su rival..