Instituto de karakura(batalla en el aire)

El contrincante esquivó el movimiento que Kyro acababa de hacer, pero este fue muy lento, ya que a Kyro le dio tiempo a colocarse en su espalda mientras el otro hablaba.

-Je, no deberías darme la espalda y ponerte a hablar con esa de dinero. Por cierto, por qué vosotros dos os metéis tanto en los asuntos de los demás?- dijo Kyro señalando a los dos que acababan de llegar.-Terminemos con estos dos y vayamos a ver que quiere el viejo, no Yasashi?

Kyro le lanzó otra patada, con la cual pretendía lanzarlo por los aires, ya que no quería que el instituto se viera muy afectado. No tenia mas ganas de oír otra vez a la ''secretaria'' de Arcaón.

Renly enseguida pensó que lo que pediría a cambio del trabajo. El Vizard y la Arrancar le tendrían que dar información sobre su especie. La idea era formar una biblioteca con información de cada raza. Dado que era una paga muy motivadora lucharía para conseguirla.
-Muy bien Espada. Mi nombre es Renly Lannister, Líder de los renegados.-Desenvaina la zanpakutoh y se pone en guardia.-No me guardes rencor si te mato, solo estoy haciendo mi trabajo.-

Rápidamente el Espada lanza una patada. Renly se coloco con las rodillas un poco dobladas y con la espada recta en forma horizontal un poco retrasada, a la altura del de su hombro. Cuando estaba lo suficientemente cerca, giro su cuerpo unos noventa grados hacia atrás para esquivar el ataque, y enseguida lanzo un corte horizontal a la altura de la cintura.

Kyro esquivó el corte que Ren le lanzó. Acto seguido, salto al aire y con un sonido se alejó lo suficiente como para que el shinigami no le siguiera, y abrió una garganta, con destino a la habitacion de Arcaón. Antes de que se metiera en ella, le dirigió unas ultimas palabras al renegado.

-No me gusta dejar los combates a medias, pero viendo que todos los demás se han ido, supongo que esta vez es algo importante. Pero no te preocupes, no volveremos a ver.- con sus ultimas palabras finalizadas, Kyro le soltó una sonrisa a Ren y se adentró en la garganta, dispuesto a asistir a la llamada de Arcaón.