Despacho del capitán

El despacho del capitán, una habitación de construcción rectangular, paredes y techo blanco. El suelo se encuentra recubierto por una alfombra de 2 centímetros de grosor con varios decorados y, justo en el centro, el símbolo del escuadrón.

Las paredes eran decoradas por símbolos tribales sin un significado aparente los cuales eran acompañados por las pocas ventanas de la habitación. Cortinas blancas cubrían tales ventanas. En la misma pared pero más a la izquierda se encontraban una serie de cuadros en representación de los capitanes que han pasado por el escuadrón.

En el techo reposaba una lámpara de diseño simple y de un tono parecido al del blanco del techo y junto a esta, camuflada por el color del techo y la lámpara, un aparato con forma circular. Un detector y a la vez altavoz que sirve para notificar de diversos anuncios y avisos.

Los muebles se distribuían de manera ordenada. El escritorio estaba frente a los cuadros junto con la silla utilizada Marcos la cual, simplemente por comodidad. Estaba de espaldas a los cuadros ya mencionados. Diversos muebles como estanterías, mesas y demás muebles se distribuían de manera ordenada y organizada, destacando la cantidad de documentos escritos repartidos por el lugar.

En el escritorio reposaban una serie de documentos acompañados de dos plumas estilográficas. Para terminar, mencionar la pequeña chimenea localizada en la esquina izquierda de la habitación la cual, en estos momentos, se encontraba apagada y cerrada por la puerta de acero y cristal que acompañaba a los ladrillos pintados y camuflados del mismo color que la habitación.
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Calma... una habitación silenciosa era la mejor manera de describir aquel lugar en el cual solo había una persona en aquellos momentos, Marcos LeMarc, capitán del undécimo escuadrón.

Parecía relajado, casi dormido. Su respiración era calmada y sus ojos yacían medio cerrados ante la situación pero, sin previo aviso y sin motivo aparente reaccionó con raudos movimientos.

Se puso en pie repentinamente, agarró su Zampakutou la cual, momentos atras, reposaba sobre uno de los laterales de la mesa y salió a toda velocidad del despacho.

camine hasta la puerta y la abri sin pensarlo

-¡Buenos dias LeMarc-taichou !¡yo soy su nuevo teniente Akami Ryusuke!- dije sonriendo con los ojos cerrados y saludando al estilo militar, pero luego me di cuenta de que no habia nadie...asi que sali a buscar a mi capitan en otro lugar...

fui otra vez a la oficina del capitan, estaba seguro que no estaria asi que le deje la carta que habia escrito para elsolo espero que le preste atencion, a diferencia del resto del papeleo ¬¬

Spoiler:

me parecia una estupidez pedirlo asi pero, creo que tenia que hacerle caso a la "divertida" burocracia ¬¬

El capitán LeMarc apareció por su despacho tras pasar por todos los aburridos y complejos procesos que venían después de realizar una misión en pos de la Sociedad de Almas. El capitán del undécimo escuadrón resoplo con cierto cansancio, tratando de despejar su mente de los eventos sucedidos con anterioridad.

Se acercó a su despacho para luego sentarse en su silla, pasó su vista por el papeleo que tanto odiaba para, ante su suerte, encontrar algo que seguramente le sacaría de su aburrimiento.

Era una carta de su teniente, al cual no conocía demasiado, solicitándole un entrenamiento para la obtención del Bankai... aquello sería divertido. Sin mas dilación agarró un folio en blanco y escribió en letras grandes "Entrenamiento aceptado, Akami".

Agarró la hoja escrita, salió de la habitación y colocó la respuesta en el tablón de anuncios tras sujetarlo con una chincheta. Tras esto, se aventuró nuevamente al interior de su despacho a esperas de que el Teniente llegase.

Off: Esta respuesta se localizaría, temporalmente, después de mi participación en el tema e las calles de Karakura y sus respectivos temas necesarios.

Estaba acostado en mi habitacion, mirando el techo y pensando que podia hacer, Ryumaru no estaba conmigo, habia salido para ver que comiamos ( a pesar de que los shinigamis no necesitamos comer, aun esta la gula ¿no? XD) pero regreso un tiempo despues muy acelerado, abrío con un cabezaso la puerta y salto encima mio

-¿A ti que te pasa?- le pregunte exaltado al sentir su enorme cuerpo haciendo presion sobre mi pecho

-¡la acepto!¡nos va a enseñar a hacer el bankai!- contesto con emocion la gruesa voz que solo yo podia escuchar. Al escuchar eso, lo lance con fuerza hacia la pared y sali corriendo hacia el despacho del capitan, Ryumaru me siguio despues de recuperarse y ambos corrimos hasta llegar a la puerta detras de la cual estaba mi superior.

Como la primera vez la abri de golpe y grite-¡¡listo para la practica lemarc-taichou!!-exclame con una gran sonrisa en mi rostro, pero se borro antes de que pudiera darme cuenta porque Ryumaru me embistio por la espalda y me hizo volar y aterrizar sobre el escritorio de Marcos

-jeje, lo siento n_n- me dijo mientras me mordia en la pierna para jalarme y quitarme de encima del mueble de madera

La puerta se abrió de repente y la sorpresa del capitán se plasmó claramente en su rostro. No pudo evitar soltar una sonora carcajada ante la impulsividad y energía de su Teniente, su desafiante sonrisa fue esgrimida y en sus ojos se perfiló un extraño brillo.

- Jajaja - rió el capitán con ganas - No te preocupes chico, me gusta tu energía - agregó mientras se levantaba y observaba los bolígrafos, papeles y diversos útiles de su despacho tirados por todo el mueble.

Se acercó a uno de los tantos muebles de la sala y de allí agarro una extraña silueta de madera junto con otros artefactos que, seguramente, serían para el entrenamiento que el Teniente había solicitado.

- ¿No crees que está mas ordenado que antes? - preguntó con cierto sarcasmo mientras volvía a reír con ganas mientras se dirigía a la puerta del despacho para, finalmente, hacer un gesto en señal de que le siguiese. Finalmente, salió de la sala en dirección a las zonas de entrenamiento del undécimo escuadrón.