Cuarto del infante

Tema: Cuarto del infante Jue Oct 15, 2009 1:12 am

*Se veía la puerta, la cual al abrirse dejaba paso a un cuarto amplio y de suelo de alfombra, con las paredes decoradas de una variedad inmensa de colores, así mismo el techo igual, iluminado con muy poca luz, en el lugar habían juegos, lo que pareciera una casita de té...también una estructura que era un puente unido a varios tubos...como un laberinto para niños, con columpios pequeños y demás juegos en miniatura, perfectos para un chaval de no más de 10 años.
En el puente yacía tranquila...bueno, realmente no...corría de un lado a otro con alegría, una niña pequeña peliblanca hasta sus pantorrillas, con medias y calzado escolar negro, un haori blanco que pareciera un vestidito sin mangas, obi negro y chaleco igual negro, en su cabeza yacían los restos de su máscara Hollow, una especie de diadema de estructura ósea negra, ojos blancos que parecieran que la pequeña era una pobre ciega y piel blanca, pálida.
En un columpio yacía jugeteando lo que pareciera un perro verde con orejas cola y patas (las cuatro) negras, ojos saltones y desviados así como lengua de fuera, con gesto de estúpido realmente, y un cierre notorio en su cuello, un traje realmente. La pequeña se bajaba de el puente y se iba a donde dicho perro, tomándolo en brazos se dirigía a donde una cama pequeña para poder tumbarse en esta.*

-Vente Gir...vamos a dormir mientras pasa algo interesante...-

*Sin más se recostó en la cama abrazando a Gir...Gir, el perro verde, se durmió antes de que la chiquita pudiese conciliar el sueño, pues esta miraba el techo más que descanzar, se acomodo en pose fetal, para poder intentar dormitar un poco mientras esperaba que sucediese algo interesante; en fin...si no pasaba nada interesante, se iría a donde el mundo humano a jugar un poco.
Tiempo...¿Días?¿Horas?...quien sabe...se despertó lentamente y estiro su cuerpo para quitarse ese maldito sueño que le restaba, al parecer no había pasado nada...pero...pronto se percato que algo andaba mal...el silencio era mucho, sin más y sin aviso tomaba a aquel perro verde en brazos cual sueño de este parecía roca, no despertaba.
Salió de la habitación y corrio como tal cual una niña aparentaba ser hacía donde sentía acumulación de reiatsu...mcuho...,sin duda papá y el otro algún tío (Otros espadas, así les llamará ella), felizmente, su figura pequeña y aniñada desaparecía de la vista y pronto sus pasos siquiera sonaron.*